Monedero: "Es bastante probable que Díaz Ayuso termine en la cárcel"
Entrevista al profesor de Ciencia Política y fundador de Podemos: "Lo que quiero hacer es una Faes de izquierdas".
Encima de la mesa tiene El gentleman comunista. La vida revolucionaria de Friedrich Engels, de Tristram Hunt. Le ha gustado muchísimo. Días de lecturas, de reflexiones, de confinamiento para Juan Carlos Monedero. Ha releído La peste, de Albert Camus, mientras ha arrancado también con Cal viva, de Daniel Serrano. Y a la vez ha “parido” un libro: El paciente cero eras tú. Pasajes políticos en tiempos de coronavirus.
Está muy “preocupado por el futuro”, confiesa este profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense y fundador de Unidas Podemos. Cree que todavía se tardarán unos meses en asimilar lo que ha sucedido, pero ve un Gobierno de coalición consolidándose y una derecha española “desmesurada” que intenta tumbar al Ejecutivo: “Les huelen los pies y los sobacos a franquismo”. Explica que esa derecha española “sigue teniendo como referente de legitimidad el golpe de Estado del 18 de julio de 1936”.
Una estrategia que le recuerda a la del PP por el 11-M contra José Luis Rodríguez Zapatero. Detrás de esos movimientos, reflexiona, estaba Miguel Ángel Rodríguez, hoy jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso. Y sobre la presidenta de la Comunidad de Madrid advierte ante la dramática situación que se vivieron en las residencias: “Es bastante probable que termine en la cárcel por negligencia criminal”. Monedero, fiel a su estilo, no se muerde la lengua y habla desde la España que ve hasta por qué no entró en el Gobierno o no quiso ir a Supervivientes.
¿Cómo ha pasado el confinamiento y lleva la desescalada?
¿Quién lo sabe, no? Creo que nos hemos dejado todos llevar un poco por esa inercia, por esta irrealidad. ¿Quién iba a imaginar que íbamos a confinarnos casi cuatro mil millones de seres humanos en un momento en el que la incertidumbre y el miedo nos arrebataba? He estado encerrado, leyendo mucho, pariendo un libro con mucho dolor, con una pelea interna y poderosa. Y muy preocupado por el futuro, con una mirada más bien pesimista porque creo que caminamos sobre surcos muy profundos y tengo la sensación de que hacen falta muchas manos cavando para cambiar ese curso de los acontecimientos. Con una mirada muy atenta, al principio intentando acostumbrarme a estar encerrado haciendo tablas de gimnasia y yoga y, al final, muy atravesado por esa incertidumbre de hacia dónde marchamos.
¿Cómo es políticamente la España que acaba ya esta semana este estado de alarma?
Hemos cometido el error de pensar que con la pandemia iba a haber una suerte de epifanía, un nacimiento de algo novedoso que iba a cambiar todo. Y las cosas nunca son así, todo lo que pasa siempre está en la cultura previa y, por tanto, vemos que todo lo que venía pasando lo que que ha hecho la pandemia es apuntalarlo. En Brasil estaba Bolsonaro, pues sus políticas se han endurecido y ahora lo hemos visto incluso controlando a las universidades. En España, un Gobierno de coalición que ha permitido que algunas cosas que estaban en el acuerdo se pongan en marcha. No hay grandes epifanías. En todo caso, cuando se asienten estas sensaciones que hemos vivido veremos si nos ha producido algún cambio. Lo que se llama ahora la resiliencia explica que tenemos mucho tiempo histórico acumulado, muchas generaciones a lo largo de la evolución y solemos regresar de alguna manera al devenir de la vida.
¿Y qué tenemos ahora en España?
