La Policía belga detiene a un español de origen marroquí por servir al Estado Islámico
Realizaba labores de captación y adoctrinamiento en una célula en Bruselas.
Las fuerzas de seguridad han detenido en Zaventem (Bélgica) a un hombre de 26 años, de nacionalidad española y ascendencia marroquí, por su presunta integración en la organización terrorista Estado Islámico, para la que captaba y adoctrinaba a nuevos miembros, ha informado el Ministerio del Interior.
El detenido, según la investigación, constituía el último eslabón de la denominada "rama belga", una célula encargada de ampliar y fortalecer una red internacional de reclutamiento para el yihadismo.
El presunto terrorista, detenido por la Policía belga en el marco de una operación desarrollada con la española, lideraba una célula que, tras dos intentos fallidos de viajar a Siria e Irak, se había centrado en acciones terroristas en Europa, en particular en Bélgica, donde llegó a señalar objetivos concretos.
Sobre el arrestado había una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.
El detenido, según Interior, "era el último reducto de un grupo que, con base en Bélgica, inició en 2014 un importante proceso de radicalización en el que estaban implicadas de manera activa otras cinco personas, tres de ellas ya detenidas por las autoridades españolas y una por Marruecos".
SU HERMANO FUE DETENIDO EN 2015
Entre ellos estaba su hermano menor, que fue apresado en octubre de 2015 por su pertenencia e integración en el Estado Islámico. Además, dos de los integrantes de esta célula fueron detenidos el 8 de mayo en Badalona (Barcelona) y Salou (Tarragona).
El joven era el principal instigador de la célula, con la que llevaba a cabo labores de captación y adoctrinamiento en su vivienda o en cafés de Bruselas. También compartía material audiovisual radical y difundía la ideología terrorista a través de diferentes redes sociales en diversos países.
En sus encuentros, según Interior, "compartían vídeos que contenían operaciones kamikazes, escenas de ejecución y condenas a muerte por decapitación o el llamamiento de acciones terroristas en Europa".
El detenido tenía contacto directo con combatientes yihadistas en Siria e Irak e intentó viajar allí, junto con su hermano, hasta en dos ocasiones. Al no lograrlo "los miembros de la célula decidieron aplazar su incorporación e involucrarse en acciones terroristas en Europa".
Los integrantes de la célula mantuvieron el contacto hasta sus detenciones, continuando la publicación de propaganda e incitando a otros partidarios de la organización a cometer atentados.
