La "cultura del esfuerzo" de Ayuso: sin casi experiencia fuera de la política y un piso donado por sus padres
La presidenta de la Comunidad de Madrid gana cuatro veces más que el salario medio de un joven entre 25 y 34 años, aunque su paso por el sector privado haya sido muy breve
Isabel Díaz Ayuso cree que a los jóvenes de hoy en día les falta “cultura del esfuerzo”. La presidenta de la Comunidad de Madrid pronunció este lunes un polémico discurso en un acto junto al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, donde precisamente se buscaba aglutinar el apoyo del voto joven y recabar información sobre sus principales demandas a los políticos. Sin embargo, Ayuso ofreció un diagnóstico muy particular sobre la situación de la juventud actual.
Según ella, los jóvenes de hoy tienen una “falta de estímulo porque lo tienen todo”, y eso les lleva a una “falta de cultura del esfuerzo”. Y atribuyó esta carencia a las reformas educativas, los videojuegos, las nuevas tecnologías y una izquierda que “colectiviza”. De hecho, acusó a esa izquierda de pretender que se “trabaje menos, se estudie menos y se odie más” y de comprar “con dinero”, el del bono cultural, a los jóvenes y tratarles como a un “colectivo vulnerable” al que hay que “dirigir”.
Sorprenden las palabras de Ayuso cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid lleva más de once años viviendo de un sueldo público, apenas tiene experiencia fuera de la política y ha disfrutado de una serie de privilegios que muy pocos jóvenes de hoy en día pueden ni siquiera soñar.
El curriculum de Ayuso, que se puede ver con una simple búsqueda por LinkedIn, refleja esa dependencia del ‘carguito público’ pese a que la presidenta madrileña es licenciada en Periodismo y Diploma de Estudios Avanzados por la Universidad Complutense de Madrid.
En la web oficial de la Comunidad de Madrid puede leerse: “Ha trabajado en departamentos de comunicación de varias empresas y fundaciones, así como en emisoras de radio y prensa digital en España y otros países”. Lo cierto es que, según ella misma refleja en LinkedIn, su experiencia en el ámbito privado se reduce a un año en la agencia 101 Agency y nueve meses como productora en Spin FM, una radio local de Dublín (Irlanda).
En 2005, tras conocer a Pablo Casado, se afilia al PP y entra a trabajar en el área de comunicación de la Comunidad de Madrid. Ayuso tenía entonces 27 años. Casualmente es fichada por el mismo Consejero, Alfredo Prada, que en el 2004 había también nombrado como asesor al estudiante de Derecho Pablo Casado.
De ese área salta al Gabinete técnico de la presidencia y en 2011 finalmente se convierte en diputada de la Asamblea de Madrid en tiempos de Aguirre. Cifuentes, tiempo después, contaría con ella para gobierno. En 2019, Pablo Casado confía en ella para pugnar con Gabilondo la presidencia de la Comunidad de Madrid. Aunque queda segunda, el apoyo de Cs y Vox le dan la llave de la Puerta del Sol y, a la postre, una excelsa mayoría para poder gobernar en solitario tras el adelanto electoral del año pasado. Por tanto, Ayuso ha pasado casi toda su vida laboral dentro de la política y cobrando un sueldo público, con las dos meras excepciones en sus orígenes como periodista.
Una casa donada y un contrato de miles de euros para su hermano
Ayuso poco o nada sabe de las limitaciones que sufren los jóvenes hoy en día. La presidenta de la Comunidad de Madrid cobra más de 100.000 euros al año, un sueldo superior al del presidente del Gobierno y cuatro veces más que la media del salario de los jóvenes entre 25 y 34 años. Sin embargo, ella aseguraba el pasado mes de junio que no tenía dinero para comprarse una casa: “Estoy harta de pagar alquiler y tengo ilusión por comprarme una casa, pero en Madrid se ha disparado la vivienda”. Unas palabras que le costaron más de una crítica por parte de la oposición. Sobre todo porque Ayuso sí dispone de un inmueble en Madrid con un valor catastral de 140.547,31 euros, según consta en su declaración pública de bienes. Eso sí, está registrada como nuda propiedad a partir de una donación de sus padres tras contraer una deuda.
El hermano de la presidenta también recibió un finca en Sotillo de la Adrada en la misma operación. Tomás Díaz Ayuso, sin embargo, saltó a las portadas de los periódicos hace menos de un año al conocerse que se llevó una suculenta comisión de 286.000 euros por hacer de intermediario en una compra de mascarillas para la Consejería de Sanidad de Madrid en plena pandemia del coronavirus.
Pero mientras Ayuso dice que los jóvenes no se esfuerzan y lo tienen todo, las cifras hablan por sí solas. Uno de cada cinco jóvenes madrileños está en paro, la mayoría no puede acceder al alquiler o compra de una vivienda y, lo más grave, el riesgo de pobreza en este grupo de población se dispara.
Cáritas Madrid alertaba el pasado mes de abril de la situación de exclusión a la que se enfrentan los jóvenes en la Comunidad por la inestabilidad en el mercado laboral y advertía de que un 25% de las personas que acuden al Servicio Diocesano de Empleo de la organización es menor de 30 años.