El pomelo y ciertos medicamentos, un cocktail explosivo
Los médicos deberían preguntarte: "¿Comés pomelo como postre, en la mermelada de tus tostadas o tomás el jugo cuando desayunas?". Así de importante se convirtió esta fruta, ya que se demostró que hasta el momento interacciona con 85 medicamentos y, en algunos casos, genera serios efectos adversos.
Es sorprendente que esta fruta nutritiva, baja en calorías y siendo una gran fuente para las vitaminas C y A, tenga un efecto negativo para tantos fármacos. La explicación tiene que ver con la genética y su metabolización (procesamiento) en el cuerpo. Podés encontrar cuáles son estos medicamentos en el siguiente enlace de la Asociación Médica de Canadá (en inglés).
El pomelo (Citrus x paradisi) es un híbrido. Se originó en la Isla de Barbados, en el Caribe, y es el resultado del cruce entre la naranja dulce (C. sinensis) y el pomelo chino (C. máxima) ambas frutas originarias de Asia. Contiene compuestos químicos llamados furanocumarinas que alteran genes (CYP3A4) y proteínas (enzimas) responsables de realizar el metabolismo.
En algunos casos, estos compuestos químicos hacen que el metabolismo de ciertos medicamentos sea muy lento o se bloquee, lo que genera una mayor cantidad de droga en la sangre (mayor absorción en el intestino), causando una mayor cantidad de efectos adversos (toxicidad). Cada persona, de acuerdo al funcionamiento de sus genes y proteínas especiales (llamadas enzimas), metaboliza de una manera diferente los medicamentos, por lo tanto, ante una misma cantidad de pomelo algunos serán más afectados que otros.
Un pomelo o un vaso de jugo (200ml) es suficiente para causar interacciones en los medicamentos. Un solo vaso puede disminuir casi 50% la absorción de un fármaco en el intestino. A su vez, este efecto químico causado por el jugo desaparece lentamente, por lo que el efecto negativo puede seguir actuando 24 horas después.
En los medicamentos que no deben combinarse con el pomelo encontramos:
- Hormonas como los estrógenos, incluídos algunos anticonceptivos.
- Para el tratamiento del colesterol alto, las estatinas como atorvastatina, lovastatina, simvastatina.
- Para afecciones cardíacas o presión arterial alta (hipertensión arterial) como amiodarona, apixaban, clopidogrel, dronedarona, eplerenona, felodipina, nifedipina, quinidina, rivaroxaban, ticagrelor.
- Inmunosupresores para evitar los rechazos de trasplantes de órganos como ciclosporina, everolimus, sirolimus, tacrolimus.
- Quimioterápicos para el tratamiento del cáncer: crizotinib, dasatinib, erlotinib, everolimus, lapatinib, nilotinib, pazopanib, sunitinib, vandetanib, vemurafenib.
- Tratamiento o prevención de infecciones: eritromicina, halofantrina, maraviroc, primaquina, quinina, rilpivirina.
- Un antihistamínico muy frecuentemente indicado para tratar la alergia (rinitis alérgica) como es fexofenadina.
- Drogas que actúan en el sistema nervioso central: alfentanilo, buspirona, dextrometorfano, fentanilo, lurasidona, oxicodona, pimozida, quetiapina, triazolam, ziprasidona.
- Para el tratamiento de las náuseas como domperidona.
- Para el tratamiento de afecciones urinarias como darifenacina, fesoterodina, silodosina, tamsulosina, por mencionar algunos.
Los efectos adversos, en ciertos casos, llegan a ser fatales. Se estima que 43 de los 85 medicamentos afectados por el pomelo pueden poner en peligro la vida. Algunas mujeres que van a recibir estrógenos como anticonceptivos durante su etapa fértil, o durante la menopausia como tratamiento hormonal de reemplazo, deben tener suma precaución ya que esta fruta ha causado un mayor riesgo de trombosis venosa. Aunque es un efecto adverso muy poco frecuente, es importante tenerlo muy presente.
Con varios fármacos, esta fruta puede causar un aumento descontrolado de la frecuencia cardíaca (arritmia) llamada torsades de pointes (traducida como "puntas retorcidas" del francés) que puede causar la muerte.
