Hipra: "Española o catalana, somos una vacuna"
Entrevista a Antonio Maneu, responsable de la división de Salud Humana: “Nuestra vacuna será probablemente más barata que la de Pfizer y Moderna”
La vacuna contra la Covid-19 de Hipra se ha convertido en la primera en alcanzar la fase de ensayos clínicos en España. Después de que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) anunciara la autorización, los focos se han centrado en la farmacéutica catalana llegando a abrumar a sus máximos representantes.
Así lo ha reconocido el director de la división de Salud Humana de la compañía, Antonio Maneu, en una entrevista con El HuffPost. Frente a la presión, Hipra se propone seguir trabajando para “cumplir las expectativas y más ahora que tenemos los focos encima”, comenta.
No obstante, la presión mediática también está alcanzando otros escenarios alejados de la ciencia. Y es que en redes sociales ha iniciado un debate sobre el color de la bandera de la vacuna.
Pero esto no les ha pillado de nuevas. Maneu ha afirmado que eran conscientes de que este tipo de debates podrían ocurrir, pero han querido desligarse del tema y centrarse en el proyecto. “Nuestro objetivo es el que es y no va a cambiar por más debates de fondo o alrededor que pueda haber y no vamos a salir de ahí”, ha apuntado.
El portavoz de Hipra ha añadido que no van a entrar en ese tipo de polémicas y ha aclarado que no se trata de ser una vacuna española o catalana, sino de que “somos una vacuna”.
Mientras tanto, algunos diputados de Junts per Catalunya, como Francesc de Dalmases o Salvador Vergés, han aprovechado a avivar la polémica criticando a TV3 por haberse referido a Hipra como “la vacuna española”. La polémica llegó al punto de que la televisión autonómica tuvo que corregir la publicación.
Por su parte, Maneu ha remarcado que han recibido un gran apoyo tanto de las autoridades e instituciones españolas como de las autoridades sanitarias y el gobierno catalán.
Y esa no ha sido la única crítica ya que el avance del proyecto de Hipra también ha provocado que personas duden de la celeridad con la que la AEMPS ha autorizado los ensayos clínicos frente a la paralización del proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Ante esta situación, Maneu ha expresado su solidaridad con la institución nacional porque conoce el esfuerzo que supone la investigación científica y ha aclarado que en ningún momento se han alegrado por este frenazo.
“A mí me entristece que cualquier proyecto científico tenga dificultades porque ya llevo más de 30 años en el sector y sé lo que cuesta desarrollar un producto, las horas que pasan y que hay cosas que no terminan de funcionar como querrías”, explica.
Aún así, aunque el proyecto haya acelerado en las últimas semanas hasta el punto de pasar a la que iba a ser la vacuna pionera en España, el camino hasta llegar a este punto no ha sido fácil e incluso les han cuestionado por el retraso en comparación con otros países. “No diría que otros países nos hayan adelantado, las grandes multinacionales dedicadas a vacunas han hecho el ejercicio que debían hacer”.
Durante el último año y medio, el laboratorio ha trabajado intensamente y Maneu ha justificado el “retraso” por varios factores. El primero es que la compañía (laboratorio veterinario) tuvo que crear el departamento para las vacunas de humanos. El segundo es que el desarrollo de las plataformas de proteína recombinante lleva más tiempo que las vacunas de ARN y de adenovirus que ya están en el mercado. Y el último aspecto es que el proyecto inició basándose en el virus original de Wuhan y luego evolucionó con las nuevas variantes. Esto obligó a crear otras plataformas que tenían mejor comportamiento y, por tanto, decidieron abandonar el proyecto inicial por uno que es efectivo para todas las variantes, incluida la india. “Esto son datos preclínicos que esperamos confirmar en los ensayos”.
Esta fase clínica a la que se ha referido inicia la próxima semana con voluntarios de entre 18 y 39 años, sanos y no vacunados del hospital Trueta de Girona y el Clínic de Barcelona para conocer el nivel de dosis que se requiere en humanos. En el siguiente paso, la fase IIb/III, que iniciará en octubre, se necesitarán miles de voluntarios vacunados para ver la compatibilidad de refuerzo de la vacuna con otras ya comercializadas.
“Los resultados de los ensayos esperamos presentarlos ante la Agencia Europea a inicios de 2022. En un escenario realista esperamos la comercialización para el segundo trimestre y para el primero siendo más optimistas. En paralelo, la producción de las dosis iniciará en octubre y estamos muy ilusionados y con ganas de aportar”, apunta.
Una vacuna más económica y segura
Desde Hipra aún no quieren hablar del valor exacto de mercado con el que se va a comercializar la nueva vacuna, sin embargo, según sus estimaciones, han adelantado que será más barata que otras basadas en el ARN del virus, como Pfizer o Moderna.
Para hacer esta estimación, Maneu ha añadido que las condiciones logísticas son más sencillas porque no requiere congelación y que el perfil de proteína recombinante se puede producir a gran escala y eso abarata el proyecto.
El precio también dependerá del coste de los ensayos médicos y de la negociación con la Comisión Europea para la compra centralizada.
Respecto a la seguridad y los efectos adversos, Maneu ha explicado que la base de la dosis es una proteína altamente purificada e inactiva del virus que con el adyuvante hace que el organismo lo reconozca y se proteja. “Esto nos da un nivel muy alto de seguridad, el riesgo cero no existe, pero vamos a tener una vacuna muy segura”.
Paralelo a este proyecto, Hipra está trabajando en una vacuna basada en el ARN del virus que aún está en la fase preclínica. “Tiene un perfil muy interesante porque también se puede usar para vacunación animal y tratamientos”.
Maneu ha explicado que este proyecto tiene un enfoque más amplio que para la Covid-19, sin embargo reconoce que ahora todos sus esfuerzos están orientados a la otra vacuna.