La mujer de 99 años desahuciada en Pozuelo ingresa en el hospital con síntomas de hipotermia
"Yo me muero aquí hasta que haya justicia. ¿Por qué no se me ha defendido como Dios manda?", denunciaba desde el banco, frente a su casa, en el que se sentó, ya sin techo.
Mari, la mujer de 99 años que fue desahuciada este lunes de su casa de Pozuelo de Alarcón (Madrid) después de que su nieto vendiera, según la mujer, su casa "sin su consentimiento" y la dejara sin dinero "ni para comprar el pan", tuvo que ingresar ayer en el hospital Quirón por principio de hipotermia.
En un principio, la anciana tenía la intención de pasar la noche a la intemperie en un banco situado en las inmediaciones de la que fue su vivienda. Pero hasta el lugar acudió un médico forense, que revisó su estado de salud y, ante las bajas temperaturas y este principio de hipotermia, le recomendó ingresar en un hospital, a lo que finalmente accedió.
Después de que este lunes entrara la comisión judicial a la vivienda, la anciana ha tenido que abandonar su casa y entregar las llaves."Quiero Justicia", ha dicho la mujer, que sostiene que su nieto y el notario de éste la "engañaron".
Su nieto, según la denunciante, se hizo "con casi 2 millones de euros" de su abuela entre dinero y propiedades y vendió su propio dúplex de Pozuelo "sin su consentimiento por unos 420.000 euros".
El 11 de julio de 2017 se celebró el juicio contra el nieto de la afectada por un delito continuado de estafa y alternativamente un delito continuado de apropiación indebida, pero finalmente quedó absuelto.
La mujer repite que lo que desea es regresar a su vivienda y que, en caso de que no lo consiga, tiene previsto "dormir como pueda" en un banco de Pozuelo de Alarcón. "Me quiere llevar la ambulancia a un hotel para quitarme de encima. Yo me muero aquí hasta que haya justicia. ¿Por qué no se me ha defendido como Dios manda?. Es una canallada. No hay derecho a esto. Quiero que me suban a mi casa, y si no dormiré en un banco", ha señalado.
La mujer ha indicado que la "han quitado" la llave de su casa, y que un cerrajero ha cambiado la cerradura. "He dejado la manta eléctrica en la cama y la nevera encendida", ha añadido.
La anciana no quiere la plaza que desde hace tiempo le ha ofrecido el Ayuntamiento de Pozuelo, a través de Servicios Sociales, en una residencia, según ha confirmado la alcaldesa del municipio, Susana Peréz Quislant. "Llevadme arrastrada. Pero no a una residencia. Dejadme en un banco", ha dicho la mujer a preguntas de los periodistas.