Una derecha que sigue equivocada, queriendo tumbar al Gobierno como hizo en su momento con Zapatero, cuando quiso a toda costa tumbarlo con esas manifestaciones de la Iglesia en la calle en contra del matrimonio homosexual o con aquellos bulos sobre el 11-M o como intentó Aznar en el 93 contra Felipe González, y mira que hacía cosas muy cercanas al PP. Ahora nos encontramos con una derecha desmesurada, que a todo dice que ‘no’ y que sigue insistiendo en esa política de confrontación, que creo que le va a ir mal. Y vemos un Gobierno de coalición que va asentándose. Y curiosamente parece que los problemas que tiene más bien el PSOE son internos. Estamos todavía expectantes, todavía tiene que traducirse en nuestra cotidianidad qué va a pasar con el trabajo y con nuestras relaciones sociales, cómo vamos a recordar, estamos hablando de 30.000 familias que han vivido la dureza de no poder despedirse y que han visto el comportamiento de los políticos… Todo eso tiene que asentarse. Es verdad una cosa que dice Hegel: la lechuza de Minerva, la sabiduría del conocimiento alza su vuelo al atardecer, en el crepúsculo. Es decir, cuando las cosas han pasado y te das cuenta de cómo has cambiado. Vamos a tener que darnos cuenta con mucha reflexión cuando pasen un par de meses.
¿Por qué en España no se logran grandes acuerdo como, por ejemplo, en Portugal? ¿Por qué es diferente cuando hemos vivido la situación más dramática en décadas o desde la Guerra Civil?
Porque la derecha española sigue teniendo como referente de legitimidad el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. A la derecha española le huelen los pies y los sobacos a franquismo, es una derecha que considera que el poder le pertenece. Toleró a Adolfo Suárez que era el secretario general del partido del Movimiento. Y a partir del 82 la derecha nunca ha tolerado que gobierne la izquierda porque consideran que el poder es suyo, no tienen un poso democrático. Y, por tanto, siempre que están en los gobiernos fuerzas de izquierdas creen que están usurpando esa legitimidad que para ellos no sale de las elecciones, sino que nace del golpe de Estado del 36 y con la victoria, con la ayuda de Hitler y Mussolini. Eso es un problema que no pasa en Portugal, que tiene una derecha que es deudora de la Revolución de los Claveles, o una derecha francesa que tiene como referente a la Revolución Francesa y a la Resistencia, o la alemana, que nace de derrotar al fascismo. La derecha española está marcada por Manuel Fraga, que es un tipo que estuvo en gobiernos de Franco y firmó sentencias de muerte. Somos un país tan peculiar donde uno de los padres de la Constitución firmó sentencias de muerte contra españoles que eran héroes. En Alemania, a la gente que atentó contra Hitler les celebran como héroes nacionales. Y aquí ya digo, no solamente no sabemos cómo se llaman los que lucharon contra Franco, sino que encima vemos en el Parlamento que la desmesurada de Cayetana Álvarez de Toledo llama hijo de terrorista a la gente que luchó contra el franquismo. Esa locura de una Transición donde nos acostamos franquistas y nos levantamos demócratas explica una derecha que tiene un escasísimo compromiso democrático.
Recordemos que en esa lucha para evitar un Gobierno de la izquierda, el PP con Fernández Díaz creó un policía política. Y Unidas Podemos, que tuvo seis millones de votos, empezó a recibir ataques de todo tipo hasta que vio reducidas sus fuerzas a la mitad, con comisarios mintiendo, con medios de comunicación mintiendo, con partidos políticos mintiendo, con empresarios financiando y mintiendo. El escaso compromiso democrático de la derecha está muy vinculado a esa sensación de que España le pertenece. Y también de ahí la figura del propio rey emérito, una persona a la que el propio hijo le ha reconocido más que como presunto ladrón, renunciando aunque sea simbólicamente a ese dinero de procedencia sucia, pero ese rey Juan Carlos ha sido el tapón de desagüe de todo ese entramado en el que estaban los espías del ahora CNI, había empresarios financiando mordidas, había partidos en esa lógica bipartidista… Todo ese entramado hace que a España le quede mucho trecho. Es verdad que hay una novedad que nos acerca a Europa y que es el Gobierno de coalición, pero esta derecha no lo tolera.
