"Pasé por cuatro años de infierno. Gasté millones de dólares en honorarios legales, y gané, pero lo hice de la manera más difícil. Es realmente complicado decir que ellos no deberían pasar por lo mismo", sostiene en una entrevista en la Fox.
El relevo presidencial en EEUU trae consigo un nuevo relevo en la gestión de las cuentas oficiales presidenciales y un infinito archivo de publicaciones en los últimos años... no siempre tan oficialistas como podría parecer.
El nuevo presidente de los EEUU vuelve a la Casa Blanca después de una olímpica investidura y la maratoniana firma de órdenes ejecutivas en el Despacho Oval para derogar y desmantelar la administración del Gobierno saliente, el demócrata.
Sí, el republicano ha vuelto, hoy se sentará de nuevo en el Despacho Oval y, pluma en mano, tratará de tumbar lo hecho en la era Biden. Pero antes viene la fiesta y el regodeo con sus correligionarios.
El republicano toma posesión este lunes como presidente de EEUU con un plan para transformar la Administración que puede acabar con los contrapesos, con más unilateralismo, aranceles y deportaciones y la garantía de caos e imprevisibilidad.
El presidente saliente estadounidense ha pasado este domingo su último día completo en el cargo en Carolina del Sur, el estado que afianzó su candidatura a las elecciones en 2020.
Aunque ambos se atribuyen el haber logrado un acuerdo entre Israel y Hamas, lo cierto es que, por primera vez, las dos Administraciones han trabajado unidas.
El presidente desea "suerte" a la Administración Trump en su último mensaje como presidente y asegura que "llevará tiempo notar todo el impacto" de su Gobierno.
El presidente de EEUU deja la Casa Blanca con la popularidad por los suelos y la amargura de no haber podido acabar con el huracán republicano. No abordó bien la inflación o la inmigración, pero quedan sus leyes de infraestructuras y chips.