La ciudad de los héroes: qué pasa en Wuhan dos años después
¿Cómo ha pasado de ser el foco de la pandemia a un atractivo nacional? ¿Qué pasa con el 'big data' para frenar la pandemia? Así lo cuentan expatriados españoles que viven en China.
Antes de diciembre de 2020 eran pocos los que sabían ubicar Wuhan (China) en el mapa, pero con la aparición de la covid-19 se convirtió en uno de los lugares más conocidos del planeta. Dos años más tarde, la ciudad resurge y ha pasado de ser el foco del coronavirus a la nueva ciudad de los héroes.
Por el momento, el país ha podido contener la variante delta y ómicron y ha registrado 114.586 casos confirmados (no computa los casos asintomáticos) y 4.849 fallecidos desde que empezó la pandemia. Pero el caso de la provincia de Hubei en la que se ubica Wuhan es más llamativo aún con la erradicación prácticamente total del virus.
La estrategia a seguir: aislar en cuanto se detecta un caso aplicando un modelo que se basa en el cierre de fronteras, rastreo por big data, confinamientos selectivos y testeos masivos. Así China ha conseguido mantener los casos en mínimos y apagar cada brote, incluso de la variante delta.
El Huffpost ha hablado con expatriados que viven en Wuhan y otras ciudades chinas para ver cómo es la situación actual, saber qué ha pasado con los dos hospitales de campaña que construyeron en diez días y cómo la estrategia del partido comunista de tolerancia cero con la pandemia ha sido un éxito pese a estar cuestionada por la sobreinformación personal que en otras partes del planeta podría ser considerado un abuso a la intimidad.
El periodista Jaime Santirso reside desde hace una década en China y en 2020 fue uno de los siete periodistas internacionales que permaneció en Wuhan cuando el Gobierno chino decretó el cierre de la ciudad. Desde su experiencia, Santirso considera que a través de su gestión el partido ha logrado desactivar “un gran riesgo” y convertirlo “en un argumento a favor” con un mensaje sobre la superioridad del sistema y con gran presencia en los medios oficiales como motivo de orgullo.
“La acción gubernamental fue muy decidida también para dar un mensaje de decisión política y enseguida se ganó el sobrenombre de la ciudad más segura del mundo”, explica el autor del libro Los primeros días, que se publicará a principios de 2022.
Además, ha destacado la importancia de la gestión atomizada a través de los comités vecinales que se coordinan desde esferas más altas y que demuestran la verticalidad del partido.
¿Qué ha pasado con el mercado considerado el origen del virus?
Por su parte, Renato Peneluppi, un abogado brasileño que vive en Wuhan desde hace 11 años, describe que el mercado está cerrado por la “fuerte presión internacional” y que eso afecta a la economía de la zona que se ha visto resentida.
No obstante, la ciudad se ha renovado en otros aspectos como el turismo y el mercado del lujo tras la pandemia. Este abogado señala que Wuhan y Pekín fueron las ciudades más visitadas del país y eso ha supuesto un cambio en la ciudad. “Todos quieren venir aquí y estar en la ciudad de los héroes”, añade.
Otro cambio que ha notado en el día a día de la ciudad es la higiene, la digitalización de muchos aspectos y el cambio de actitud de las personas. Para Renato, ahora los ciudadanos son más simpáticos y se preocupan los unos por los otros, un comportamiento “que no era habitual” en China.
¿Qué ha sido de los hospitales de campaña?
La construcción de dos hospitales en tiempo récord para atender la crisis sanitaria sorprendió al mundo. En tan solo diez días, los trabajadores consiguieron levantar una infraestructura capaz de atender la emergencia.
Pero más sorprendió su cierre dos meses después de su inauguración. Uno de ellos estaba en unas instalaciones deportivas y tenía 1.000 camas y más de 1.000 trabajadores y el otro, contaba con más de 6.100 metros cuadrados y había atendido a pacientes en 996 camas.
Ahora los edificios están construidos pero desmantelados porque no hay necesidad ya que la pandemia está controlada. Eso sí, según Renato, aunque estén vacíos, las autoridades los mantienen listos para volver a usarlos ante una nueva crisis.
¿Está vacunada la población?
El periodista indica que la mayoría de la población (sobre el 80%) tiene la pauta completa con alguna de las dos vacunas chinas ( la fabricada por Sinovac Biotech y la estatal Sinopharm) . “Hubo cierto escepticismo al principio, pero al final la gente se ha ido vacunando”, recuerda.
Una de las características de estos sueros es que no son tratamientos de ARN mensajero como las dosis de Pfizer o Moderna. De acuerdo con diversos estudios este sistema es menos eficaz y, para Santirso, este hecho también explica la estrategia de no querer convivir con el virus.
¿Es invasiva la información que tiene el sistema?
Sobre el big data, Renato destaca que es importante estar vacunado para poder acceder a los sitios presentando tu código QR con tus datos actualizados y que también está enlazado con WeChat (el Whatsapp chino) y la señal GPS del móvil para avisarte si has estado en una zona de riesgo medio o alto.
“Eso de que la gente pierde su libertad no es así porque hay una voluntad para dar tu información y para que te avisen. Tú vas alimentando tu información y nadie la administra, solo la usan cuando necesitan un listado de la gente que ha pasado por un lugar con la aparición de un nuevo contagio”, justifica.
Además, señala que el mundo tiene “mucho prejuicio con China” pero destaca que en el país la pandemia es un problema colectivo, al contrario de occidente “que prefiere proteger el mercado en lugar de la persona”.
¿Cómo ven en China a los extranjeros?
Álex y Tomy son dos jóvenes que enseñan castellano en una universidad en la provincia de Hunan desde hace cinco años. Ellos aseguran que cuando eres extranjero “desconfían un poco” y te piden más veces el código de salud.
No obstante, también recuerdan que para entrar al país tienes que hacer una cuarentena de 21 días, según la provincia, sin salir de una habitación del hotel para evitar contagios.
“Los casos locales se detectan en cribados locales y a esos se presta mayor atención, los casos importados no se les da tanta importancia porque se detectan en las cuarentenas”, explican.
Tampoco prestan mucha atención al uso masivo de información personal “porque es lo habitual”. “Hay cámaras de reconocimiento facial en todas las ciudades, centros de traajo, edificios residenciales… Nadie le presta atención a eso, supongo que no lo ven un problema”, añaden.