Las huellas que deja el paso adelante en la desescalada
Estas han sido las polémicas hasta lograr que toda España supere la fase 0.
Ni 0, ni 0,5. A partir del lunes 25 de mayo toda España estará en las fases 1 y 2 de la desescalada, como ha anunciado el Ministerio de Sanidad este viernes, tras semanas de desencuentros con algunas comunidades.
El 46% de la población se prepara para disfrutar de las medidas de alivio de la fase 2: reapertura de centros comerciales, permiso para celebrar reuniones de hasta 15 personas y visitar residencias de ancianos, reducción de la limitación de horarios para salir a la calle o la posibilidad de consumir en el interior de los bares, entre otras. Para el restante 54%, que incluye a ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Málaga, toca esperar.
El nuevo mapa de colores divide el país en dos –azul para la 1, verde para la 2– y dibuja un paisaje un paso más cerca de la “nueva normalidad”. Pero este paso ha dejado por el camino importantes huellas en forma de tensiones, enfrentamientos y hasta dimisiones.
Madrid, el frente de batalla con el Gobierno
El foco estaba puesto sobre la capital. Después de dos intentonas fallidas, a la tercera ha llegado la vencida. El Ministerio de Sanidad ha atendido su petición para entrar en la fase 1, quince días más tarde que el grueso del país. La consolidación del sistema de atención primaria y de detección precoz de nuevos casos ha provocado lo que el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso había buscado a la despeserada las últimas semanas.
Las prisas de Madrid han dejado heridas abiertas: la dimisión de su directora de Salud Pública, tensiones en el seno del gabinete de Ayuso y hasta el enfrentamiento directo con el Gobierno central, con el anuncio de un recurso al Supremo por la negativa de Sanidad de atender sus peticiones. Illa lo desmiente: “Madrid cumple con todos los requisitos para progresar y no ha influido ninguna otra razón salvo las técnicas y los criterios de prudencia”.
La presidenta respira por unos días; el paso adelante puede suponer un alivio para la economía regional, sobre la que ha venido alertando recientemente. En ese contexto, su vicepresidente se ha adelantado en pedir llegar rápido a la fase 2; tanto que lo ha defendido desde antes de conocerse que entrarían en la 1. “Cuanto antes”, señaló. Indirectamente, le ha respondido este viernes su ‘jefa’: Díaz Ayuso asegura que se lo tomarán con calma, aunque contempla pedir “adelantos”. Corran o no, la puja Madrid-Estado no ha terminado aquí.
Barcelona: el modelo opuesto a Madrid
La Generalitat, como caso contrario al Ejecutivo madrileño. Desde el comienzo de la desescalada, el Govern planteó un movimiento por regiones sanitarias, no por provincias, y optó por la prudencia: inicialmente sostuvo que apenas tres zonas avanzaran a fase 1 (Terres del Ebre, Alt Pirineu-Val d’Arán y Camp de Tarragona, las cuales ya van a entrar en fase 2; los únicos territorios catalanes en hacerlo). Una semana más tarde amplió la petición al resto de Cataluña exceptuando Barcelona y su área metropolitana.
No ha sido hasta la presente semana cuando Torra y su equipo han requerido a Sanidad que Barcelona entrase en fase 1. Su solicitud, aceptada, ha coincidido con varios días en los que sus datos sobre la evolución de la pandemia en la comunidad no han sido contabilizados correctamente por “problemas de verificación”, como señaló Fernando Simón, si bien matizó que “la evolución es buena”.
Castilla y León y el conflicto entre zonas sanitarias y provincias
El particular mapa castellanoleonés es uno de los que más ha variado desde la anterior actualización. Ya no solo abandona la fase 0, sino que deja atrás su división por zonas.
Después de una quincena en la que la Junta únicamente había solicitado el adelanto de determinadas partes poco pobladas, esta semana se ha decidido a pedirla para toda la comunidad, con sus nueve provincias. Sanidad dio el jueves su ‘ok’ como había hecho hasta ahora. 26 pequeñas regiones estrenaron la etapa 1 hace 14 días, un listado que se amplió en la siguiente remesa.
Pero no todo han sido coincidencias y buenas maneras. El anuncio de Illa de que ya no habrá división por regiones y sí por provincias, ha cogido por sorpresa a la Junta, que asegura no renunciar a sus zonas básicas de salud.
Comunidad Valenciana, la única que echa el freno
La suya ha sido la única nota discordante. El Govern valenciano ha optado por frenar el ritmo de avance frente al resto de peticiones. El repunte de casos por varios brotes leves ha hecho tirar de prudencia al equipo de Ximo Puig, que ha instado a mantener todo el territorio en fase 1. Sanidad no ha puesto pegas.
Su decisión podría implicar que la próxima semana la comunidad pase entera a la fase 2, después de una entrada escalonada en la 1: primero fueron 10 regiones sanitarias y días después, las principales ciudades valencianas.
Andalucía, de nuevo partida, entre críticas de la Junta
Seis de sus ocho provincias vuelven a dar un paso adelante. Sevilla, Córdoba, Cádiz, Jaén, Huelva y Almería disfrutarán de la fase 2. No así Granada y Málaga. El motivo se arrastra desde el comienzo del proceso. Entonces, las dos provincias se quedaron descolgadas por sus peores datos de contagios y fallecidos.
Aunque ambas han solventado los problemas iniciales, han conseguido el permiso para entrar en la 1 este lunes, por lo que deberán esperar, al menos, otra semana para cumplir el plazo estipulado por el Ministerio de 14 días en cada etapa.
El argumento no parece valerle al presidente autonómico, Juanma Moreno Bonilla, que como ya hiciera en su momento, ha vuelto a señalar los “agravios” que a su juicio comete el Gobierno central con Andalucía.
Castilla-La Mancha avanza a dos velocidades
Similar escenario el que se verá en la comunidad manchega, de la que solo avanzan dos provincias: Guadalajara y Cuenca. Al igual que ocurriera con la etapa previa, las dos van con una semana de adelanto sobre sus tres ‘hermanas’ (Toledo, Ciudad Real y Albacete), a las que les resta ese periodo de rigor para dar el salto.
El resto del país amanecerá el lunes “pintado” por los tonos verdes de la fase 2. Y con ella, las medidas de desconfinamiento parcial y de reducción en la limitación de la actividad comercial y social. Para ese 46% de la población el estado de alarma será algo más liviano de ahora en adelante.
Aún más lo será en breve para los afortunados que residen en las islas de Formentera (Baleares) y La Graciosa, El Hierro y La Palma (Canarias), que ya rozan con los dedos su entrada en la fase 3. Paso a paso hacia la nueva normalidad.