Guaidó pide retomar las protestas en un regreso a Venezuela entre golpes
El líder opositor Juan Guaidó fue agredido por un nutrido grupo de chavistas a su llegada al país.
El líder opositor Juan Guaidó protagonizó este martes un tumultuoso regreso a Venezuela en el que fue agredido por un nutrido grupo de chavistas en el aeropuerto de Caracas, sin que esto impidiera que horas más tarde hiciera un llamamiento a retomar las protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
“Los mecanismos de presión van a aumentar. Por polémicos que sean van a seguir aumentando”, dijo el dirigente de oposición frente a decenas de diputados que le reconocen como presidente del Parlamento, dos horas después de llegar a Venezuela tras una gira internacional de 23 días.
Guaidó pidió a los venezolanos no acostumbrarse a la “dictadura” de Maduro, y en ese sentido los instó a retomar las protestas callejeras contra el Ejecutivo que en años pasados se han tornado violentas y han dejado decenas de muertos.
Para ello, explicó, es necesaria “la unión” de todos los dirigentes políticos y que sectores como los gremios o los estudiantes rechacen en las calles las consecuencias de la crisis que vive el país sudamericano.
“Tenemos que hacernos sentir en todos los espacios (...) Ese es el factor determinante para lograr la victoria”, afirmó.
El político, de 36 años, arribó a Venezuela sobre las 17.00 hora local (21.00 GMT) proveniente de Lisboa.
Apenas salió de la terminal aérea, un grupo de unas 200 personas se enzarzaron a puñetazos contra Guaidó y lo golpearon con objetos contundentes, también a su esposa, Fabiana Rosales, así como a varios diputados opositores que acudieron a recibirle.
Varios periodistas también fueron agredidos con contundencia y robados por el grupo chavista frente a decenas de agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) que no impidieron estos actos.
Minutos después de salir a la sala de llegadas, recibió los golpes durante varios minutos hasta que abandonó el lugar en medio de empujones en un vehículo.
Más tarde, desde el acomodado sector caraqueño de Chacao, Guaidó recriminó las agresiones que sufrió por parte de “grupos irregulares” y “con la mirada cómplice de organismos del Estado”, según dijo.
“Es una dictadura cobarde (...) porque no aceptan su destino. Cobarde Nicolás que no enfrentas, no a mí que te derrotamos hace tiempo, sino al pueblo que te quiere sacar de una vez de ahí”, recriminó el dirigente opositor al gobernante chavista.
De vuelta al parlamento
Guaidó convocó una sesión parlamentaria para este miércoles a las 14.00 GMT, aunque no explicó si intentarán de nuevo entrar en el Palacio Federal Legislativo, la sede del Parlamento que actualmente controla un pequeño grupo de disidentes opositores presididos por el diputado Luis Parra.
En las últimas tres semanas, mientras Guaidó era recibido como mandatario en países como Estados Unidos o Francia, la mayoría opositora que le reconoce como líder de la cámara no pudo acceder a la sede parlamentaria por impedimento de la fuerza pública y los llamados “colectivos”, grupos de civiles frecuentemente armados afines al chavismo.
Guaidó adelantó que en su gira consiguió el “compromiso de varias (organizaciones) multilaterales” para la creación del “Fondo Venezuela para la recuperación del país” que se pondrá en marcha “una vez inicie la transición”, es decir, si llegara a poner fin al Gobierno chavista.
EL CHAVISMO, PRESENTE
Casi un centenar de simpatizantes del chavismo, algunos identificados como trabajadores de la aerolínea estatal Conviasa, sancionada recientemente por el Gobierno de Donald Trump, y otros, la mayoría, con camisetas del oficialista PSUV o del fallecido presidente Hugo Chávez, se concentraron horas antes en la puerta de llegada de la terminal y gritaron consignas contra Guaidó.
Con frases como “Guaidó, fascista proimperialista” o “Fuera la derecha, la patria se respeta”, los simpatizantes de Maduro abarrotaron los espacios de la terminal e incluso se enfrentaron con los diputados opositores presentes.
Algunos mostraron carteles donde podían leerse los mensajes “Guaidó, maldito ‘jalabola’ (adulador) de los gringos” o “Guaidó, marico”, una palabra que en Venezuela se usa para referirse de forma despectiva a los homosexuales.
Los diputados, por su parte, afrontaron problemas para llegar a la terminal después de que el autobús en el que se desplazaban fuera retenido por un cordón policial.
Varios de los legisladores decidieron caminar un largo trecho para llegar hasta el aeropuerto y mostrar así su apoyo a Guaidó.
Maduro esquiva el tema
Entretanto, Maduro encabezó un acto con transportistas que fue transmitido por el canal estatal VTV en el que no se refirió directamente al regreso de Guaidó, sobre quien pesa una prohibición de salida del país que ya ha violado en dos ocasiones.
“No perdamos tiempo, no nos dejemos distraer en estupideces, en ‘bobolongos’, en traidores a la patria. Concentremos nuestro esfuerzo en defender Venezuela, en defender la patria y en construirla hacia el futuro”, comentó el mandatario minutos después de la llegada de Guaidó.