Zapatero y Rajoy recuerdan el fin de ETA y destacan que no hubo ningún pago político a cambio

Dos expresidentes, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy y, uno del PSOE y otro del PP, protagonistas en las negociaciones que llevaron al fin de ETA, se han sentado de nuevo para hablar del momento político que se vivió hace una década, cuando  la banda terrorista anunció el alto al fuego y su posterior disolución. Ambos han coincidido en la condena de la violencia y en que ETA ya no existe y que su final se hizo sin ningún pago político.

En un primer momento, Zapatero ha recordado que el 20 de octubre de 2011 fue el día de su etapa política en el que tuvo un sentimiento “de gran intensidad con contradicciones” y, a la vez, de “satisfacción íntima en el convencimiento de que la peor pesadilla de nuestras vidas terminaba”. Además ha detallado que estaba frente a su portátil esperando en el Gara la declaración, que previamente les habían filtrado y que incluso no pudo “contener alguna lágrima”.

“Fui muy consciente de lo que representaba. La mayor pesadilla se terminaba aquel día”. Así la ha calificado esa etapa durante la entrevista en el especial que ha preparado RTVE.

Sobre las palabras de Otegi, Zapatero ha definido que “es un paso cualitativo”. Sin embargo, cuando Ana Blanco le ha preguntado sobre el nexo entre el mensaje de EH Bildu y el apoyo a los presupuestos generales no ha querido responder y le ha cedido el testigo a que se pronuncie Pedro Sánchez.

“Este país no puede olvidar que llegamos juntos, primero por respeto a las víctimas”, ha expresado recordándo también a los servidores públicos asesinados en defensa de la democracia.

Uno de los momentos clave ha sido cuando Ana Blanco ha preguntado por el exministro del Interior, el fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien Zapatero se ha referido como un personaje “decisivo” en las negociaciones con la cúpula de ETA, del mismo modo que Patxi López y otras personas que no ha podido citar por discreción.

El fin de ETA, según Rajoy

Por motivos de agenda, Mariano Rajoy no se ha podido sentar en el plató del ‘Telediario’ en directo y su entrevista ha sido pregrabada. En ella ha recordado que el alto al fuego fue una buena noticia, pero que también era necesario que ETA se disolviera, como ocurrió en mayo de 2018, después de su mandato.

Al hilo de su llegada a la Moncloa, Rajoy ha recordado que tuvo muchas presiones para acercar a los etarras presos al País Vasco. Además ha reconocido que nada más llegar al Gobierno recibió un comunicado desde Noruega diciendo que tenían a tres dirigentes y a quienes el PP decidió no atender. “No hablar a cambio de nada, el objetivo era que se disolviera”, ha justificado la postura de su Gobierno.

Asimismo, Rajoy ha insistido que no quiere que se “blanquee” a la organización y no se olvide la violencia y el terror que provocaron durante años. “Un total de 853 asesinatos es muy fuerte y difícil encontrar antecedentes, pero la historia queda y tiene que quedar que es una organización terrorista y las víctimas tienen que ser reconocidas y es normal que todavía mucha gente recuerden eso”.

Sobre los homenajes a los etarras, Rajoy ha insistido en que es importante que terminen porque “son humillantes para la gente”. “Lo que no debió suceder es que existiera una organización terrorista y criminal”, ha apuntado.

También ha destacado que es fundamental que se conozca esa parte de la historia y, por ello, ha lamentado que a la fecha haya gente que desconoce quiénes eran personajes de esa época como Miguel Ángel Blanco o José Antonio Ortega Lara. “Los últimos libros y películas sobre el tema contribuyen a conocer lo que pasó, pero contribuiría más si hubiera más y la gente leyera más”, ha comentado.

Rajoy ha concluido que, entre otras cosas, él no hubiera transferido las competencias de las prisiones al País Vasco y además ha enviado un mensaje al Gobierno actual para que no pacte con la Izquierda Abertzale. “Cuanto menos se alíe contra los que no dicen la verdad, pues mejor”.