Las primarias en Andalucía: una oportunidad de cambio
Necesitamos un cambio de rumbo en el PSOE de Andalucía y ese cambio puede liderarlo con todas las garantías Juan Espadas.
La apertura del proceso para la elección del candidato socialista para la presidencia de la Junta de Andalucía es una gran oportunidad que debe afrontar el PSOE andaluz con audacia, al objeto de fortalecerse ante los próximos desafíos que tenemos en el horizonte y con las elecciones autonómicas previstas, como muy tarde, para finales del próximo año.
Decía Virginia Woolf que “no hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente”. Con esa mentalidad debemos acudir los militantes socialistas a ejercer nuestro derecho de participación sin cortapisa alguna, como siempre hemos hecho a lo largo de la centenaria historia de nuestra organización, y con el absoluto convencimiento de que esta vez no será una excepción.
Es un error considerar que la convocatoria de estas primarias, a las que están llamados a participar más de 46.000 militantes, está pensada única y exclusivamente en clave electoral. Nada más lejos de la realidad. El duro presente provocado por la pandemia que está viviendo la sociedad andaluza, como el resto de España, obliga a que el PSOE de Andalucía recupere su fortaleza y vuelva a ser un partido de gobierno que garantice una alternativa creíble, sólida y fiable ante la triple versión de la derecha que dirige los destinos de la comunidad desde hace más de dos años.
Parafraseando al inolvidable Alfonso Perales, líder histórico del socialismo andaluz que contribuyó a fraguar un partido ganador y unido durante décadas, el afán diario de los socialistas andaluces es que estas primarias sitúen en el centro del debate no solo el modelo de partido, que necesariamente debe adaptarse a los nuevos tiempos que vivimos, sino también para conectar de nuevo con la población juvenil y mostrar ante el grueso del pueblo andaluz que existe una alternativa a las políticas neoliberales apoyadas por la extrema derecha que lleva a cabo Juan Manuel Moreno.
Afrontamos este proceso con ambición y como afirma la activista feminista Ángela Davis “no aceptando las cosas que no puedo cambiar, sino cambiando las que no puedo aceptar”. Necesitamos un cambio de rumbo en el PSOE de Andalucía y ese cambio puede liderarlo con todas las garantías Juan Espadas, un político muy experimentado con un gran bagaje al frente del Ayuntamiento de Sevilla y que destaca por su talante abierto, dialogante, su enorme capacidad de trabajo, cercanía y feminismo. Del mismo modo que aposté por Pedro Sánchez porque simboliza un modo de hacer política donde la militancia tiene el total protagonismo, confío ahora en Juan Espadas para que lo aplique en el ámbito andaluz.
La pérdida del Gobierno en Andalucía a finales del año 2018 debió servir como punto de inflexión a la hora de enfrentar un proceso de renovación interno, también desde el punto de vista ideológico, y que por unos u otros motivos no se ha llevado a cabo de manera plenamente satisfactoria, hasta ahora.
Por ello estas primarias no son solo una oportunidad, son “la oportunidad” para regresar al Gobierno autonómico. Con la participación masiva de la militancia lograremos conformar una organización política más unida, cercana, moderna, ágil y sobre todo contundente en su modo de hacer oposición a Moreno Bonilla y a la extrema derecha que le sustenta en el Parlamento. En definitiva, lo que Andalucía necesita.
Estas primarias se celebran en un contexto social difícil, pero viendo la luz al final del túnel. El anuncio realizado por el presidente Pedro Sánchez sobre la llegada de 13 millones de vacunas de Pfizer para el próximo mes de junio, más del doble de las que se recibirán en mayo, consolidan una campaña de vacunación que cumple los plazos previstos, a pesar de los agoreros de la ultraderecha política, social y mediática, y que supone un paso de gigante en el camino del control definitivo del virus y la recuperación paulatina, pero firme, de la normalidad.
España se encuentra entre los países del mundo en los que más porcentaje de población ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus. Se han administrado más de 21 millones de dosis y la tasa de vacunación por cada 100.000 habitantes alcanza la cifra de casi 46.000. Se cumplen los pronósticos gracias a la labor del Gobierno y al impresionante trabajo llevado a cabo por todo el personal sanitario de nuestro sistema público de salud, verdadero héroe de esta epopeya.
Y en ese sentido, es importante destacar la próxima presentación, el 20 de mayo, del documento España 2050, fruto del trabajo de expertos en el ámbito de la Universidad, y otros organismos como el Banco de España, la Comisión Europea, la OCDE o la AIReF, en el que se recoge la estrategia global con la que nuestro país puede afrontar los retos del futuro a medio y largo plazo: el cambio climático, la digitalización, el envejecimiento, el reto demográfico, la cohesión social, o la igualdad entre hombres y mujeres.
Hay que apostar de manera decidida por una gestión de lo público que mire más allá del corto plazo, por medio de la reflexión serena y el compromiso. Por eso, es el momento ideal para afrontar el necesario proceso de cambio en el socialismo andaluz, y poner negro sobre blanco la pobre gestión de Moreno Bonilla en esta pandemia.
Queremos una Andalucía bien situada en la senda de la recuperación, defendiendo un modelo social basado en la justicia, la solidaridad y la igualdad. No queremos para Andalucía una bendición pública del ultraderechista italiano Salvini, como la que transmitió a Díaz Ayuso cuando ganó las elecciones en Madrid hace dos semanas. Ese modelo social justo solo puede ponerlo en marcha el PSOE andaluz al frente de un gobierno moderado. Estoy plenamente convencida de que con el liderazgo de Juan Espadas será posible.