Celia Villalobos: "¿Tiene que cambiar el PP las siglas porque haya cuatro chorizos? Para nada"
Entrevista a la exministra de Sanidad: "Letizia Ortiz es una gran mujer, no me parece adecuado cómo la han puteado en algunos sitios".
“¿Vamos a hablar de mi libro o de Pablo Casado?”. Esto responde literalmente Celia Villalobos cuando se le pregunta si el actual líder del Partido Popular llegará a ser presidente del Gobierno. En estado puro. Y sí, ha publicado sus memorias La política apasionada, cuyo primer capítulo está dedicado a su retirada, la moción de censura, las primarias del PP y ... Pablo Casado, además del “batacazo” -como ella lo llama- de los populares en las elecciones del 28-A.
Toda una vida política en 254 páginas. Con sus buenos y malos momentos. Ella quiere hablar de su libro y la entrevista sube de temperatura conforme avanzan las preguntas. Habla ya simplemente, confiesa, como simpatizante y votante del Partido Popular. No le gustan los políticos actuales (“ni Pedro ni Pablo”): “Echo mucho de menos a Felipe González y a Mariano Rajoy”.
El Parlamento es cosa del pasado, pero ahora entra en la casa de millones de españoles a través de TVE. ¿Dónde se lo pasa mejor? “Yo al Congreso no iba a divertirme, a MasterChef sí”, responde tajante. Casi mejor no mentar a Pedro Sánchez a la vez: “Un señor que se ocupa de sí mismo y de sus intereses. Lo ha hecho siempre”. De principio a fin, Villalobos es Villalobos. ¿A qué juega ahora tras aquellas partidas de Candy Crush en el Congreso? “A aguantarte a ti”.
“¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?”, le dijo Jorge Verstrynge…
Pues sí, la verdad. Hombre, minifalda a tope. AP acababa de convertirse en la oposición al socialismo, le resultó una mijita chocante.
¿Cuál ha sido su mejor momento en política? ¿Y el peor?
Los mejores, mientras era alcaldesa de Málaga. Y el peor: los años en el Ministerio, con los problemas gravísimos que tuvimos y las dificultades para resolverlos.
Se quedó esa imagen para toda España de las vacas locas y el caldito. ¿Le acompañará siempre?
Los periodistas tienen una visión que, gracias a Dios, no tienen el común de los mortales. Esos días por la calle las mujeres me decían “te hemos entendido perfectamente, no le hagas caso a los periodistas”. Entendieron perfectamente lo que estaba diciendo, cualquiera que tuviera buena voluntad. Pero, bueno, tengo un lenguaje muy directo y muy popular. Hablo para la gente, no para la élite de este país.
¿Es más de Rajoy o de Aznar?
Soy del PP, fundamentalmente.
¿El PP debería cambiar de siglas?
Para nada. Son unas siglas profundamente dignas e importantes. Para nada. Esto es como si cuando Filesa se hubiera pedido al PSOE que cambiara de siglas porque había una sentencia donde se demostraba que había financiación irregular. Lo que entonces no había era control legal sobre estas cuestiones. ¿Por qué? ¿Porque haya cuatro chorizos tienes que cambiar las siglas? Si un miembro de una familia es un sinvergüenza, ¿desaparece el apellido? No.
En el libro dice que le ha sorprendido, después de ser presidente, un José María Aznar más de derechas o conservador. ¿Cómo ha sido su evolución?
La evolución del expresidente la desconozco. Lo que tengo en mi memoria es lo que he vivido con él: un gran gran político, una gran persona y muy centrado. A partir de ahí, no lo entiendo.
Jorge Fernández Díaz, imputado por la Operación Kitchen. ¿Qué le parece?
No hablo de Jorge Fernández Díaz en mi libro.
¿Y qué le parece que el PP se vea envuelto otra vez en un caso de corrupción?
Hay más ruido que nueces. Ya veremos. Aquí hay una cultura de que cualquier cosa que afecta al centro derecha se convierte en un drama y algo que afecta a la izquierda, como es el caso de Podemos y la investigación de su financiación irregular, no pasa nada. Sigue siendo vicepresidente y dando lecciones de moral y de ética. Este es el país que tenemos.
¿Preferiría un Gobierno de concentración entre el PP y el PSOE?
No sé si es el momento. Pero si los alemanes son capaces de hacerlo, por qué nosotros no hemos sido capaces. No lo entiendo.