¿Cree, como dijo Iglesias, que a Vox le gustaría dar un golpe de Estado pero no se atreve?
Pero es que no son especulaciones, es que lo han dicho. Son demasiados cargos públicos de Vox los que están llamando a un golpe de Estado, claro, claro. Y lo ves en las redes sociales, donde esta gente es más locuaz y nos encontramos con que piden intervenciones del Ejército, piden golpes de Estado y dónde están los valientes que salven a España… Es que es tela marinera. Es decir, que hayamos procesado en España a tuiteros y titiriteros… y que sinvergüenzas que piden golpes de estado siguen ahí sin ser juzgados hace que mucha gente sospeche de la imparcialidad de la Justicia.
Por la evolución política, ¿quién va salir reforzado después de la pandemia? ¿El bloque de derechas o el Gobierno de coalición? ¿Podría haber un vuelco electoral si hubiera comicios anticipados?
Los futuribles son futuribles. No hay razones para que haya elecciones en el corto plazo, creo que los presupuestos están garantizados. En el corto plazo sobre el Gobierno de coalición, si ahora se le interroga a la ciudadanía sobre su gestión, es fácil que no tenga un enorme reconocimiento. Es como preguntarle a la gente en un atasco qué opina de la vida, pues te dice que le parece una mierda. Ahora estamos saliendo del atasco. Pero en cuanto pasen un par de meses y la gente está recibiendo el IMV, los autónomos sean conscientes de que han tenido ayudas, los trabajadores se den cuenta de que gracias a los ERTE han podido sobrevivir, cuando la gente sea consciente de que no le han cortado la luz ni el gas ni el agua, cuando pase el confinamiento y nos demos cuenta de que por primera vez ha habido un Gobierno que ha hecho un esfuerzo descomunal para que no caiga la crisis en las espaldas de las clases medias y sectores populares, pues creo que el vuelco va a ser hacia un Gobierno que ha hecho este tipo de cuestiones. Y aún más con un Gobierno que tiene enfrente una oposición tan desmesurada. Para Sánchez es un regalo que enfrente estén Cayetana Álvarez de Toledo, Pablo Casado, Teodoro García Egea, Javier Maroto, Santiago Abascal, Macarena Olona, Rocío Monasterio o Iván Espinosa de los Monteros. Con esa oposición tan desmesurada, que ha abandonado cualquier tipo de centrismo, que es una derecha loca en lo político y muy egoísta en lo material. Han votado el ingreso mínimo después de insultarlo. O como en Europa, tanto el PP como Vox, votan en contra de que la UE ayudase a España. ¿Qué tipo de derecha es esa que va todo el día con las banderas y después vota en contra de intereses en España? Son cosas muy locas de esta gente que no tiene los mínimos modos de una democracia parlamentaria.
¿Y cómo ve la experiencia del Gobierno de coalición? ¿Puede convivir con las tensiones que hemos visto entre Pablo Iglesias y Nadia Calviño?
Curiosamente las principales discusiones en el Gobierno han sido internas del propio PSOE. Si uno mira las grandes crisis, son dentro del PSOE. Y con UP ha habido discusiones que se han solventado bien al final. Ha salido el ingreso mínimo, se ha defendido en Europa la existencia de ese ingreso, se han planteado en Europa unos presupuestos más expansivos, hasta el FMI reconoce que hay que gastar más. Quien entra al Gobierno con esa idea de gastar más para reactivar la economía es UP y si lo acepta el FMI, no parece muy sensato que Calviño esté a la derecha del FMI. Por ahí no ha habido problemas, están más dentro del PSOE. Hay cosas que no termina de entender y es normal. Hay una discusión dentro del feminismo del PSOE, tienen una pelea interna ellas mismas. No terminan de entender que lo mejor del feminismo en España ha sido ese diálogo entre abuelas, madres, hijas y nietas, y algunos sectores feministas del PSOE parecen que quieren dejar de dialogar con sus hijas y nietas. Eso genera problemas a la interna. Con UP, al revés, hay una enorme alegría, y me consta, en las bases del PSOE, de los diputados, que por fin pueden defender medidas socialistas y han tenido que dejar de tragarse los sapos de políticas neoliberales. Creo que es una salida virtuosa para todos.
