España reclama "elecciones presidenciales" en Venezuela a las que puedan presentarse todos
Deberán poder "concurrir en igualdad de condiciones todas las formaciones políticas opositoras que fueron inhabilitadas", reclama Borrell.
España considera que la "única salida" a la crisis en Venezuela pasa por unas elecciones presidenciales con "garantías y supervisión de la comunidad internacional" y a las que puedan concurrir "todos los líderes políticos opositores", aseguró hoy el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
En una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso para explicar la crisis venezolana y la posición española, Borrell recalcó que a esas hipotéticas elecciones deberán poder "concurrir en igualdad de condiciones todas las formaciones políticas opositoras que fueron inhabilitadas" en los anteriores comicios, cuya legitimidad cuestionó la comunidad internacional.
Además, deberán ser supervisadas por un Consejo Nacional Electoral "con una composición equilibrada a diferencia del actual", pues la gran mayoría de cuyos miembros son "personas afines al régimen" y algunas incluso figuran en la lista de personalidades sancionadas por la Unión Europea (UE), precisó Borrell.
"El objetivo es la celebración de unas elecciones conformes a su ordenamiento interno y de acuerdo con estándares internacionales aceptados para unas elecciones democráticas", subrayó el ministro español.
Recordó que, en caso de que Nicolás Maduro "no atienda esa petición, se reconocerá a (Juan) Guaidó como presidente interino de la república, como presidente que es de la Asamblea Nacional para que, de acuerdo con las previsiones constitucionales, en los 30 días que la Constitución le da como plazo, proceda en consecuencia".
"No estamos pidiendo un cambio de régimen. España no quiere imponer a unos o a otros", añadió Borrell, para subrayar que el objetivo del Gobierno de Madrid es que "sean los propios venezolanos los que elijan a sus representantes".
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, emplazó el pasado sábado a Maduro para convocar elecciones presidenciales antes de ocho días, un plazo que acaba el próximo domingo, o de lo contrario se reconocerá a Juan Guaidó como presidente interino del país.
La mayoría de los partidos de la oposición han rechazado la postura del Gobierno sobre la crisis de Venezuela, por diversos motivos: bien, en el caso de PP y Cs, por no haber reconocido ya a Guaidó como presidente, o bien, como Unidos Podemos y ERC, por respaldar a unos "golpistas" y alentar el riesgo de guerra civil. Al margen del PSOE, solo el PNV ha secundado al Gobierno de Sánchez por actuar de manera coordinada con la Unión Europea.
El portavoz del PP, José Ramón García Hernández, ha censurado la "tibieza y mediocridad" del Gobierno cuando "España debería liderar" la respuesta internacional. García Hernández ha asegurado que "nadie comprende" el plazo de ocho días dado a Maduro, al que ha tachado de "usurpador", cuando solo Guaidó "es el único que puede conducir a elecciones libres".
El diputado de Ciudadanos Fernando Maura ha considerado "incoherente" la posición del Gobierno, al que ha acusado de "ponerse de perfil". "Se han entregado a la vía Zapatero, la vía del diálogo con un régimen que solo quería ese diálogo para tomar oxígeno, ganar tiempo y desmovilizar a la población", ha dicho Maura, quien ha apremiado a acabar ya con el régimen chavista.
El representante de Unidos Podemos, Pablo Bustinduy, ha preguntado a Borrell si una vez transcurridos los ocho días, se "va a apoyar el golpe de Estado" que proclamaría presidente a Guaidó. Para Bustinduy, el Gobierno de Sánchez ha respaldado "una operación planificada para forzar un cambio de régimen en Venezuela". "Un ultimátum para convocar elecciones bajo amenaza de reconocer a otro presidente no elegido en las urnas es algo inédito, contrario al derecho internacional y una decisión irrealizable, irresponsable y peligrosa", ha advertido el diputado de Podemos.
También se ha unido a las críticas el diputado de ERC Joan Tardá, para quien la posición del Gobierno es "muy cínica y provoca angustia y un cierto asco". A juicio de Tardá, lo que hace el Ejecutivo es "legitimar un golpe de Estado", alimentar "el riesgo de guerra civil" y poder acabar siendo "cómplices de una verdadera locura". "Resulta que los catalanes proclamamos la república catalana en una votación parlamentaria y somos unos golpistas y Guaidó se proclama presidente en la calle y se le reconoce presidente sin ser elegido en las urnas. No están en condiciones de dar lecciones", ha reprochado el diputado independentista catalán.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha aplaudido que España haya actuado en el conjunto de la UE, aunque ha expresado sus dudas de que el plazo de ocho días sea "bueno o malo".