El propio líder de su partido, Pablo Casado, no quiere ni escuchar lo de la coalición.
Casado es el presidente del partido y toma sus decisiones. Las respeto, y punto. Ya sólo soy simpatizante y votante del PP.
Como votante y simpatizante, ¿cómo ve al PP en septiembre de 2020?
¿En este momento?
Sí.
Momentos muy complicados. Estamos viviendo unos momentos muy difíciles en el mundo y en España por la pandemia y todo se complica muchísimo más. Todo se vuelve más complejo y difícil. En eso estamos.
¿Tendría que haber un acuerdo entre el PP y el PSOE para los presupuestos en un momento como este?
Hombre, para que dos no lleguen a un acuerdo tiene que ser que en el fondo uno de los dos no quiera llegar. El señor Sánchez no tiene ningún interés en llegar a alguno con el Partido Popular. Tiene una coalición que le obliga a mucho, más de lo que le gustaría al PSOE. Conozco a mucha gente del Partido Socialista, y eso le impide llegar a un acuerdo aunque fuera mejor para España. Si piensa que el señor Sánchez sólo piensa en España, no sabe quién es el señor Sánchez.
¿Quién es el señor Sánchez?
Un señor que se ocupa de sí mismo y de sus intereses. Lo ha hecho siempre.
¿Y el señor Casado? ¿Qué le parece?
A mí Pablo, que lo conozco desde hace muchísimo tiempo, me parece un hombre que tiene muy buena voluntad, que tiene muchas ganas de hacer las cosas bien y que acaba de entrar a un partido que había perdido un Gobierno en una moción de censura, eso no es fácil.
¿Será Casado presidente del Gobierno?
¿Vamos a hablar de mi libro o de Pablo Casado?
En el libro habla mucho de Pablo Casado.
No, no. Poco, poco. Al principio.
De las primarias…
Hablo de que yo me voy del partido porque entra un equipo al que yo no pertenezco. Además, llega un momento y una edad en la que las cosas… A mí la política actual… A mí no me gustan ni Pablo ni Pedro ni ninguno de los que estructuran la política hoy. Creo que en momentos tan complicados hace falta mucha visión de política y concepto de Estado. Echo mucho de menos a Felipe González y a Mariano Rajoy, personas que sí tenían ese concepto.
En el libro habla de Fátima Báñez. ¿Sería en el futuro una buena lideresa?
Si ella quisiera… Pero eso es una decisión personal de ella. Está integrada hoy en su trabajo y triunfará porque es una mujer muy inteligente.
¿Dónde se siente más cómoda en MasterChef o en el Congreso? ¿Qué le parece más divertido?
Yo al Congreso no iba a divertirme, a MasterChef sí.
Hay momentos divertidos también en el Congreso, ¿no?
Bueno, hay de todo, pero uno va al Congreso a intentar trabajar por lo que cree y piensa, pero no a divertirse.
Siempre fue el verso suelto del PP en temas como el matrimonio homosexual o el aborto. ¿Esas disensiones estaban consensuadas con la dirección? ¿O siempre ha expresado lo que quería?
Vamos a ver, soy partidaria, y lo he dicho siempre, de que los partidos en determinadas cuestiones dieran libertad de voto. Todo aquello que se relaciona con la ética privada, si eres católico, protestante, musulmán, agnóstico o ateo. Eso los partidos no lo deben forzar, el único partido que lo hacía era CiU. Es un buen ejercicio democrático. No lo han hecho ni el PSOE ni el PP ni el PCE ni IU ni Podemos ni nadie. Es un error muy grave. Votaba lo que que mi conciencia me pedía que hiciera.
En el libro también habla de Vox. ¿Qué le parece ese partido de la ultraderecha?
No me gustan los radicalismos de ningún signo. En los problemas graves que pueden afectar a un país la actitud de los partidos radicales no contribuye a la solución, sino todo lo contrario. No me gusta ni el estilo ni los modelos que los mueven. Me gustaría que el centro derecha volviera a ser sólo un gran partido. Y aspiro y espero que eso suceda.
Cs sólo tiene diez diputados, ¿cree que conseguirán aglutinarlos?
Es un trabajo que tendrán que hacer los que están al frente de uno y de otro, pero creo que la única fórmula para que el centro derecha vuelva a ganar unas elecciones es ir con unas solas siglas y un solo partido, que esté homologado en Europa. El que está homologado en Europa es el PP, es el más grande, el que tiene más representación, el que tiene más experiencia. Es fácil aglutinar si uno quiere. Lo hizo ya Aznar en el 90 y se puede volver a hacer.
