El Gobierno contesta a las declaraciones de Feijóo sobre los comisionistas: "Se llama corrupción"
El presidente del Partido Popular se había referido como "pillos" a los empresarios implicados en el escándalo.
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, se ha pronunciado sobre las recientes declaraciones del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha calificado de “pillos” a los comisionistas del escándalo de la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, Rodríguez ha sido preguntada por la opinión del Gobierno de España sobre esa afirmación en la que Feijóo argumentó que “ha habido pillos durante la pandemia, ¿por qué?, porque no tenemos material”.
La también ministra de Política Territorial ha comenzado su intervención explicando que “no conviene normalizar porque de lo estamos hablando es, exactamente, de un asunto muy grave”. En este sentido, se ha referido al caso por el que los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño habrían percibido una cantidad cercana a los seis millones de euros como “un escándalo”.
“Catalogarlo de ese modo, de ‘pillería’, le da una condescendencia y una normalización que no se puede aceptar”, ha valorado la portavoz del Ejecutivo, “por lo que significa, en relación al dinero de todos, de todos los españoles”. Isabel Rodríguez ha señalado que cuando se habla de pillerías “estoy pensando en las pillerías de los niños, en los juegos de niños y aquí somos adultos, ¿no?”.
Acto seguido, la ministra ha reflexionado al indicar que “si somos adultos, cuando se trata de comisiones en asuntos de contratos públicos de lo que tenemos que hablar es de corrupción y lo que tenemos que hacer es abordar y luchar contra la corrupción”. Además, ha puntualizado, “especialmente aquellos que están rodeados de esa situación”.
“Eso un juego de niños no es, es una cosa de adultos y se llama corrupción”, ha sentenciado Rodríguez, tras recordar que hubo empresarios que hicieron donaciones a oenegés y personas que estaban cosiendo mascarillas mientras “otros” se llevaban el “dinero público” para gastárselo en yates, rolex, pisos y otros artículos de lujo.