La historia de Lia: de huir de Crimea a tener el mejor expediente académico de Sevilla
Llegó al centro de refugiados de la ciudad hace seis meses sin hablar nada de español.
Lia Motrechko llegó a España el pasado mes de noviembre. Aún no habla español con fluidez, pero las palabras que conoce le son suficientes para explicar por qué salió de Ucrania buscando una vida que su familia ya daba por perdida.
La historia de esta joven de 17 años es una más de las de los 2.000 refugiados ucranianos que arribaron en la España en el último año, pero tiene un final inseperado: la pasada semana recibió un reconocimiento por tener el mejor expediente académico de 4º de la ESO de Sevilla. Y eso que el suyo fue un camino difícil.
Nació en Crimea, a más de 4.000 kilómetros del centro de refugiados en el que ha vivido junto a sus padres y su hermano hasta hace unos días. El periplo comenzó en 2014, año en el que Rusia se anexionó la península y sus vidas dejaron de ser las mismas. “Los derechos humanos eran violados, no había libertad para los ucranianos”, relata a El HuffPost.
Ese fue el motivo que, en un primer momento, llevó a la familia a trasladarse a Jersón, a orillas del Mar Negro, con la esperanza de que todo volviera a la normalidad y fuera un punto y seguido. “Pero Crimea no volvió y perdimos la esperanza de volver a casa”, explica.
Decidieron entonces mudarse a un país de la Unión Europea, en concreto, a España. En noviembre llegaron a Gran Canaria, tras dos meses, aterrizaron en Sevilla. “Aquí existe democracia, hay libertad y se respetan los derechos humanos; eso es muy importante para nosotros”, responde cuando se le pregunta por la elección.
La joven no tiene más que palabras positivas para los españoles y halagos para el país. Dice que la gente es muy abierta y siempre está dispuesta a ayudar y asegura que nunca ha recibido una mueca de rechazo. “Gracias a España podemos tener una vida como la que teníamos en Crimea”, añade.
Al instalarse en la capital andaluza, Lia comenzó a estudiar en Torreblanca sin saber nada de español, pero su expediente ha acabado lleno de sobresalientes. “Al principio no entendía nada y no podía imaginarme cómo iba a estudiar en otro idioma”, explica. Comenzó a leer y a relacionar algunas palabras con los términos ingleses y acabó rechazando la oferta de algunos de sus profesores de hacer los exámenes en inglés.
“Cuando vivía en Ucrania quise aprender español, siempre me gustó saber cosas nuevas y ahora tengo una gran oportunidad para hacerlo”, asegura. Y va por buen camino. El pasado fin de semana le entregaron el premio al mejor expediente de 4º de la ESO, un reconocimiento que le pilló por sorpresa y que, dice, no es solo fruto de su trabajo: “Mis profesores y compañeros me han ayudado y apoyado en todo. Gracias a ellos he recibido este premio”.
En la voz de Lia se percibe una madurez inusual. No se amedrenta al hablar de sus méritos ni de las trabas que ha encontrado en su todavía corta vida y, menos si cabe, de su futuro. Quiere estudiar Relaciones Internacionales, aprender sobre la política en España y estudiar en EEUU. “Siempre he soñado con estudiar en otro país y conocer otra cultura, pero no he tenido posibilidad”. Ahora, es su momento.