Uno de los momentos más divertidos del libro es cuando cuenta que compañeros suyos presionaban a Moncloa para sentarse en las cenas del Palacio Real y colgarse luego las medallitas hasta en las bodas de los hijos.
Pero eso pasa en todos los políticos. Esto no es un problema de partidos, sino de personas. He conocido ministros anteriores que tenían la misma manía, incluso que han llegado después a instituciones muy importantes. Hay gente que le gusta el medalleo. A mí no.
Hablando de Palacio Real, ¿qué le parece que el rey emérito esté en Emiratos?
No tengo nada que decir de don Juan Carlos. Lo veo el 23-F, y con eso me quedo.
Desvela una anécdota sobre el día que le fue a entrevistar Letizia Ortiz y tuvieron que repetirla porque el cámara no la grabó…
Entonces era ella una reportera de TVE. Ella es antitabaco, yo había dejado de fumar. Y conocí a una gran mujer. Creo que Letizia Ortiz ha conseguido mucho para la casa real. Hoy el rey Felipe VI es un hombre cercano, muy pegado al suelo y la tierra gracias a Letizia Ortiz. Me parece una gran mujer, y no me parece adecuado cómo la han puteado en algunos sitios.
Ha tenido la suerte, desde su posición, de conocer a todo tipo de personajes. ¿Cuál ha sido el político más brillante con el que se ha encontrado?
Bastantes. Cada uno en su materia. Cristóbal Montoro ha sido un magnífico ministro de Hacienda. Me hizo mucha ilusión, estúpida pero me hizo, cuando llegué al Parlamento Europeo y me encontré con Daniel Cohn-Bendit. Lo que fuimos y lo que somos, ¡Dios!
¿El más mediocre?
Eso no lo no voy a decir.
Tiene fama de no cortarse.
Bueno, depende. También se cumplen años y se vuelve una un poco más prudente.
Dedica una parte muy importante a los medios, ¿Se ha convertido la política en un gran plató?
Hay una realidad: la única forma de llegar a los ciudadanos y explicar tu mensaje son los medios. El partido que esté de espaldas es difícil que llegue a conseguir apoyos. Ahora están las redes sociales, que creo que han entorpecido en muchos casos por determinada utilización y manipulación. Pero, en líneas generales, es fundamental. He tenido la suerte de poder llegar a esos medios.
En esa nueva política del tuit uno de los grandes ejemplos es Gabriel Rufián. También dedica un capítulo a Cataluña, ¿cómo ha vivido esa situación durante estos años? ¿Puede haber una solución, una reconciliación?
En primer lugar, con enorme preocupación y tristeza. Cataluña me parece una parte muy importante de este país. Por muchas razones, hay muchos miles de andaluces que cogían un tren que se llamaba El Catalán para buscarse la vida con una maleta de cartón en la época de Franco para trabajar allí y levantar Cataluña. El señor Rufián nació allí pero toda su familia es andaluza y sus muertos están enterrados en Andalucía como los míos en Málaga. Romper eso es muy difícil. Ha habido un sector de la política catalana que ha intentado por todos los medios romper sentimientos y recuerdos. En un mundo global, Cataluña tiene mucho más que ganar dentro de España que sola. Le han ido complicando la vida al conjunto de los catalanes, hoy están divididos en dos. Eso no puede ser. Rufián es un hombre que no reflexiona mucho. Lo he conocido en el Parlamento, con esa agresividad… ¿para qué? ¿Para qué le sirve? Un político tan agresivo y tan radical no lleva a ningún tipo de acuerdo. Incluso amenazante e intentado chantajear al presidente del Gobierno. Esa línea de política no me gusta.
Le dedica un capítulo al día que conoció a Pablo Iglesias. ¿Es tan malo el demonio como lo pintan en el PP?
No creo que Pablo Iglesias sea el demonio, no creo en esas cosas. Pero sí creo que sea un político sectario, que se cree ‘Dios ya no existe, el Papa es Pablo Iglesias’. A mí esos radicalismos no me van. Él es así. Daba lecciones de moral y ahora tiene un follón con la financiación de su partido. A ver si un día la explica y deja de hablar de los demás.
¿Qué opina de la Ley de Memoria Democrática aprobada por el Gobierno?
