Gan Pampols no es lo mismo que el teniente general Gan Pampols: el riesgo de insistir en un vicepresidente militar
El vicepresidente de la reconstrucción nombrado por Carlos Mazón en la Generalitat valenciana ha insistido en que no aceptará ninguna directriz política.
‘A ver quién se mete con un militar después de semanas pidiendo que vengan’. Algo así debió pensar Carlos Mazón cuando decidió proponer al teniente general retirado del Ejército de Tierra Francisco José Gan Pampols como vicepresidente de la Generalitat. Si una de las preguntas que más sonó en las calles afectadas por la DANA en los primeros días fue aquella de “¿dónde está el Ejército?”, bien, pues Mazón ha contestado a su manera, aunque sea a destiempo. La costumbre. Sin embargo, el nombramiento de un militar, aunque sea en situación de retiro, genera muchas dudas, sobre todo al tratarse de uno que asegura que no se someterá a “directrices políticas”.
Al contrario que en otros países, España no es un estado acostumbrado a ver a militares en puestos de Gobierno. Más allá de algún cargo menor, el único militar conocido con tamaña responsabilidad fue Gutiérrez Mellado como vicepresidente de Adolfo Suárez. Nadie, o al menos una inmensa mayoría, quiere volver a aquellos años. La idea de un uniforme militar mandando fuera del Ejército escama cuanto menos. Y aquí radica el primer problema. A Gan Pampols se le presenta de manera constante como teniente general, y en realidad ya no lo es. Está retirado, jubilado, como quieran decirlo. Teresa Franco, exmilitar y miembro de la Junta Directiva del Foro Milicia y Democracia (FMD), lo explica: “Los militares son militares cuando están en activo. Cuando no, son personas que fueron militares como pudieron haber sido del gremio de la Policía, médicos, maestros, agricultores o vividores de la vida. Hay que dejar claro como el agua cristalina que fluye por el arroyo que no son militares”.
“Ese hombre – prosigue Franco con relación al nuevo vicepresidente de la Generalitat – fue teniente general. Ahora es un retirado que solo tiene el nombre de militar como un punto más en su currículum y vida laboral. No comanda ninguna unidad, no manda a ningún soldado, ningún militar tiene obligación de ponerse firme frente a él. Es como si yo fuese presidenta del Gobierno y dijesen que una militar gobernará España. O fuese ministra de Defensa y lo mismo". El coronel de Infantería retirado Enrique Vega, también de FMD, opina lo mismo: “A quien han nombrado es al señor Gan Pampols, no al teniente general Gan Pampols. De hecho, este tipo de cosas no deberían centrarse en los cargos militares, porque ¿qué pasa si sale mal? ¿La culpa es de las Fuerzas Armadas?” Parece una nimiedad, pero el matiz, consideran, es fundamental. No es lo mismo decir que el nuevo vicepresidente de la Generalitat es el teniente general Gan Pampols, que el señor Gan Pampols, un hombre en cuyo currículum tiene el haber sido, en su día, teniente general. Para Franco, la idea de que desde Valencia se quiera hacer ver que han puesto a un militar en un cargo civil es “peligrosa”.
Esa idea “peligrosa” es la que pretende trasladar Mazón, el Partido Popular y, sí, también Gan Pampols. No solo buscan dejar claro que han nombrado a un militar, sino que este, además, insiste en que no aceptará “instrucciones de carácter político ni partidista”. De igual modo, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo dijo que el exmilitar no venía “a hacer política, sino a reconstruir”, como si no fuera posible liderar una reconstrucción mediante la política, una afirmación que contiene más política que muchas otras cosas. Feijóo y Mazón están asumiendo, con el nombramiento y las declaraciones posteriores, que la política no sirve para gestionar una reconstrucción. El asunto es si cabe más grave al comprobar que en realidad a Gan Pampols se le han otorgado casi plenos poderes en la Generalitat. Casi parece que será presidente más que vice. El presidente que dará sombra a Mazón. Si todo sale bien, habrá acertado con su nombramiento. Y si sale mal, siempre podrá culpar nada más y nada menos que a un teniente general.
No debería haber nada malo de nombrar a un militar como un cargo político. Lo defiende Teresa Franco. "¿Tiene Gan Pampols conocimientos técnicos? Pues fenomental para que pueda aportarlos. Es como poner a un cirujano militar retirado a dirigir un cargo de Sanidad público. Nada tiene que ver con que fuera militar", dice. Pero La pretensión de la apolítica, una manifestación ideológica de profundo carácter político, es, directamente, un engaño. Por supuesto que toda decisión que tome Gan Pampols será política. Y no solo eso, sino que deberá estar vigilada y fiscalizada también por la política, en su caso por Les Corts valencianas. Por mucho que el exteniente general lo reitere, su cargo forma parte de un Gobierno del Partido Popular liderado por Carlos Mazón. No es independiente de la Generalitat. “¿Cómo es eso de que es solo un técnico?” se pregunta el excoronel de Infantería Enrique Vega. “¡Si ha sido nombrado vicepresidente! Claro que es un cargo político. De hecho, se va a dedicar a la política más real que hay, la de repartir lo que hay, la de decidir dónde actúa. Es como un alcalde que nombra a un director de urbanismo”, compara Vega. Puede que ese director sea un profesional que no pertenezca a ningún partido, pero decidirá en base a su alcalde, en base a la política de quien manda.
Más allá de los condicionantes técnicos, Gan Pampols tendrá que decidir si, disculpen el simplismo, reconstruir antes una calle comercial que un centro de salud o un colegio. ¿No es acaso eso una decisión política? El mensaje contrario es no solo peligroso, sino que recuerda a un tiempo al que al menos la mayoría de la sociedad no quiere regresar, la época del, entonces sí, militar y dictador Francisco Franco que defendía aquello de ustedes déjenme a mí y no se metan en política.