Hay ocasiones en que admitir el error cometido es la única forma de resolver un problema. Algo parecido debió pensar este perro cuando apareció el dueño de la casa y encontró todo el salón cubierto del relleno de un puff, una situación de la que no iba a salir exactamente bien parado.
Neil Kempy de Newport, Gales, volvía de trabajar y se encontró con la escena del crimen. Ante tal caos, sacó su teléfono para grabar la reacción de su mascota. Lejos de disimular, el perro empezó a deambular por el salón, consciente de su fechoría. Durante unos segundos, intentó esconderse tras el sofá pero pronto reapareció con gesto de ¡me rindo!
Neil Kempy subió el vídeo a su cuenta de Facebook el 6 de agosto y en este tiempo ha superado los 10 millones de reproducciones.