La CEOE afea al Gobierno el cierre de las actividades no esenciales: "Lo vamos a pagar"
Garamendi critica que el Ejecutivo no negociara con la patronal el cierre: "Nos lo comunicó el sábado por la tarde”.
“El Gobierno no negoció con nosotros el cierre de los sectores no esenciales. Nos lo comunicó el sábado por la tarde”. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha explicado este lunes -en la Cadena Ser- que el Ejecutivo siempre ha sostenido que la actividad económica no se detuviera en España, y que el cambio de rumbo se produjo el sábado por la tarde: “La hemeroteca los marca. Nosotros siempre hemos estado en ese planteamiento, si bien la sanidad es lo primero, también es importante la economía que es lo que genera el estado de bienestar”, ha considerado Garamendi.
El jefe de la patronal ha recordado que la movilidad ha bajado un 85% y que muchas fábricas están haciendo EPIs, tras lo que ha resaltado que hay que seguir trabajando en esas medidas de prevención: “Esto va a dejar la economía más débil y a las empresas más delicadas. Hasta las 11:45 de la noche no sabíamos que empresas estaban afectadas o no”, ha protestado Garamendi, antes de resaltar que “las empresas tienen pedidos internacionales con lo que van a sentir muy duramente el castigo de los clientes”.
A veinte minutos de la medianoche, el Gobierno ha publicado en el BOE el decreto aprobado por el Consejo de Ministros extraordinario este domingo para paralizar la actividad no esencial desde este lunes hasta el próximo 9 de abril.
“Lo vamos a pagar”
“Esto lo vamos a pagar. Esto se tendría que haber gestionado de otra manera”, ha lamentado Garamendi, quien ha matizado que el turismo ha caído en picado: “Son 85 millones de turistas. ¿Alguien piensa que a la vuelta del cerco van a venir los 85 millones de nuevo?”, se ha preguntado.
En este contexto, ha advertido de que muchos comercios “van a sufrir muchísimo”, por lo que es necesario saber qué va a pasar con los impuestos: “A la mayoría de los empresarios, que son pequeños, no les llega el agua al cuello”, ha exclamado.
“Vamos a tener un problema en España. La salud es fundamental, que quede claro, pero luego vamos a tener que levantar el país y ayudar a la gente que se quede descolgada”, ha planteado Garamendi, antes de apuntar que es necesario pensar en lo que va a suceder dentro de tres semanas: “La empresa privada es clave en la recuperación del país”, ha resaltado.
El jefe de la patronal ha afirmado también que “muchas empresas pueden perder su posición en el mercado internacional”, ya que “cuando uno cierra su bar y el de al lado sigue abierto, la gente deja de ir a tu bar”: “Esto no es una buena noticia para la economía”, ha sentenciado.
“Intentar mantener el tejido productivo vivo”
Las palabras de Garamendi coinciden con las expresadas por el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, quien en una entrevista en Onda Cero ha defendido que en una situación de cierre en el que las empresas dejan de facturar, el objetivo es “intentar mantener el tejido productivo vivo” para que la economía pueda rebotar después.
Aunque ha eludido valorar la decisión del Gobierno español de cerrar cualquier actividad no esencial, el vicepresidente del BCE ha apuntado que “cuando no hay ingresos hay que intentar minimizar los costes” y “si uno bloquea los costes de una empresa, entonces la única salida es la destrucción de tejido empresarial”.
“Lo importante es que empresas que eran perfectamente rentables, una vez pase esta crisis, vuelvan a serlo y sobrevivan”, ha subrayado, “eso vale para España y para todos los países europeos”.
De Guindos se ha mostrado a favor de la emisión de deuda europea mutualizada, los conocidos como “coronabonos”, para combatir una crisis que, en su opinión, podrá sobrellevarse si el confinamiento dura dos meses, pero será “más grave” si se extiende a tres, ya que cada mes de cierre resta dos puntos de PIB, según cálculos de la OCDE.
No obstante, De Guindos prevé una “recesión profundísima” en la economía europea por la epidemia, cuya incidencia dependerá de la duración de las medidas de confinamiento.
Ábalos: “Normal que no se felicite”
Las críticas de los empresarios han encontrado respuesta en el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, quien -en una entrevista en RTVE- ha reconocido que es “normal que no se felicite, es una medida restrictiva y por tanto duele, y le duele al Gobierno al tomarla, pero hay que tomarla de modo inmediato”.
Ábalos ha dicho que la decisión de suspender todas las actividades esenciales, que se adoptó sin debate interno, ha sido dura y difícil pero que el Gobierno no se podía permitir vacilar y ha asumido “lo que tenía que asumir”.
El ministro ha explicado también que la medida, adoptada este domingo por el Consejo de Ministros y publicada a última hora de la noche en el Boletín Oficial del Estado (BOE) era la alternativa más eficaz, necesaria y pertinente.
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Se trataba de responder a “una cierta evolución”, planteada tras un periodo en el que la actividad había bajado mucho y aprovechando una coyuntura -la proximidad de la Semana Santa-, en la que se pueden añadir días de descanso al confinamiento ya decretado con anterioridad.
Dificultades técnicas de redacción
Es una medida dura y difícil, ha admitido Ábalos, pero el Gobierno no se puede permitir vacilar, aunque “otros sí”; no se trata de que el Gobierno haya cambiado de opinión, sino que ha actuado en función de la evolución de la pandemia de coronavirus, buscando un equilibrio.
Se ha asumido “lo que se tenía que asumir”, ha dicho, pero “los datos hospitalarios nos han llevado a tomar medidas de forma gradual”, y no a “estancarnos en una situación política, sino en función de cómo se desarrolla la epidemia”.
La tardanza en comunicar el parón en la actividad no se debió a ningún debate interno en el seno del Consejo de Ministros, ha asegurado, sino a las dificultades técnicas para redactar con rigor legislativo un decreto ley tan complejo.