La Fiscalía pide investigar a Podemos solo por los contratos con la consultora Neurona
Sobre las otras cuestiones denunciadas por Calvente entiende que no existen indicios delictivos.
La Fiscalía Provincial de Madrid ha pedido este martes al juez Juan José Escalonilla que investigue a Unidas Podemos solo por sus contratos con la consultora de comunicación política Neurona Comunidad S.L. para las elecciones generales del 28 de abril de 2019.
El Ministerio Público ha pedido cerrar el resto de la causa que indaga la supuesta financiación irregular de los morados porque tacha de “rumores, sospechas o suspicacias” sin fundamento las acusaciones que lanzó contra dirigentes de la formación el exabogado del partido José Manuel Calvente.
Las acusaciones del exletrado morado apuntaron, además de a la relación con Neurona, a la reforma de la sede morada en Madrid y a los movimientos de la llamada ‘caja de solidaridad’ del partido, en la que los militantes que ostentan cargos públicos depositan parte de sus sueldos y que Calvente señaló como la ‘caja B’ de Podemos.
El Tribunal de Cuentas, el órgano que fiscaliza la contabilidad de los partidos políticos, ya puso el foco en los trabajos que esta empresa de origen mexicano realizó para el partido de Pablo Iglesias, porque sospecha que el contrato por 363.000 euros de los morados con la consultora pudo ser simulado.
La Fiscalía ha remitido el escrito en el que señala que solo se debe investigar a los morados por su relación con Neurona al juzgado de instrucción número 42 de Madrid, cuyo titular es el juez Juan José Escalonilla. El fiscal Miguel Ángel Torres aprecia dos tipos de delito en los servicios facturados a Neurona: fraude electoral (Art. 149.1 de la LOREG) y falsedad en documento mercantil (Art. 392.1 y 390.1 del Código Penal).
Unos contratos rodeados de sospecha
El informe del Tribunal de Cuentas que tumbó parte de los gastos en los que incurrió Podemos al contratar los servicios de consultoría con esta empresa alegó que el desembolso correspondía a un trabajo de “naturaleza no electoral”. Por eso no fueron admitidos como “susceptibles de ser financiados con subvenciones electorales”.
El partido, sin embargo, presentó unos vídeos de campaña electoral realizados supuestamente por la consultora, para probar que dichos servicios sí incurrían en ese gasto, pero el Tribunal de Cuentas no se fía: “Si bien, como señala la formación en alegaciones, en la fiscalización se aportaron videos y diseños publicitarios, no ha quedado suficientemente acreditada su efectiva elaboración por parte del proveedor”.
¿Por qué? Por un lío de fechas. Según el fiscal Torres, Podemos “envió un contrato de prestación de servicios por importe de 363.000 euros firmado electrónicamente el 6 de mayo de 2019”, después de los comicios de abril, y una factura correspondiente a dicho contrato que fue emitida el 5 de abril de 2019, antes de las elecciones.
Al fiscal también le llama la atención que Neurona se inscribiera en el registro mercantil el 19 de marzo de 2019, unos 15 días antes de facturar a Unidas Podemos. También el hecho de que “no coincide su objeto social con las prestaciones contratadas”.
La sospecha se cierne sobre los morados en un tema clave: el uso de los subsidios públicos que reciben los partidos. Las subvenciones del Estado a las formaciones por los gastos electorales depende de lo que dicten los españoles en las urnas.
La alianza de izquierdas, formada entonces por Podemos, Izquierda Unida y Equo, gastó en total más de tres millones de euros en aquella campaña electoral, según la información remitida al Tribunal de Cuentas, y obtuvo 33 escaños. No se incluyen los gastos realizados por las confluencias —que obtuvieron 7 diputados de En Comú Podem y 2 de En Común— porque su contabilidad está separada.
En total, son más de 425.000 euros detectados por el Tribunal de Cuentas como gastos irregulares por parte de Podemos, que se dividen en tres apartados: gastos con justificación insuficiente o no justificados (133.100 euros), gastos prohibidos expresamente por la ley (1.120 euros) y gastos de naturaleza no electoral (290.727,41 euros).
Los partidos también reciben dinero público en concepto de gastos ordinarios de funcionamiento —estatal y autonómico— y por la actividad de los grupos parlamentarios en las Cortes y en las Asambleas autonómicas. Cada concejal y representante en cabildos y diputaciones cuenta. La Administración les subvenciona por ellos y, además, por los gastos de seguridad como, por ejemplo, poner alarmas en sus sedes.
Una empresa latinoamericana sin administrador en España
Neurona Comunidad S.L. es una agencia de consultoría. César Hernández, exdiputado mexicano, y Andrea Edlin López, también mexicana, y cuyos datos figuran en el Registro Mercantil de Sevilla, constituyeron la empresa el 19 de marzo de 2019 cuando faltaba poco más de un mes para las elecciones. Ambos, con NIE español, nombraron a Elías Castejón, abogado sevillano, que cesó el 15 de enero de este año porque ese día expiró la designación que hicieron los mexicanos cuando constituyeron la sociedad. Castejón niega que su papel en la constitución de la sociedad sirviera a los intereses morados.
Según medios ecuatorianos, la empresa también está vinculada a Pabel Muñoz, un político de aquel país, miembro del partido del expresidente Rafael Correa. Neurona habría participado en campañas para los principales dirigentes de la izquierda latinoamericana, como el propio Correa o el expresidente boliviano Evo Morales.
La reacción de Iglesias
El vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha animado este martes en una entrevista en la Cadena Ser a que se investigue y se pidan cuantos documentos sean necesarios a su partido para aclarar la relación entre Podemos y Neruona. No obstante, Iglesias ha vuelto a insinuar que su formación está bajo asedio.
“Que se investigue. Que se investigue hasta el final. Lo que tenemos que hacer es seguir colaborando con la justicia. Que nos pidan cada papel, cada documento, seguir yendo a declarar cuando nos llamen”, ha explicado Iglesias, quien ha añadido: “Todo el mundo sabe que una fuerza política, con los enemigos que tenemos, no puede hacer una cuenta mal”.