La Fiscalía pide mantener la euroorden de Puigdemont y suspender su inmunidad
En un escrito también relativo al exconseller Toni Comín.
La Fiscalía del Tribunal Supremo ha solicitado al juez instructor del “procés”, Pablo Llarena:
- Que mantenga la euroorden contra el expresidente catalán Carles Puigdemont y el resto de medidas cautelares.
- Al tiempo, solicita al Parlamento Europeo la suspensión de la inmunidad.
En un escrito también relativo al exconseller Toni Comín, fechado el pasado día 20, los fiscales del caso también piden:
- Que se informe al juez belga que debe decidir sobre sus órdenes de detención y entrega.
- Que “se deje sin efecto los plazos para la resolución” de la euroorden hasta que el Parlamento Europeo decida si les suspende la inmunidad.
“El paraguas de la inmunidad”
Tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que reconoció que el líder de ERC, Oriol Junqueras, debió gozar de inmunidad como eurodiputado desde que la proclamación de los resultados de las elecciones (13 de junio), la Fiscalía ha expresado su postura en relación a Puigdemont y Comín a petición del juez Llarena, que reconoció que el fallo podía tener la misma incidencia en los fugados en Bélgica.
En su escrito, en el que pide que Llarena mantenga todo lo acordado contra ellos (prisión provisional, euroórdenes y declaración de rebeldía), la Fiscalía les reprocha que quieran “acogerse al paraguas de la inmunidad” que a su juicio le concedía la elección como europarlamentarios para eludir su entrega y el juicio en España.
Consideran los fiscales que las medidas cautelares que pesan sobre Puigdemont y Comín “están absolutamente legitimadas y justificadas” por la gravedad de las penas a las que se enfrentarían al estar procesados por sedición y malversación, y por la necesidad de proceder a su entrega para responder ante la Justicia y “evitar la reiteración delictiva”.
A su juicio, la sentencia del TJUE no impide que estas medidas cautelares se mantengan y recuerda además que en virtud de la legislación española y tal y como el Supremo explicó en un auto, el suplicatorio (permiso a la Cámara) solo sería necesario para aquellos parlamentarios que todavía no hayan sido procesados.
“Plenamente conscientes”
Sin embargo, Puigdemont y Comín se presentaron a las elecciones estando fugados y procesados por lo que “eran plenamente conscientes de las limitaciones que comportaba su situación procesal” en el ejercicio de sus derechos políticos.
Admite que el alcance de la inmunidad es más amplio si el eurodiputado está fuera de su país, pues según el protocolo que lo regula, no podría ser detenido, si bien la Fiscalía recuerda la facultad de pedir al Parlamento la suspensión de dicha garantía.
Incide también el escrito en que la inmunidad no es un privilegio, sino una garantía de independencia del Parlamento, por lo que no protege “de forma ilimitada” a los parlamentarios frente a procesos penales en los que la instrucción concluyó antes de la propia convocatoria electoral, “creando así un inadmisible limbo parlamentario”.
“La inmunidad no puede convertirse, en ningún caso, en un refugio protector o generador de impunidad frente al legítimo ejercicio de la función jurisdiccional”, indica la Fiscalía.
“Alargar al máximo” la legislatura
Por su parte, Puigdemont ha defendido este lunes “alargar al máximo” la legislatura en Cataluña y ha reiterado que no piensa volver aún a Cataluña ni instalarse en Perpinyà, porque, pese a gozar de “inmunidad” como eurodiputado, no puede vivir con “normalidad”.
En declaraciones a RAC 1, Puigdemont ha afirmado que “las elecciones en Cataluña deberían ser en diciembre de 2021”, es decir, debería alargarse el mandato hasta el final, y por ello confía en que “la Justicia española entenderá al final que no hay ninguna base para confirmar la inhabilitación” del president Quim Torra.
“Siempre he sido partidario de alargar al máximo la legislatura”, ha remarcado Puigdemont, que por ahora no prevé mover su residencia de Bélgica.
“Inmunidad”, pero no “normalidad”
“Aunque tengamos la inmunidad, no tenemos la normalidad”, ha argumentado Puigdemont, para dejar claro que, pese a su condición de eurodiputado, aún no podrá llevar “una vida normal” hasta que en España “no haya presos políticos ni represión”.
“No cambiaré mi residencia en Bélgica”, ha asegurado Puigdemont, que, como dijo la semana pasada en Bruselas, no solo no piensa volver de momento a su casa en Cataluña, sino que tampoco prevé instalarse en Perpinyà, en el sur de Francia, aunque sí tiene “muchas ganas” de “ir a la Catalunya Nord” a celebrar algún acto o reunión de JxCat.
Para Puigdemont, “el exilio es una herramienta de lucha” que piensa seguir aprovechando.