La ópera bufa de TeleMadrid
Aquí va mi grito de guerra: colegas de esa tele pública en especial y espectadores madrileños en general, RESISTID.
Lo de los nuevos cargos de Telemadrid es un esperpento, lo sé. Y dan ganas de cortar el suministro para que no aparezca en pantalla esa cadena. Me da pereza hasta a mi repasar otra vez quiénes son los nuevos mandamases que Isabel Díaz Ayuso ha puesto al frente de ese SERVICIO PÚBLICO AUDIOVISUAL. Aquí va un texto corto, con dos puntos y un mensaje final, concreto y claro.
José Gilgado, el nuevo director provisional de informativos de Telemadrid, ocupó el cargo de subdirector de informativos en esa misma cadena pública años atrás.
En los Goya de 2011, Gilgado envió un correo para advertir a los redactores que cubrían los premios que la película premiada se llamaba Pan negro, y no Pa negre... Como ya está Toni Cantó con su flamante oficina del español —que no es “un chiringuito porque solo estoy yo”—, Gilgado ya no tendrá que estar pendiente de esos pormenores.
Ahora podrá, junto a su colega y amigo José Antonio Sánchez, nuevo administrador provisional de Telemadrid con quien ya formó un tándem de infausto recuerdo en TVE, dedicarse a dinamitar todo el trabajo cabal que durante años ha estado desempeñando el equipo enterito, con Jon Ariztimuño al frente. Desde aquí lanzo una llamada: contratad a este periodista porque es honesto, serio, profesional, se parte la cara cuando hay que partírsela y resiste los envites de políticos de tres al cuarto.
José Antonio Sánchez por su parte, vamos a recordarlo, fue el tipo que estaba en TVE cuando se produjo la primera y única sentencia que ha habido contra la tele pública por manipulación informativa. Era el hombre que estaba en TVE cuando tuvieron lugar los atentados del 11 de marzo. Y no hará falta recordar lo que pasó informativamente hablando, aquellos días.
Lamento tener que recuperar este articulo, en el que intenté resumir quién es el nuevo director de Telemadrid.
Así que ya sé, queridos madrileños, espectadores estupefactos de las nuevas andanzas de Telemadrid —vuestra tele pública—, que estaréis a punto de abandonar toda esperanza. Y lo entiendo. Es desolador verlos regresar al lugar del crimen, sabiendo que ni han cumplido pena alguna ni tienen intención de dejar de matar. Pero aquí va mi grito de guerra: colegas de esa tele pública en especial y espectadores madrileños en general, RESISTID. Pese a todo, RESISTID.
Os pido desde aquí que no desistáis. Porque cuatro mezquinos sin escrúpulos pueden hacer mucho mal, pero el mal definitivo sería que la mayoría de la ciudadanía consciente mirara para otro lado sin rechistar, que no se rebelara, que no se sublevara, que se dejara morir, que lo mandara todo a la mierda, que dejara de exigirle a la cadena pública que nos pertenece a todos, honestidad y tino, sentido común y decencia, imparcialidad, sosiego… El equipo que ahora ha finiquitado Ayuso, hartita ya de tanta ética profesional, de tanta desafección hacia sus desmanes, payasadas y chorradas, realizó un trabajo impecable. Creían en lo que hacían y durante unos años consiguieron que los informativos contaran bien y con coraje lo que pasaba en el mundo.
Lograron vencer a los mediocres e informar bien y de manera equilibrada, con cordura, con exactitud, con sensatez, saltando a veces sobre el fuego, resistiendo amenazas, malos rollos, arbitrariedades del gobierno, que hizo todo lo que pudo para que tiraran la toalla.
Telemadrid es vuestra. Reivindicadla. Las buenas teles públicas cuentan bien el mundo y contar bien el mundo es imprescindible. Propongo desde aquí que desenmascaréis este sainete, esta ópera bufa, que los señaléis siempre, que los pongáis en evidencia, que os riais de sus memeces y de sus desmanes, que pagáis todos.
Que le deis a eliminar si recibís un correo como el de Gilgado, y digáis Pa negre, por el amor de dios. Y lo contéis, claro. Eso siempre.