Elon Musk dimitirá cuando encuentre a alguien lo "bastante tonto" como para dirigir Twitter
El domingo lanzó un sondeo en su misma cuenta en la que pidió a los usuarios votar sobre si debía seguir como director ejecutivo
Elon Musk, propietario único de Twitter, se ha pronunciado sobre el resultado de la encuesta lanzada en su perfil en la que si debería dimitir como CEO de la red social, después de anunciar y dar marcha atrás que se bloquearían los enlaces y perfiles a otras redes sociales.
Tres días han pasado desde que Musk publicase la encuesta y no ha sido hasta la madrugada de este miércoles cuando se ha pronunciado claramente sobre su futuro. Fiel a su estilo, ha publicado un tuit explicando que “dimitirá como director ejecutivo tan pronto como encuentre a alguien lo bastante tonto como para aceptar el trabajo. Después de eso solo dirigiré los equipos de software y gestión de servidores”, ha escrito el creador de Tesla o SpaceX sin desvelar más detalles.
Fue el domingo cuando Elon Musk pidió a los usuarios de Twitter que votasen si debía seguir como director ejecutivo de la compañía: doce horas después votaron 17 millones de usuarios y un 57 % le pidió abandonar el puesto, pero no hay ninguna constancia de que esos votos representen a personas reales y no sean “bots” o falsos perfiles, como sugerían algunos de sus seguidores más fieles.
El tuit llega, curiosamente, después de que el propio Musk publicase otro con una frase de su hijo Saxon James Musk: “Los periódicos solo buscan en Internet y lo imprimen”. Precisamente, varios medios publicaban este martes que Elon Musk estaría buscando activamente un posible director ejecutivo. El portal económico CNBC, incluso, precisó que esa búsqueda no comenzó el domingo sino hace muchas semanas.
Salga o no de la dirección de Twitter, lo cierto es que antes de formalizarse la compra de la red social, Elon Musk había apuntado que tomaría los mandos de la compañía durante “unos pocos meses”, aunque esa promesa parecía difícil de cumplir por su implicación personal en el proyecto y su objetivo de hacer de la red social un proyecto rentable.
“Twitter pierde 4 millones de dólares al día”, llegó a escribir el propietario de la red social después de varias semanas en el cargo y llevar una errática política de gestión para colorear de verde los números de la plataforma. Decisiones que pasaron por una drástica reducción de plantilla o cambios en los planes de suscripción, con el lanzamiento del pago por la verificación de cuentas.
Si a ello le sumamos la fuga de anunciantes, síntoma de su preocupación por los vaivenes de la empresa por los continuos cambios de parecer de Musk, no sorprende que para sanear las cuentas de Twitter haya vendido dos grandes paquetes de acciones de Tesla -la otra gran empresa que gestiona y origen de su gran fortuna- por valor de 3.650 millones y 3.900 millones de dólares, respectivamente. Hecho que lo apartaba del primer puesto de la lista de los hombres más ricos del mundo.
Una gran parte de esos anunciantes que han abandonado Twitter lo han hecho porque consideran que la red se ha llenado de perfiles extremistas y de discursos de odio, mientras que Musk, que se proclama un absolutista de la “libertad de expresión” ha ejercido la censura contra varios periodistas críticos con él a quienes canceló sus cuentas, aunque luego las volvió a aceptar tras lanzar otro “sondeo tuitero” sobre su retorno.