La jueza ha archivado temporalmente la causa del delegado del Gobierno en Madrid por el 8-M. ¿Crees que se ha intentado desde la derecha criminalizar el movimiento feminista?
En la oposición contra Zapatero, la derecha tenía dos objetivos, que eran el matrimonio homosexual, que movilizó a la ultra derecha católica, y el elemento objetivo de que Zapatero estaba acabando con ETA. Había dos elementos que estaban vaciando las políticas de la derecha y por eso se movilizaron culpando a Zapatero de olvidarse de los muertos de ETA, una barbaridad, y culpando al Gobierno de estar poco menos que persiguiendo a la Iglesia. ¿Qué ocurre? En actualidad la derecha no tienen ningún elemento para confrontar. Lo intentó contra el salario mínimo llamándolo paguita, pero quedaron tan en ridículo con sus votantes que al final tuvieron que votarlo. Llama mucho la atención cómo Feijóo, por ejemplo, tiene que afear el comportamiento de Casado y de Álvarez de Toledo porque están en una desmesura que no aporta absolutamente nada. Tienen que inventarse algo: el 8-M. Somos el único país en el que la pandemia no es culpa del covid-19 sino del Gobierno por el 8-M. Es un disparate. Además, funcionaba en su lógica pequeñita porque atacaba a las mujeres. Quedándose muy atrás porque hacer de la lucha contra las mujeres en el siglo XXI uno de los elementos puntales de tu política conservadora es como una locura. Se han inventado el 8-M como epicentro de todo tipo de males. La jueza metió la pata, ha ridiculizado a la Justicia y a la Guardia Civil porque ahora toda España sabe que hay informes que son una caricatura. Y ahora nos preguntamos, ¿y el informe que hizo la Guardia Civil sobre Alsasua? ¿Y el de los titiriteros es de las mismas condiciones? De repente, han puesto en cuestión algo que no debería estar en cuestión en un Estado de Derecho. Por lo tanto, tanto Pérez de los Cobos como la jueza Medel, el PP y los medios de comunicación que han cubierto esa caricatura han hecho mucho daño al Estado de Derecho. Pero, al final, no funciona ese intento de señalar al 8-M, no tiene ningún tipo de consistencia.
Uno de los giros más evidentes que hemos visto en la política estos días ha sido el de Ciudadanos. Arrimadas coge el partido en plena pandemia, ha quemado la foto de Colón. Incluso ahora se reúnen en La Moncloa delegaciones de Cs y del Ejecutivo. ¿Ha sido inteligente? ¿Tiene miedo de que el PSOE empiece a primar la relación con Cs sobre la de ERC?
El PSOE ha dicho que son acuerdos puntuales muy vinculados a las necesidades de las mayorías parlamentarias. El PSOE y UP tienen un acuerdo de Gobierno y creo que tanto Sánchez como Iglesias están siendo leales el uno con el otro. Y eso es bueno. Parte del descubrimiento de este Gobierno es esa entente entre Sánchez e Iglesias, que a veces no ocurre tanto por debajo. Eso es positivo y eso marcha. Me parece maravilloso que Cs quiera ahora transitar hacia otro lados. Tarde piaste, pajarito. No es muy creíble, es verdad que Cs es un partido bastante de derechas. Viene de Cataluña, ha tenido posiciones muy extremas, no ha tenido problemas estructurales con estar en la foto de Colón. Si ahora la foto de Colón es más de táctica que de estrategia, no tiene mucha credibilidad. Recordemos que Rivera llegó a decir que eran un partido socialdemócrata, pero después las posiciones de Rivera son las que eran.
Es de las personas que más conoce a Pablo Iglesias, ¿se lo imaginó en algún momento de vicepresidente segundo en una pandemia?
