El 'impeachment' de Trump ya está en marcha: esto es lo que hay que saber
Es la tercera vez en la historia moderna de Estados Unidos que un presidente se enfrenta a este proceso.
La primera de las audiencias del proceso de impeachment que se ha abierto contra el presidente estadounidense Donald Trump empezó este miércoles con una pregunta crucial planteada por el Congreso: ”¿Congeló Trump la ayuda militar destinada a Ucrania para forzar al Gobierno del país a abrir una investigación contra su rival político, Joe Biden?”.
La audiencias televisadas han arrancado con altos funcionarios que ya habían testificado previamente ante los investigadores de la Cámara de Representantes a puerta cerrada. Estos apoyaron la versión de un informante anónimo que afirmó en agosto que la Administración Trump había tratado de obtener un intercambio de favores con Ucrania. Es posible que los republicanos tomen medidas extremas para rechazar el juicio político, como ya hicieron semanas antes cuando intentaron irrumpir de forma ilegal en la sala en la que se estaban celebrando las audiencias privadas por el impeachment.
El actual embajador estadounidense en Ucrania, Bill Taylor, la exembajadora estadounidense en Ucrania Marie Yovanovitch y el alto funcionario del Departamento de Estado testificaron el miércoles, mientras que el turno de Yovanovitch es el viernes.
El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, liderado por el demócrata Adam Schiff, es el encargado de dirigir las audiencias. Schiff y el republicano Devin Nunes realizaron una declaración inicial antes de interrogar a los testigos. Cada uno contaba con 45 minutos para realizar tantas preguntas como quisieran. Una vez terminado el tiempo, los demás miembros del comité dispusieron de 5 minutos cada uno para formular sus propias preguntas.
Taylor, un diplomático que los demócratas presentan como testigo estrella, fue el primero en ser interrogado. Su testimonio a puerta cerrada fue uno de los más dañinos para Trump. Taylor ha trabajado tanto en administraciones republicanas como demócratas y era el funcionario de mayor rango en Ucrania durante el presunto escándalo de intercambio de favores que pretendía conseguir Trump forzando a las autoridades ucranianas.
Taylor declaró que la Administración Trump había ejercido presiones para obtener un intercambio de favores y que se había enterado por boca de otros altos funcionarios de que Trump había congelado 391 millones de dólares (355 millones de euros) destinados a brindar ayuda militar a Ucrania y había cancelado una reunión en la Casa Blanca hasta que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se comprometiera públicamente a investigar a Biden y a su hijo.
“El dinero para la ayuda militar no iba a llegar hasta que el presidente [de Ucrania] no se comprometiera a realizar la investigación”, dijo Taylor en su testimonio inicial.
Los Demócratas de la Cámara de Representantes publicaron una serie de textos el mes pasado en los que Taylor dijo al embajador estadounidense en la Unión Europea, Gordon Sondland, que “es una locura congelar la ayuda militar con un fin político”.
Kent es el vicesecretario asistente de Asuntos Europeos y de Eurasia que supervisaba la política del Departamento de Estado con Ucrania. En las audiencias a puerta cerrada, testificó que Trump y su abogado personal, Rudy Giuliani, realizaron políticas a la sombra en Ucrania de las que no estaban al tanto los funcionarios del Departamento de Estado y que iban en contra de los intereses de Estados Unidos. Kent afirmó que Trump quería que Zelenski “se pusiera ante los micrófonos” y anunciara explícitamente una investigación contra Biden. También declaró que Giuliani estaba al frente de una campaña de desprestigio contra Yovanovitch para forzar su destitución.
Yovanovitch es la exembajadora estadounidense en Ucrania que denunció que Trump la destituyó de su cargo en abril tras una “campaña orquestada” contra ella por parte de los aliados de Trump, incluido Giuliani. Aunque Yovanovitch dejó de ser embajadora en abril, antes de la denuncia anónima, su testimonio inicial desveló información sobre la creciente implicación de Giuliani en Ucrania y en la campaña para destituirla.
Los republicanos han tenido problemas para aferrarse a una defensa coherente contra las acusaciones a las que se enfrenta Trump y los altos funcionarios de la Casa Blanca, pero los legisladores y expertos conservadores han encontrado unos pocos puntos clave de cara a las audiencias.
Una línea de ataque habitual ha sido tratar de desacreditar a los testigos, ya sea alegando presuntas motivaciones políticas o manejo de información de segunda mano. Los republicanos también se han esforzado en restar credibilidad al denunciante anónimo acusándolo de partidismo contra Trump.
Los republicanos modificaron la composición del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes al incorporar a Jim Jordan antes de las audiencias. Jordan es un declarado defensor de Trump, ha protestado en repetidas ocasiones contra este juicio político y ha solicitado que el nombre del demandante anónimo se haga público.
La Constitución no concede a los acusados de estos juicios políticos los mismos derechos que a los acusados penales. Lo peor que le podría pasar a Trump es que lo destituyeran. Los abogados de Trump tienen permiso para desempeñar más papeles una vez que el juicio pase a manos de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes cuando el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes termine con las audiencias. Trump también tendrá la oportunidad de defenderse a sí mismo durante cualquier procedimiento en el Senado, el organismo que ahora controlan los republicanos y que tendrá la última palabra sobre si hay que destituir al presidente o no.
Aunque mucha de esta información ya es pública, esta es una oportunidad que tienen los demócratas para subrayar todo lo que Trump ha hecho mal y simplificar la historia. Es la tercera vez en la historia moderna de Estados Unidos que un presidente se enfrenta a un impeachment.
Ryan Reilly ha participado en la redacción de este artículo.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.