La UE avisa a Rusia de una respuesta "severa" pero pide una "desescalada" con Ucrania
Zelenski insta a Bruselas a aprobar sanciones contra Moscú antes de un posible ataque, porque si se aplican tras una agresión “básicamente no tendría sentido”.
La Unión Europea aseguró esta pasada noche que el coste para Rusia será “severo” si invade Ucrania, aunque su objetivo actual es lograr una “desescalada” de la tensión entre Moscú y Kiev pese a que el presidente ucraniano, Volodímir Zeleski, pidió a la UE que apruebe sanciones antes de un posible ataque.
“Si Rusia llevara a cabo acciones de agresión contra Ucrania, el coste será severo y las consecuencias serias”, aseguró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en la rueda de prensa posterior a la cumbre que la UE celebró este miércoles con Ucrania, Georgia, Moldavia, Armenia y Azerbaiyán, países englobados en la llamada Asociación Oriental.
Un mensaje que, según dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, volverán a reiterar mañana los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre europea de diciembre.
“Mañana (por hoy) tendremos la ocasión, en formato del Consejo Europeo, de volver a este asunto y de decir con fuerza, junto a nuestros socios, como la OTAN, el G7, nuestra relación con Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, que si hubiera una agresión militar contra Ucrania, habrá una respuesta fuerte”, manifestó Michel.
Pero Zelenski instó a la UE a aprobar sanciones contra Moscú antes de un posible ataque contra su territorio, porque si se aplican tras una agresión “básicamente no tendría sentido”.
Formato de Normandía
Aún así, Zelenski aseguró que “Ucrania aún está comprometida con el proceso de paz” que se pactó en Minsk en 2015, al año siguiente de la anexión de Crimea por parte de Rusia, considerada ilegal por la gran mayoría de la comunidad internacional.
“Queremos ver una resolución pacífica”, afirmó el presidente ucraniano, después de reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, en los márgenes de la cumbre.
Ucrania y Rusia -como partes enfrentadas- y Francia y Alemania -como países mediadores- forman el llamado “Formato de Normandía”, el cuarteto creado en 2014 para frenar el conflicto en la región del Donbás entre el ejército ucraniano y los separatistas prorusos apoyados por Moscú.
Michel apostó hoy por reactivar este formato, ya que “hay canales de comunicación que se necesitan para evitar la escalada”, en la misma línea que Von der Leyen, que dijo que el “primer llamamiento a Rusia” es frenar el aumento de la tensión.
Ausencia de Bielorrusia
Michel y Von der Leyen subrayaron su satisfacción por haber celebrado una cumbre presencial con los líderes de esas ex repúblicas soviéticas y lamentaron el hueco dejado por Lukashenko al haber rechazado participar.
En junio pasado, decidió suspender su participación en la Asociación Oriental después de que los Veintisiete aprobasen nuevas sanciones económicas por el aterrizaje forzado en Minsk de un avión de Ryanair para detener al periodista opositor Román Protasevich y su compañera, Sofia Sapega.
“Unánimemente condenamos el comportamiento de Lukashenko. Estamos todos con el pueblo de Bielorrusia”, declaró Von der Leyen, quien lamentó la “silla vacía” de ese país que confió “pronto” pueda ocupar “un líder bielorruso democrático”.
La política alemana recordó que ya UE ya ha aprobado la quinta ronda de sanciones contra el régimen bielorruso, más recientemente por “instrumentalizar a migrantes” empujándolos a cruzar de forma irregular la frontera exterior europea.
Apoyo a la región
Pero Von der Leyen también aseguró el respaldo comunitario a la población bielorrusa, a la que están dispuestos a distribuir vacunas contra la COVID “lo antes posible”.
Igualmente, resaltó la ayuda de emergencia otorgada recientemente a Moldavia de 60 millones de euros para hacer frente a la crisis que sufre después de que el consorcio gasístico ruso Gazprom incrementara los precios del suministro.
La UE y sus cinco socios del este aprobaron una declaración conjunta al término de la cumbre y abrieron, en palabras de Von der Leyen, una “fase más ambiciosa” en sus relaciones.
“Una nueva agenda para ayudarnos en nuestro trabajo conjunto de recuperación y reforma apuntalado por inversiones significativas”, indicó, en referencia especialmente a proyectos de interconexiones.
La UE ha previsto un plan económico y de inversiones para la región de 2.300 millones de euros que asegura que podría movilizar hasta 17.000 millones de euros en inversiones público-privadas.
Según Michel, la perspectiva de ese paquete de inversiones hace a la UE un “socio serio, fiable”, para que estos países puedan “transformar sus ambiciones en proyectos concretos”.