El que más nos conoce es Mark Zuckerberg porque tiene de cualquiera de nosotros siete mil datos, cosas incluso que no sabemos de nosotros ni nosotros mismos. Pablo tiene una ventaja que es esencial en la política y de la cual carezco: la ambición política. Sin ambicion politica no puedes hacer nada y la ambición tiene que estar siempre ponderada, equilibrada. Si te pasas, te conviertes en una persona odiosa. Sánchez es una persona que siempre ha tenido una gran ambición. Pablo es una persona a la que le gusta ejecutar las cosas que piensa y si tiene una idea, la quiere poner en marcha. Y él ha entendido que para ponerlas en marcha hacía falta la palanca del Gobierno.
Por eso pusimos en marcha Podemos como partido, ya no era el 15-M, sino que había una voluntad de poder. Claro, me imaginaba a Iglesias no vicepresidente, sino de presidente del Gobierno. Sánchez ha gobernado con 5.300.000 votos y Unidas Podemos e IU han tenido seis millones de votos. Sí que pudo ser una posibilidad, y todavía lo es de que Iglesias llegase a la Presidencia del Gobierno, de no haber mediado esa policía política, esos medios de comunicación falaces y ese dejar hacer del bipartidismo de esa canallada del Watergate español, que les beneficiaba porque golpeaba a UP. Y el periodismo guardó un excesivo silencio. La persecución que sufrimos todos los líderes de Podemos no la ha sufrido nadie en este país, utilizando el aparato del Estado, intentado descalificarnos y matándonos civilmente… Lo que se ha hecho con Podemos no se ha hecho con ningún otro partido. Y algún día, ojalá, los propios medios de comunicación hagan una reflexión acerca de ese comportamiento.
Podemos también ha vivido un asamblea telemática durante el estado de alarma. Arrasó Pablo Iglesias como líder y sus postulados, ya no existe un frente interno como antes con Errejón… ¿Qué pasa con Podemos? ¿Se ha perdido la capacidad crítica? ¿Es un partido consagrado a un líder? ¿Cómo es la salud democrática interna?
Cuando nace Podemos tiene dos grandes tareas. Una es construir un partido de nuevo tipo que nace del 15-M y reinvente la forma de hacer política. Por otro lado, acceder al poder y desde el aparato del Estado poner en marcha políticas que superen el modelo neoliberal, la depredación de la naturaleza, la brecha de género… Ha sido muy exitosa la parte de acceso al poder, aquello que se llamaba maquinaria de guerra electoral. Pero creo que sigue teniendo la asignatura pendiente del partido, incluso me atrevería a decir que Podemos se está equivocando al no dedicar más energías al partido porque puedes tener una presencia muy exitosa, muy fulgurante, brillar mucho como las estrellas pero después extinguirte.
Si Podemos no es capaz de construir el partido en los territorios, de superar errores que tenemos que leer… Todas estas cuestiones, que son muy difíciles, reclaman mucho debate, no las puedes pensar cuando no tienes tiempo. Uno de los principales problemas de Podemos es que los líderes del partido siguen siendo cargos institucionales y eso no les deja el suficiente tiempo para asentarse en los territorios, hablar con todo el mundo y estar con los movimientos sociales. Ha hecho una cosa muy brillante Unidas Podemos, que es que cada vez que pone en marcha un proyecto de ley se reúne con los movimientos sociales. Pero hace falta que el partido esté fuera de la lógica institucional porque corres el riesgo de que se convierta en una correa de transmisión. Y como siempre las urgencias de Gobierno son tan enormes… Si uno mira que están el PP y Vox intentando tumbar al Gobierno, pues la inercia del partido tiene que llevar a defender al Gobierno para que no lo tumben. Pero, claro, al final todos empiezan a trabajar en la lógica institucional y va dejándose desguarnecida esa parte del movimiento social que tiene que escuchar. Es verdad que no está solventada en ninguna parte del mundo, esta tensión entre el Gobierno y la calle. Una de las obligaciones del Instituto 25-M es pensar estos horizontes. En la medida en la que pueda voy a echar una mano.