Algunos medicamentos que pueden causar este efectos son la eritromicina, quinidina, cisaprida, ziprasidona, lurasidona, domperidona y solifenacina.
Entre otros fármacos que, asociados a la ingesta de pomelo también tienen la potencialidad de matar a una persona causando un paro respiratorio, se encuentran la oxicodona, fentanilo y metadona. Por su parte, el verapamilo es un medicamento de uso frecuente para tratar la presión arterial alta en interacción con el pomelo puede llegar a causar bloqueo cardíaco completo, o sea, un fallo "eléctrico" en la conducción cardíaca.
Un caso emblemático son las estatinas como atorvastatina y simvastatina, indicadas para bajar el colesterol "malo" LDL, que se deposita en las arterias aumentando el riesgo de infarto cardíaco. Imaginemos una situación muy probable: una persona está realizando una dieta baja en grasa con un objetivo "cardioprotector" y empieza su día con un desayuno saludable tomando un vaso de jugo (200ml). Toma jugo todas las mañanas. Se estima que al tercer día, en la mayoría de los casos, se triplica la cantidad de la droga en sangre (250-330%), pudiendo causar insuficiencia renal grave consecuencia de un daño profundo en el tejido muscular esquelético. Esta complicación seria se descubrió luego del consumo de la fruta por más de 10 días.
En el caso del sildenafil, el pomelo aumenta los niveles de la droga en sangre, lo que generaría un mejor efecto deseado en los hombres que tienen disfunción eréctil. Sin embargo, por otro lado, causa un mayor riesgo de bajar la presión arterial, desencadenar dolor de cabeza y enrojecimiento.
La fexofenadina, un antihistamínico indicado para la rinitis alérgica interacciona con el jugo de pomelo, de manzana y naranja. Los niveles sanguíneos del fármaco disminuyen y la eficacia se reduce. Esta interacción se produce por un mecanismo diferente al gen CYP3A4, pero no obstante, se recomienda que esta droga se tome con agua y no con jugo de fruta. Otro ejemplo en el cual se pierde la eficacia (efecto deseado) por efecto de las furanocumarinas es con el antiagregante plaquetario, clopidogrel.
Otros efectos adversos serios que han ocurrido como resultado de la interacción son sedación, mareos, sangrado gastrointestinal, supresión de la médula ósea (no hay producción de glóbulos rojos, glóbulos blancos ni plaquetas), retención urinaria y muerte súbita.
¿El pomelo debería estar en el prospecto?
Es una fruta saludable. Medio pomelo contiene 52 calorías, 0 g de grasa, 0 g de sodio, 0 g de colesterol, 13 g de hidratos de carbono (incluyendo 8.5 g de azúcar, 2 g de fibra), y 1 g de proteína. Esta porción aporta el 64% de las necesidades diarias de vitamina C, el 28% de la vitamina A, el 2% de calcio y 2% de magnesio. Aunque parezca exagerado, como recomendación general hay que evitar esta fruta cuando una persona está bajo cualquier tratamiento farmacológico, y ante la duda, siempre se debe consultar al médico.
El riesgo que puede tener cada persona es desconocido y, por eso, es bueno tener precaución. Los mayores de 45 años son los principales consumidores de pomelo y reciben la mayoría de las recetas para los fármacos mencionados. Por lo tanto, es probable una exposición sustancial a esta interacción.
Los mayores de 70 años tienen mayor posibilidad de ingerir pomelo y que genere interacción con los medicamentos, ya que también su metabolismo tiende a ser más lento como parte del mecanismo de envejecimiento, en la mayoría de los casos. Son los más vulnerables a las consecuencias clínicas adversas.
A pesar de que el pomelo sea bueno para nuestra salud, esta es una excepción importante que debe ser masivamente difundida, ya que es un problema mucho más frecuente de lo que imaginamos. Es un tema desconocido por la mayoría de la gente, por lo tanto, en la caja de los medicamentos o en el prospecto debería figurar una leyenda con la advertencia: "No coma pomelo o tome su jugo en ningún momento mientras toma este medicamento".
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Referencias
https://www.fda.gov/ForConsumers/ConsumerUpdates/ucm292276.htm
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15917386
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23184849
http://www.cmaj.ca/content/suppl/2012/11/26/cmaj.120951.DC1/grape-bailey-1-at.pdf