Bueno, si van a hacer lo mismo que con la anterior… Pienso que el Valle de los Caídos se tendría que convertir, no tanto en un cementerio civil, en un centro de estudios de la Guerra Civil, donde los historiadores de cualquier signo político y país pudieran analizar qué pasó en nuestro país y por qué se llegó donde se llegó. Sería una forma de honrar a los muertos, no hay que olvidar que murió demasiada gente en demasiados sitios sin ningún motivo. Fue un desgarro brutal, las guerras civiles son terribles. Tenemos que ir a la reconciliación. Hay que devolver a los que durante en la época de Franco no pudieron ni siquiera recoger los restos de sus familias, es absolutamente razonable.
¿Hay que derribar la cruz?
Es que no le doy el símbolo que algunos le quieren dar. Los monumentos que se han creado deben estar, entre otras cosas porque quien olvida la historia vuelve a repetirla. Es una forma clarísima de recordarnos dónde fuimos capaces de llegar los españoles.
¿La política española es machista? ¿Por qué no ha habido ninguna presidenta?
La sociedad española es machista. La política es un reflejo de la sociedad, que es machista. Mucho. Además, no estamos contribuyendo demasiado en que esto cambie. Hay un feminismo que está más en el detalle que en el fondo de las cuestiones, que se ofende y que victimiza todo, como si las mujeres fuéramos pequeñas que tenemos que estar rodeadas de algodón para que no nos estropeen. Las mujeres somos libres, queremos llegar lejos, queremos que no nos pongan impedimentos, pero no queremos que nos cuiden. No quiero que me cuiden, ya me cuido yo sola.
¿Las mujeres transexuales son mujeres?
Las mujeres transexuales son lo que ellas quieren ser. El ser humano es lo que su corazón y su cabeza le dicen qué es. Todo lo que es distinto y diferente da miedo, pero tenemos que acostumbrarnos. Todos somos diferentes. La gente tiene derecho a mostrarse cómo es. Son temas muy personales, el sufrimiento personal no contribuye a ser feliz.
Haciendo autocrítica, ¿qué hubiera cambiado en su vida política?
Eso ya lo hacéis vosotros divinamente.
¿Sí?
Sean errores o no, ya lo hacéis vosotros.
¿Cómo es la relación de un político con un periodista?
En el fondo siempre hay un cierto recelo. Vuestra obligación es llegar al Pulitzer y la nuestra, que no lleguéis. Muchas veces los titulares no tienen nada que ver ni con lo que has dicho ni con la intención ni con el contexto de la entrevista. Eso los asesores de prensa te lo dicen muy constantemente. Pero la relación debe ser la normal.
Estamos en Madrid, en pleno centro de la pandemia en Europa. ¿Cree que los ciudadanos comprenden lo que hemos visto en estas dos semanas en la Comunidad y que no se reunieran hasta el lunes Sánchez y Ayuso?
Me fui de la política y ya me ha hecho demasiadas preguntas fuera de mi libro porque no tienen nada que ver con lo que he escrito. En cualquier caso, estoy harta de que España sea Madrid, España es muy grande. Pasan cosas en toda España, buenas y malas. Y Madrid, para los medios y para lo mejor y lo peor, es lo único. En el caso del covid, en Castilla-La Mancha tienen muchísimos problemas y han cerrado pueblos enteros, en Castilla y León, en Navarra, en Andalucía, en Extremadura… Comprendo porque estamos todos aquí, pero hay que hacer una visión un poco más completa para lo bueno y para lo malo.
Málaga está saliendo mucho en los medios. Es uno de los casos, junto a Bilbao, de mayor reconversión como ciudad.
Es una ciudad hoy maravillosa. Culturalmente hablando es una maravilla.
Allí sigue ganando el PP bastante bien, con el alcalde De la Torre.
Llevamos 25 años el PP. Igual que Madrid, pero nadie se ocupa de Málaga.
¿Tendría que mirar más el PP a Málaga que a Madrid?
En Málaga estamos muy a gusto, con Paco, hemos hecho muy bien el trabajo. Elías Bendodo, una maravilla. Juanma es la leche. Vamos a dejar a Andalucía tranquilita, que está muy bien.
¿Cómo está Manolo?
¿Cómo? Hay miles de Manolos.
Con aquella frase…
No tengo nada que decir.
Y fue muy viral aquella imagen suya con el Candy Crush. ¿A qué juega ahora? ¿Qué tiene en el móvil?
A aguantarte a ti. Jajajaja.