El abogado de los padres de Gabriel creen que cada día es más clara la alevosía de Ana Julia
La búsqueda del pequeño costó 200.203,38 euros, en una valoración de "mínimos"
El letrado de la acusación particular, Francisco Torres, ha sostenido este viernes que las pruebas “determinan cada día más la responsabilidad alevosa, premeditada” de Ana Julia Quezada en el asesinato del niño Gabriel Cruz y buscó “en todo momento” acabar con su vida.
En declaraciones a los medios de comunicación al término de la sesión de este viernes de la vista oral con jurado popular contra la acusada, ha añadido que buscó “el sitio apropiado” para matarlo y que incluso podría haber llegado a limpiar el escenario del crimen. “Ya lo han oído, incluso llevaba un cubo de fregona en el coche -cuando fue detenida-, algo no muy común”.
Ha subrayado que Quezada estuvo al menos “tres horas y 18 minutos” en la finca de Rodalquilar (Níjar, Almería) en la que murió Gabriel, en “contra de sus versiones, en las que dice que estuvo una hora u hora y media, fue mucho tiempo”.
Además espera que se mantenga en este crimen “la alevosía, el ensañamiento y el delito contra la integridad moral”. “No estamos en disposición de que esta mujer pueda estar en la calle”, ha recalcado.
Por otro lado, el abogado de Quezada, mantiene que el informe de posicionamiento telefónico de la Guardia Civil que ubica durante tres horas a esta mujer en la finca de Rodalquilar, coincide con el relato de su cliente.
“Ella dice que salió sobre las 15.45 horas después de comer” y “luego dice que estuvo allí y sucede lo que sucede, y que se marcha a las seis y pico o siete cuando recibe una llamada”, ha apuntado.
Sobre los restos biológicos en la finca, ha insistido en que sólo había una gota de sangre en la puerta de aluminio que comunica la casa de Rodalquilar con el jardín, negando que hubiese limpiado la escena porque -en la fregona- “no hay restos de sangre, no hay nada, ni ADN, ni sangre, la fregona no se utilizó”.
“Qué se podría haber limpiado? Como podrían haber llegado los extraterrestres, son hipótesis no probadas ni corroboradas, la prueba viene a coincidir con lo que ella declara”, ha dicho.
Sobre la jornada a puerta cerrada del lunes ha dicho que “lo ideal” habría sido celebrar así toda la vista.
Previamente, dos guardias civiles han ratificado un informe sobre la tierra que presentaba el cuerpo del niño, indicando que por su aspecto mineralógico, cromático, el color, tamaño, partículas y humedad, se corresponde con las muestras recogidas en la finca de Rodalquilar y en el maletero del coche de la autora confesa del crimen.
200.203,38 euros
Por su parte, el coronel jefe de la Comandancia de Almería, Arturo Prieto Bozec, ha ratificado este viernes que la búsqueda del menor costó 200.203,38 euros, en una valoración de “mínimos”.
Bozec ha manifestado que este tipo de servicios supuso una “implicación de un montón de unidades diferentes, con circunstancias de búsqueda, el hecho de ser un niño y tener movimientos más imprevisibles, implica más personal, más tiempo implica más personal también”.
Ha reiterado el “importante” número de personal e indicado que este informe es de “mínimos, el mínimo coste y en base a cantidades fácilmente justificables”. “Habría otros conceptos que se podrían contemplar pero difícilmente cuantificables”, ha apostillado, precisando que la intención es que fuera “muy objetivo”.
De esta forma, se ha tenido en cuenta el tiempo invertido por el personal a razón de una jornada laboral de siete horas y media, los gastos de alojamiento y manutención, de acuerdo a lo que menos cobra cada guardia según su escala.
También se recogen las indemnizaciones por servicios, el consumo de vehículo de combustible, pero no su uso y mantenimiento, algo que sí se ha tenido en cuenta en los helicópteros, y también los de combustible de dos pequeñas embarcaciones.
Por último, se incluyen gastos de cuadras y perreras para canes y caballos.
Sin embargo, no se ha tenido en cuenta el lucro cesante o posible pérdida de seguridad en la zona por “enfocar todos los servicios en la búsqueda e investigación en lugar de a servicios de prevención”.
Tres horas en la finca
Ana Julia permaneció unas tres horas en la finca de Rodalquilar, en Níjar (Almería) en la que mató al pequeño el 27 de febrero del año pasado, según los datos telefónicos recopilados por la Guardia Civil durante la investigación del caso.
Así lo han manifestado dos guardias civiles, entre ellos un capitán que participó en el caso de Diana Quer, quienes han indicado que se solicitaron todos los datos asociados al número y terminal de la acusada -llamadas entrantes, salientes, SMS y la antena telefónica a la que estuvo conectado el dispositivo-.
Ha señalado que tras realizar una aproximación matemática de las zonas de conexión, se hizo un estudio sobre el terreno con 36 terminales similares a los de la acusada, con muestras reales sobre el terreno para averiguar por dónde pasó “con más fidelidad” el día en el que se cometió el crimen.
Por la mañana estuvo en Campohermoso (Níjar) y de allí fue sobre las dos de la tarde a la casa de Las Hortichuelas Bajas, también en Níjar, de la abuela de Gabriel, donde la última conexión a su teléfono tuvo lugar sobre las 15:46:45 horas.
La siguiente conexión ya fue en Rodalquilar, a unos diez minutos de su punto de partida, donde a las 18:55:48 horas recibió una llamada del padre de Gabriel, que era su pareja en ese momento.
Han subrayado que durante una hora exacta desde que abandonó Las Hortichuelas Bajas no hubo ninguna comunicación por parte del teléfono, pero que ésta pudo ser simplemente una comprobación de la propia red telefónica.
De esta forma, la acusada estuvo una hora y 52 minutos sin “usar el teléfono para nada”, ya fuese para llamar, mirar un correo o mandar un mensaje de WhatsApp.
El terminal volvió a tener actividad a las 17:39:06 horas, aunque “no se puede saber de qué tipo al no estar intervenido”, por lo que pudo ser algún tipo de reacción pasiva por parte de alguna aplicación que recibiese una notificación, por ejemplo.
Ya a las 19:04 horas cambia la cobertura de la antena que hasta ese momento la ubicaba en la finca, de forma que la acusada habría pasado en ese momento por Rodalquilar, donde minutos más tarde fue grabada por una cámara.
200.203,38 euros
Quiso cobrar la recompensa
La quinta sesión de la vista con jurado popular contra la acusada por el asesinato del niño Gabriel Cruz ha empezado a las 09:58 horas de este viernes, en la que se prevé la declaración como peritos de 14 guardias civiles y del citado coronel jefe de la Comandancia de Almería Prieto Bozec.
Ana Julia Quezada quiso cobrar la recompensa que los padres del niño ofrecían tras su desaparición, según declaró este jueves durante la vista oral contra ella el comandante Montero de la Unidad Central Operativa (UCO).
“Parece una persona a la que le gustaba el dinero” y, además del asesinato del niño, “no sabemos si buscaba cobrar un dinero. Es macabro pero parece que por ahí iba la cosa”, manifestó el comandante ante el jurado popular que enjuicia a la acusada, en una jornada en la que tras múltiples renuncias, declararon en calidad de testigos-peritos 14 guardias civiles.
“Fue una investigación muy dura porque buscábamos a un niño vivo, no se planteó como un homicidio. Si hubiese sido así, no se habrían empleado tantísimos recursos como en esta investigación”, añadió el comandante, que en aquel momento estaba a cargo de la Sección de Homicidios, Secuestros y Extorsiones de la UCO.