El gallo de la aguja central de Notre Dame, encontrado entre los escombros
Sobrevivió a una caída al vacío desde 93 metros de altura.
Hay una imagen que quedará grabada en las retinas de todo el mundo tras el devastador incendio de este lunes en la catedral de Notre Dame en París: el desplome de la aguja central, o Flecha, que hizo temer por la integridad del templo gótico.
Poco antes de las 20:00 horas del 15 de abril éramos testigos en directo, a través de televisiones y redes sociales, de cómo este emblemático símbolo de la catedral se desmoronaba. Parecía que no iba a quedar nada a salvo de esa estructura.
Sin embargo, los milagros existen y 24 horas después pareció obrarse uno. Un miembro del Grupo de Restauración de Monumentos Históricos (GMH) encontró entre los escombros el gallo que coronaba la aguja central de la torre. ”La intuición era buena! Gracias a nuestros apasionados restauradores por su compromiso. La destreza francesa está ahí#ReconstruireNotreDame”, escribió en Twitter Jacques Chanut, jefe de la Federación Francesa de Construcciones, donde compartió una imagen en la que se le ve abrazando al gallo.
La figura de un célebre gallo coronaba la aguja central de Notre Dame desde el 25 de octubre de 1935. Fue entonces cuando el cardenal Verdier, arzobispo de París, mandó colocarla en el alto de esta estructura de 93 metros construida por el arquitecto Eugène Viollet-Leduc. Quería que funcionase como “un pararrayos espiritual”.
Su hallazgo es especialmente importante porque que en su interior se encuentran tres reliquias: la Santa Corona de Espinas, una reliquia de san Dionisio y otra de santa Genoveva.
No se sabe todavía si estos elementos se podrán recuperar ya que según Le Parisien, el gallo “está abollado” aunque se presenta restaurable. “Como está hundido, no hemos podido verificar si las reliquias están dentro todavía”, han dicho fuentes del Ministerio de Cultura al diario francés.