Se inicia en Kiev el primer juicio por "crímenes de guerra" en Ucrania
"Ningún verdugo y ninguna persona que haya ordenado o accedido a cometer crímenes en Ucrania escapará a la justicia”.
Es una fecha para la historia. La justicia ucraniana comienza hoy, miércoles 18 de mayo, su primer juicio por crímenes de guerra desde que las tropas de Moscú entraron en su territorio. Se trata de un soldado ruso acusado de disparar a un civil desarmado.
El juicio, al que se espera que sigan otros dentro de poco, será una prueba para el sistema judicial ucraniano, en un momento en que las instituciones internacionales también están llevando a cabo sus propias investigaciones sobre los abusos cometidos por las tropas rusas en el país.
Vadim Shishimarin, de 21 años, comparece a partir de las 14:00 horas en Kiev (13:00 hora española), donde deberá explicar la muerte de un hombre de 62 años el 28 de febrero en el noreste de Ucrania. Acusado de crímenes de guerra y asesinato premeditado, el soldado, nacido en Irkutsk (Siberia), se enfrenta a una condena de cadena perpetua.
“Mi cliente comprende los cargos que se le imputan”, afirma a la AFP su abogado, Viktor Ovsiannikov, sin revelar su estrategia de defensa. Según las autoridades ucranianas, está cooperando con los investigadores y reconoce los hechos. Estos tuvieron lugar cuatro días después del comienzo de la invasión rusa.
Según la acusación, Vadim Shishimarin estaba al mando de una unidad de una división de tanques cuando su convoy fue atacado. Junto con otros cuatro soldados, robó un coche. Mientras conducían cerca de la aldea de Shupakhivka, en la región de Sumy, se encontraron con un hombre de 62 años que iba en bicicleta.
“Uno de los militares ordenó al acusado que matara al civil para que no los denunciara”, expone la fiscalía. Vadim Shishimarin disparó entonces un Kalashnikov desde la ventanilla del vehículo y “el hombre murió en el acto, a unas decenas de metros de su casa”, añaden en un comunicado.
A principios de mayo, las autoridades ucranianas anunciaron su detención sin dar detalles, al tiempo que publicaban un vídeo en el que Vadim Shishimarin decía que había venido a luchar a Ucrania para “ayudar económicamente a su madre”.
En cuanto a las acusaciones contra él, explicó: “Me ordenaron disparar, le disparé una vez. Cayó y seguimos nuestro camino”.
El caso es difícil, según su abogado. “Nunca hemos tenido una acusación de este tipo en Ucrania, no tenemos precedentes ni jurisprudencia”, dijo. “Pero lo conseguiremos”, añade Ovsiannikov, asegurando que tampoco ha visto “ninguna violación de los derechos” del acusado por parte de las autoridades.
La Fiscal General de Ucrania, Iryna Venediktova, destacó en Twitter la importancia del caso para su país.
“Hemos abierto más de 11.000 investigaciones sobre crímenes de guerra y hemos detenido a 40 sospechosos”, explica. A la espera de que lleguen a los tribunales, “con este primer juicio, estamos enviando una señal clara: ningún verdugo y ninguna persona que haya ordenado o accedido a cometer crímenes en Ucrania escapará a la justicia”.
Como prueba de la determinación de Ucrania de no perder el tiempo, dos soldados rusos serán juzgados a partir del jueves por disparar cohetes contra infraestructuras civiles en la región de Járkov, la segunda ciudad del país.
Se espera que le sigan otros, añade The Guardian, entre los que se encuentra un soldado llamado Mikhail Romanov, sospechoso de haber entrado en una casa, haber matado a un hombre y haber violado repetidamente a su mujer. Como el soldado ha huido a Rusia, se espera que el juicio se celebre igualmente por estar el acusado en rebeldía procesal (es decir, que el juicio se celebrará sin la presencia del acusado).
En La Haya, el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, ha anunciado el despliegue de un equipo de 42 investigadores y expertos en Ucrania, la mayor misión jamás enviada sobre el terreno, para esclarecer los crímenes cometidos durante la invasión rusa.
Por su parte, Estados Unidos ha anunciado la creación de un “observatorio del conflicto”, dotado inicialmente con seis millones de dólares, para “recoger, analizar y compartir pruebas de crímenes de guerra” de Rusia en Ucrania.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Francia y ha sido traducido del francés por Daniel Templeman Sauco.