Estudiantes piden cambiar el Estatuto del Becario para garantizar la remuneración y la calidad de prácticas
La Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) reclama "una reforma integral" de la norma.
La Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) ha pedido una nueva redacción para el Estatuto del Estudiante en Formación Práctica, tras el texto acordado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social con sindicatos, por seguir “sin garantizar la remuneración y la calidad de las prácticas académicas”.
La organización ha criticado que, pese a las reclamaciones del estudiantado y las reuniones mantenidas con el Ministerio durante los últimos meses, el Estatuto del Becario aprobado “ignora sus reivindicaciones”.
Para CREUP, este texto, negociado en la Mesa de Diálogo Social “sin contar” con la participación del estudiantado ni la comunidad universitaria, “pretende suprimir las prácticas extracurriculares para eliminar el fraude laboral”.
Sin embargo, considera que este cambio “supondrá un perjuicio directo al estudiantado, que no podrá realizar sus prácticas si no es mediante un contrato de formación, gestionado por su propia cuenta en vez de por la Universidad, como actualmente sucede”.
El Estatuto del Becario, según ha explicado la entidad, plantea una moratoria de tres años para reformar todos aquellos grados universitarios que no tengan prácticas curriculares en sus planes de estudios, lo cual “no garantizará al estudiantado que pueda acceder a una formación práctica, debido a la negativa de las universidades a reformar los planes de estudios y la escasez de oferta de prácticas dignas y de calidad”.
La organización de estudiantes ha reivindicado “la necesidad de realizar una reforma integral de las prácticas, especialmente en el ámbito académico, garantizando su formatividad, remuneración, cotización y calidad”.
Igualmente, ha advertido de que “el principal foco de descontrol y posible fraude comienza en la Universidad, por lo que se debe asegurar la participación del estudiantado en la toma de decisiones y elaboración del proyecto formativo”.
También han rechazado que la supresión de las prácticas extracurriculares “vaya a resultar en la eliminación del fraude, reclamando su equiparación a las prácticas curriculares en control, limitación y proyecto formativo”.
“La norma debe anteponer la calidad de la formación y la oportunidad que esta brinda al estudiantado, sin limitar ni imposibilitar su acceso a un desarrollo profesional en sus estudios”, ha sentenciado la organización.