Uno de los dramas que hemos vivido estos días es el de las residencias de ancianos. Vemos una disputa entre la Vicepresidencia de Iglesias y la Comunidad de Madrid. Díaz Ayuso señala que era el mando único del Gobierno, desde el Ejecutivo se dice que en ningún momento se perdieron las competencias por parte de las autonomías. ¿Hay que cambiar radicalmente el modelo de residencia en España? ¿Y qué le parece la figura de Díaz Ayuso? ¿Ha intentando con la crisis en uno de los rostros de la oposición y convertirse en una Esperanza Aguirre?
Los periodistas en España tenéis que hacer una reflexión porque estáis confundiendo en términos generales la libertad de expresión y la pluralidad con el derecho que tiene alguien a mentir, y los periodistas no podéis dar pábulo a eso. No puede ser que en una buena parte de las tertulias en nuestro país haya personas vinculadas a Vox, a la extrema derecha mediática, a OK Diario, a Libertad Digital, a lugares que se caracterizan por mentir… Entonces se les da un espacio y como hay gente de otros sectores se entiende como legitimado que estos personajes estén ahí diciendo mentiras. Incluso periodistas condenados por mentir, como Javier Negre. No se me ocurre que un médico que ha sido condenado por intrusismo o comportamientos ajenos a la ética médica sea contratado en ningún tipo de clínica. Se está planteando en una igualdad de espacio cuando miente Díaz Ayuso que cuando desde el Gobierno se establece a quién correspondían las competencias. No se puede poner al mismo nivel, creo que hay periodismo… A mí me ha dolido especialmente escuchar a Angels Barceló diciendo que se están tirando a la cabeza los muertos. No, no. Es que Díaz Ayuso está mintiendo, diciendo que las competencias eran de la Vicepresidencia de Asuntos Sociales cuando ha sido el propio Feijóo el que ha dicho que Ayuso miente. Cuando, de repente, desde el PP con un argumentario se ha planteado hay que atacar a Pablo Iglesias y nos encontramos con que Maroto, Rafa Hernando, Casado, Cayetana, Ayuso, OK Diario, ABC, El Mundo, incluso también la Ser, de repente, dejan caer que la responsabilidad era de Pablo Iglesias y cuando el vicepresidente dice que lo que hizo fue reforzar la capacidad de las comunidades para que intervinieran. Ahora sabemos que desde la Consejería de Sanidad de Madrid se pidió ayuda al Gobierno, el Ejecutivo estaba dispuesta a darla y Ayuso dijo que no, que no quería que interviniera la UME por ejemplo. Lo que no puede ser es que cuando uno miente y el otro se defiende de las mentiras lo que digan lo medios es que están todos tirándose los muertos. Eso es muy injusto.
Yo creo que el PP quiso, y esto es muy importante, resucitar la estrategia que hizo cuando el 11-M. Es decir, como decíamos antes, para intentar acabar con Zapatero, se inventaron que quería acabar con la Religión y montaron con ayuda de la extrema derecha católica esas manifestaciones en defensa de la familia. Y la otra gran mentira es que el atentado del 11-M había sido de ETA, cuando es evidente que era de Al Qaeda. ¿Quién articuló aquella campaña? Pues Miguel Ángel Rodríguez. Un tipo que cuando empezó a ayudar a Aznar hizo listas negras de periodistas. Es hoy jefe de gabinete de Ayuso y está haciendo la misma estrategia de mentira. Es que es muy fuerte. Me acuerdo de un concejal del PP de Madrid que cuando Pilar Manjón, a la que han insultado tanto, planteó que hacía falta un monumento a las víctimas del 11-M dijo ‘no, no, si ya hasta las putas van a querer un monumento’.
