Cómo pretende el PSOE darle la vuelta a las encuestas en Castilla y León
Los socialistas confían en las ganas de “cambio” y no creen que les afecte la polémica de Garzón.
No ha sido una sorpresa para el PSOE que Alfonso Fernández Mañueco haya apretado el botón electoral en Castilla y León. Los de Luis Tudanca ya lo olían desde hace tiempo y no lo achacan al ‘efecto Ayuso’, sino que creen que es una salida hacia delante del PP ante el “endiablado calendario” judicial que tienen por delante los populares.
Este adelanto electoral es una “irresponsabilidad”, sostienen fuentes socialistas, pero en el partido lo ven como una “oportunidad”. Hace dos años y medio fueron la fuerza más votada, pero el posterior pacto de Cs con el PP les hizo seguir en la oposición. En el PSOE de Castilla y León entienden que ese pulso por el cambio sigue latente en la comunidad, a pesar de lo que dicen las encuestas.
Los socialistas, añaden las fuentes, recuerdan que también en 2019 las encuestas les daban por detrás de los populares, y luego lograron ser los primeros en las urnas. Además hay un factor que nadie puede controlar ni se sabe cómo condicionará: es la primera vez que las autonómicas en Castilla y León se celebran por separado, sin haber urnas para las municipales o las generales.
Luis Tudanca ya tiene la campaña en la cabeza, comentan los suyos, y va a centrarse en la comunidad, no quiere entrar en el juego de Mañueco, señalan en el PSOE de Castilla y León. Ya que, en su opinión, el PP quiere hacer una campaña con temas nacionales para obviar los problemas y los escándalos que salpican al partido.
En este punto, los socialistas recuerdan los tres casos judiciales que tiene el PP ahora mismo: Perla Negra, trama eólica y las primarias del propio Mañueco -está imputado el Partido Popular de Salamanca-. El PSOE quiere poner estos asuntos sobre la mesa tras 35 años de dominio popular en esta comunidad.
Quieren hablar de los temas de Castilla y León, pero eso no significa que no se vaya a implicar Ferraz en estos comicios. De hecho, Luis Tudanca habló en el Comité Federal del pasado viernes en abierto y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está este domingo apoyándolo en un acto en el frontón Eras de Santa Marina en Palencia. “Contamos con todo el apoyo de Ferraz y del Gobierno”, indican desde la federación.
Y la precampaña ha arrancado muy movida por la polémica de las palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, en una entrevista en The Guardian, donde se mostró a favor de la ganadería extensiva pero cuestionó la calidad, en cambio, de la carne que sale de las macrogranjas. Esto ha hecho que la oposición y una parte del PSOE le critique o pida su dimisión.
El propio Mañueco fue el instigador de la campaña contra Garzón, sabiendo que es un tema muy sensible en zonas rurales y en la España vaciada. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha marcado distancias mostrando su apoyo al sector ganadero, recordando leyes como la PAC y la de cadena alimentaria. Y varios ministros, como Isabel Rodríguez y Pilar Alegría, han desautorizado al malagueño.
¿Pasará esto factura al PSOE en las elecciones? No lo creen en la federación de Castilla y León, donde lanzan esta consigna: “Tanto en el tema de la caza, como con el lobo y los ganaderos, estaremos siempre al lado de los ganaderos y de Castilla y León”. Para criticar también la actitud del Partido Popular: “Estuvieron en contra de la PAC y de la ley de cadena alimentaria, ni el PP ni Mañueco las apoyaron. No pueden dar lecciones en estas cuestiones”.
Asimismo, cuando critiquen al Gobierno desde el PP, los socialistas replicarán que gracias al actual Ejecutivo 600.000 pensionistas en la comunidad verán revalorizadas sus cuantías, en tanto que 200.000 trabajadores pudieron acogerse a los ERTE y 140.000 personas en la autonomía se benefician de la subida del salario mínimo, además de que 36.000 se acogen al ingreso mínimo vital aprobado durante la pandemia.
“Salimos a ganar”, señalan desde el PSOE, cuyo mensaje va a ser el de que son los únicos que pueden encabezar un Gobierno de “cambio y de esperanza” tras los 35 años del Partido Popular. En esta ocasión aparece la novedad electoral de la España Vaciada, pero los socialistas no lo ven como una amenaza. Le dan la bienvenida (podrían ser socios), pero creen que los ciudadanos saben que la opción realista para conseguir un cambio es el Partido Socialista.
Además, desde el PSOE advertirán de que la única opción de Mañueco para gobernar sería un pacto con la ultraderecha (podría ser el primer Gobierno autonómico en el que entraran los de Santiago Abascal). En las encuestas se refleja un crecimiento de la extremaderecha en el Parlamento regional. El responsable del incremento, analizan en el PSOE, es el propio PP, que les copia y que se siente “cómodo” con ellos.
Ante esta situación, el PSOE de Castilla y León va a desplegar una campaña “muy de calle”, haciendo todos los actos que pueda junto a la gente, siempre respetando las medidas sanitarias. Con un mensaje claro de socialdemocracia y un argumento a los votantes: “Esta comunidad necesita un cambio ya”.
Por eso, Luis Tudanca hará bandera, señalan las fuentes consultadas, de la defensa de los servicios públicos de calidad ante una sanidad “colapsada” en estos momentos. Además, hará especial hincapié en el asentamiento de la población y la lucha contra la despoblación (con medidas como reabrir los consultorios). También se volcará en medias para los jóvenes para frenar su marcha y para que retorne el talento perdido. “Ofrecer presente y futuro”, dicen en el PSOE de Castilla y León.
A los electores les ofrecerá como primera decisión, si gobierna, convocar a todos los agentes políticos y sociales para impulsar un gran pacto para los presupuestos y un plan de reindustrialización que aproveche los fondos europeos, apostando por un cambio en el modelo productivo. En su programa tendrá también como punto fuerte la gratuidad de los libros de texto y de la educación infantil. Repiten todo el rato el candidato y los suyos: “Cambio y esperanza”.
La carrera electoral está en marcha. El 13 de febrero, el resultado final.