El preso de ETA Antonio Troitiño abandona la prisión en libertad condicional
Es con el objetivo de facilitar el tratamiento médico que precisa el cáncer que padece el preso.
El histórico miembro de ETA Antonio Troitiño ha abandonado este viernes la prisión de Madrid VII (Estremera), en la que cumplía condena, al serle concedida la libertad condicional por la grave enfermedad que padece, según ha informado la asociación de familiares de presos etarras Etxerat y ha confirmado Instituciones Penitenciarias.
La excarcelación definitiva de Troitiño se ha llevado a cabo una vez que ha adquirido firmeza el auto del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional que le otorgó el pasado 26 de enero la libertad condicional.
El histórico etarra fue condenado por última vez en marzo de 2018 a 5 años, 11 meses y 29 días de prisión por reintegrarse en ETA tras ser excarcelado por error en 2011 y huir a Londres, de donde fue extraditado en mayo de 2017.
Según ha informado Etxerat, Troitiño ha salido esta mañana y ya viaja en dirección al País Vasco, donde no podrá ser objeto de homenaje, tal y como establecen las condiciones impuestas por el juzgado para su puesta en libertad.
Renunció a la quimioterapia
El preso renunció hace 10 días al tratamiento de quimioterapia que estaba recibiendo, ya que le resultaba inviable, “tanto a nivel anímico como físico” llevarlo a cabo en la cárcel.
De hecho, el auto que le ha concedido la libertad provisional argumenta que la excarcelación tiene como objetivo facilitar el tratamiento médico que precisa el cáncer que padece el preso, del que subraya su “escasa peligrosidad” y la “dificultad para delinquir” debido a su estado de salud.
A partir de ahora, Troitiño deberá comparecer cada quince días ante dependencias policiales o servicios sociales de la administración, no podrá ausentarse de la provincia en la que fije su residencia y tiene prohibido “participar en cualquier homenaje o acto público que se celebre en su honor o en honor a otros miembros de la organización terrorista ETA”, además de no poder realizar entrevistas, declaraciones o apariciones en medios de comunicación, entre otras condiciones establecidas por el juzgado.
Etxerat ha lamentado, en un comunicado, la demora en la excarcelación del recluso, a quien se le concedió el 11 de enero el tercer grado y posteriormente la libertad condicional, pero en ambos casos las autoridades judiciales optaron por agotar los plazos de posibles recursos y condicionar su salida de prisión a que las resoluciones fueran firmes, como ha ocurrido finalmente.