Ese es el PP y su respeto a las víctimas. Y el responsable de esa estrategia es hoy el responsable de la estrategia de Díaz Ayuso, basada en las mentiras, en las incongruencias. Creo que igual que una buena parte del PP ha terminado en la cárcel por ladrones, como Rato, Matas, Granados, González… Es bastante probable que Díaz Ayuso termine en la cárcel por negligencia criminal. Lo que vamos sabiendo de las residencias, esas órdenes dadas desde la Consejería de impedir que se trasladasen desde las residencias a los ancianos a los hospitales, vamos sabiendo todos los días informaciones que señalan directamente a Ayuso como responsable por acción o por omisión de esos miles de ancianos muertos en las residencias de Madrid. Es normal que esté nerviosa porque después del espectáculo que dio el PP con Rato, el responsable del milagro económico en la cárcel por ladrón, a la que han señalado como la gran referencia del PP, porque no han querido señalar a Feijóo, eh… Pues si Ayuso termina en la cárcel o imputada, pues creo que toda esa estrategia del PP se vendrá abajo como un castillo de naipes.
Una pregunta más personal, ¿por qué no está en el Gobierno? ¿Le ofrecieron algún cargo?
Me hablaron de la posibilidad. Dije desde el principio que no quería estar en el Gobierno, hablé con Pablo y le planteé que no estaba dentro de mis planes. Mi tarea es otra, lo que quiero hacer es una FAES de izquierdas. Tenemos un déficit de pensamiento, de tranquilidad para diseñar escenarios de futuro, de formación muy fuerte. Sin cometer los errores de Aznar de meter a España en una guerra o vincular a tramas corruptas la existencia de una fundación. Decía que es gracioso porque mi negativa a entrar en el Gobierno coincidió también con un bulo que se puso en marcha, no tan bulo, sobre que se daba por cierto que iba a ir a Supervivientes. Era gracioso porque estaba oscilando entre entrar en el Gobierno o ir Supervivientes, y las dos cosas eran que no. Estaba mejor pagado Supervivientes que el Gobierno, he de reconocer, pero no era cuestión de dinero en ninguno de los dos casos. No podía ir a Supervivientes porque me parece que uno pierde el oremus si hace determinadas cuestiones. Uno puede ser provocador e incluso atreverse con un rap, pero lo que no puedes es dar determinados saltos porque eso es incompatible con esa necesidad de pensar en serio hacia dónde va nuestro país. Y en la parte del Gobierno, es que creo que soy más útil en otros lugares. He de reconocer que alguna gente del PSOE, no en la última reunión sino en aquellas cuando fracasó la negociación, estaba preocupada por si yo entraba en el Gobierno. Hay alguna gente que me tiene miedo.
Recomiende un libro a…
Pedro Sánchez: Fuego y cenizas, de Ignatieff. Es el libro donde una persona tiene una experiencia política muy negativa y hace una reflexión sobre la necesaria distancia que uno tiene que tomar respecto al poder.
Pablo Casado: Hay que recomendarle por su sencillez y rotundidad la Historia de España de Pierre Vilar. A ver si se entera de una maldita vez qué es España.
Santiago Abascal: Creo que es una persona muy falsa. Es militarista y no hizo el servicio militar. Es una persona que habla de acabar con los chiringuitos y vivió de un chiringuito. Es un fraude de persona, le recomendaría Luces de bohemia y que se fijara en el persona de Latino de Hispalis, porque se parecen demasiado.
Pablo Iglesias: Es de los políticos españoles que más lee. Seguramente le diría que tuviera muy a mano El eclipse de la fraternidad, de Antoni Domènech, que es el libro que demuestra que el aire de familia de la izquierda viene de la Revolución Francesa, sobre todo de la fraternidad, es el espacio que construye una fuerza como Podemos. La fraternidad es una empatía valiente. No le hace falta que se lo recuerde, pero cada vez que lo abres recuerdas de dónde venimos y te encuentras los que nos anticiparon en nuestra rabia y ganas de cambiar el mundo.
Inés Arrimadas: El libro que ha sacado recientemente María Eugenia Rodríguez Palop, Revolución feminista y políticas de lo común frente a la extrema derecha. Reflexiones hacia dónde va el feminismo en el siglo XXI, Arrimadas tiene que resetearse en el feminismo.