La pandemia dispara la ciberdelincuencia
Las estafas y los ataques informáticos han crecido como nunca en 2020, llevando a la búsqueda de nuevas soluciones.
Sin duda, el 2020 ha quedado marcado para los restos como el gran año de la pandemia. Desde marzo, la sombra del COVID-19 ha cambiado por completo nuestras vidas a todos los niveles. La sociedad se ha adaptado, el panorama profesional ha mutado, y el sector digital se ha vuelto más peligroso que nunca.
No es una afirmación baladí. Los delitos informáticos se han disparado a raíz del coronavirus. Ya en verano, un informe de Interpol hablaba de un “alarmante” crecimiento de los ataques a los usuarios, principalmente en internet.
Aprovechando el miedo de las personas, como también los fallos de seguridad en diferentes plataformas online, hay quienes han conseguido llenarse los bolsillos. Estafas, robos de información, acceso a cuentas bancarias, suplantaciones de identidad… El repertorio es peligrosamente amplio, y todo se concentra en el terreno de las tres uves dobles.
Su poder destructivo ha crecido, principalmente, por todas esas empresas que han tenido que trasladarse al plano digital urgentemente. Las prisas nunca son buenas consejeras, y en este caso no han hecho más que dejar agujeros de seguridad que los piratas han aprovechado para atacar y lucrarse.
Algo que tiene mucho que ver con el teletrabajo, y no parece que vaya a quedarse solo en 2020. En España también se han llevado a cabo estudios al respecto. Sin ir más lejos, el CNI publicó en septiembre su correspondiente Informe Ciberamenazas y Tendencias. Edición 2020.
En él, avisa de dos claras tendencias. Por una parte, aumentan las empresas que adoptan el teletrabajo, aumentando también las brechas que aprovechan terceros con malas intenciones. Por otra parte, consideran muy importante el avance de las farmacéuticas en la elaboración de las vacunas, porque van a estar en el punto de mira de los ciberataques.
Es una conclusión a la que ha llegado el Centro Criptológico Nacional, organismo vinculado al CNI. Según este, las farmacéuticas que están trabajando en el desarrollo de vacunas están ya en el punto de mira, y es de esperar que los ciberataques aumenten considerablemente en ellas. Asimismo, espera lo mismo con los laboratorios de investigación.
Es otro de tantos efectos colaterales que ha dejado el coronavirus a su paso. Mientras se mira a unas navidades que pueden ser clave, internet está convirtiéndose en un terreno más y más peligroso, sobre todo si no se toman las medidas adecuadas. Precisamente por querer evitar ataques es por los que hay un tipo concreto de servicio que está creciendo como nunca: las VPN.
Su crecimiento se debe principalmente a las empresas. Cada vez más negocios están teniendo que adoptar el teletrabajo para poder garantizar unas condiciones laborales sanas y seguras a sus trabajadores. Todos aquellos que pueden están permitiendo a sus integrantes trabajar desde casa, pero necesitan que las conexiones sean seguras.
Justo ahí es donde entra en juego la labor de las VPN. Este servicio, que puede ayudar a simular una localización diferente para una conexión a internet, establece un potente cifrado de punto a punto al conectarse. Gracias a esto, muchas empresas están pudiendo hacer que sus trabajadores se conecten a sus servidores como si estuvieran en la oficina.
Esto, además de facilitar el teletrabajo, está consiguiendo que sea mucho más seguro. A nivel profesional, un empleado ni puede ni debe conectarse al entorno de su oficina desde casa con una conexión sin protección adicional. Hacerlo así implica dejar totalmente expuesta la seguridad de una empresa.
Por eso mismo es por lo que ha aumentado la demanda de los servicios de los proveedores de VPN. Por eso, empresas como ExpressVPN, NordVPN, CyberGhost o Surfshark han saltado a la palestra como la solución para cualquier negocio. Si una compañía quiere instaurar el trabajo en remoto, va a pasar al menos por uno de esos nombres.
Aunque no todos ofrecen lo mismo ni son igualmente válidos. Antes de dar el paso de la contratación hay que llevar a cabo un profundo análisis de cada oferta, comparando precios, sistemas de seguridad, límites de conexión, ancho de banda y otros tantos aspectos. Es una decisión que se debe meditar considerablemente porque, entre otras cosas, de ello depende parte del rendimiento del negocio.
Ante la nueva oleada de ataques informáticos, toda precaución es poca para los negocios. Los VPN son un paso, pero las medidas deben reforzarse más. Y es que, si de algo saben los hackers es de adaptarse a nuevos desafíos. Cuantos más muros se pongan alrededor de las conexiones en las empresas, mejor, y más ahora que hay tantas variables a tener en cuenta con el trabajo desde casa.