La primatóloga Jane Goodall entra en la polémica de las macrogranjas y se pronuncia sobre Garzón
“El momento de actuar es ahora”, ha expresado la Premio Príncipe de Asturias en 2003.
Las declaraciones del ministro Alberto Garzón sobre las macrogranjas han llegado hasta los oídos de la primatóloga Jane Goodall que ha defendido que haya cada vez más políticos como él que se pronuncien contra la ganadería intensiva.
Según Goodall, la ganadería intensiva genera efectos “perniciosos” y supone una amenaza contra el medio ambiente, la salud, a la subsistencia de las zonas rurales y al bienestar animal.
“El momento de actuar es ahora”, urge la etóloga británica y Mensajera de la Paz de Naciones Unidas tras las declaraciones del ministro de Consumo al diario The Guardian.
Tras el debate suscitado en España en torno a la ganadería intensiva, Goodall, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2003, ha llamado a los ciudadanos, políticos y autoridades a “actuar en consecuencia”.
La primatóloga afirma que ha leído el “oportuno” debate existente en España al respecto, “como en muchos países del mundo” sobre el impacto de la ganadería intensiva sobre el medio ambiente, la biodiversidad y el cambio climático.
Además, ha planteado que “quizás España podría asumir un papel de liderazgo” en la prohibición de las granjas industriales y crear campañas para educar a la ciudadanía para que su comprendan su impacto negativo en el medio ambiente, la salud humana, la economía y el bienestar de miles de millones de animales sensibles”.
Así, ha relatado que en la década de 1960 se quedó “en shock” cuando conoció “por primera vez” algunos datos sobre la agricultura industrial, ya que ella había crecido en un mundo donde los animales de granja pastaban, retozaban o cacareaban afuera.
De ese modo, miró la carne de su plato y pensó que representaba “el miedo, el dolor y la muerte de cada animal”, por lo que decidió hacerse vegetariana. Pero cuando se enteró “del cruel confinamiento de las vacas lecheras y las gallinas ponedoras” optó por convertirse en “mayoritariamente vegana”.
Goodall considera que además de la pandemia del covid-19 están las amenazas del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, y la agricultura intensiva contribuye a ambos problemas.
En concreto, denuncia que la ganadería intensiva implica amenazas al medio ambiente porque los miles de millones de animales de las granjas industriales de todo el mundo deben ser alimentados y para ello se deforestan “grandes extensiones” para cultivar piensos o cereal que conlleva el uso de una “enorme cantidad” de combustibles fósiles tanto para el transporte del grano a los animales, los animales al matadero, la carne a la mesa y todo ello “contribuye a mayores emisiones de CO2”.