Europa declara la guerra a la flota de Putin
Por primera vez, la UE apunta también a ciudadanos y empresas chinas, acusándolos de suministrar piezas de drones y componentes electrónicos a Rusia.
La Unión Europea va a por todas con una nueva ola de sanciones dirigidas a decenas de funcionarios, entidades y buques rusos vinculados a la guerra en curso en Ucrania. Esta medida amplía de Bruselas busca frenar el apoyo a la maquinaria de guerra de Moscú y, al mismo tiempo, penaliza a los actores extranjeros que ayudan a las actividades militares y comerciales de Rusia.
La lista de sanciones incluye a 54 personas y 30 entidades, entre ellas funcionarios gubernamentales, empresas y una flota de barcos fantasma que transportan petróleo y gas rusos y granos ucranianos robados.
Entre los sancionados se encuentran dos norcoreanos, No Kwang Chol y Kim Yong Bok, acusados de reforzar la cooperación militar con Rusia, incluido el despliegue de miles de tropas y la supervisión de sus actividades.
La flota paralela de Rusia, utilizada para eludir las sanciones a las exportaciones de energía, sufrió un duro golpe con 52 barcos adicionales prohibidos en los puertos y servicios europeos. Otros objetivos incluyen empresas de defensa rusas, plantas químicas y una aerolínea civil que brinda apoyo logístico a las fuerzas armadas de Rusia .
Por primera vez, la UE apunta directamente a ciudadanos y empresas chinas, acusándolos de suministrar piezas de drones y componentes electrónicos a Rusia.
Entidades en India e Irán , Serbia y los Emiratos Árabes Unidos también están bajo escrutinio por supuestamente facilitar la transferencia de tecnologías sensibles o ayudar a Rusia a eludir las restricciones de la UE al comercio y al equipamiento militar.
"Este paquete de sanciones es parte de nuestra respuesta para debilitar la capacidad de guerra de Rusia y a quienes la están permitiendo, incluidas también las empresas chinas", afirmó la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas. "Apoyaremos al pueblo ucraniano en todos los frentes: humanitario, económico, político, diplomático y militar".
Desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, la UE ha introducido múltiples rondas de sanciones dirigidas a más de 2.300 personas y entidades. Las prohibiciones de viaje , la congelación de activos y las restricciones al comercio tienen como objetivo erosionar la capacidad de Rusia de sostener su campaña militar.
Si bien el efecto acumulativo es significativo, la dependencia de Rusia de las redes externas resalta los desafíos que implica aplicar sanciones y cerrar lagunas.
El paquete de sanciones subraya el compromiso de la UE no sólo de atacar los activos rusos, sino también de presionar a los actores externos cómplices en el apoyo a Moscú. Al atacar a empresas e individuos de todos los continentes, la UE espera frenar el flujo de recursos y tecnología que favorecen el esfuerzo bélico de Rusia. Sin embargo, la dependencia de las sanciones de redes globales como China y los Emiratos Árabes Unidos indica que su aplicación seguirá siendo una batalla compleja.
Este es el último paso en las medidas de la UE para apoyar a Ucrania, mientras las sanciones siguen evolucionando en respuesta a la dinámica cambiante del conflicto.
