El periodista turco Hamza Yalçin, libre después de que España rechace extraditarlo

El periodista turco Hamza Yalçin, libre después de que España rechace extraditarlo

"Intenté prepararme mentalmente para pasar mi vida en prisión", relata el también escritor, perseguido por el gobierno de Erdogán, uno de los principales depredadores de la libertad de prensa del planeta.

El periodista y escritor sueco de origen turco Hamza Yalçin y su abogado, Baltasar Garzón, durante la rueda de prensa de esta mañana en Madrid.Emilio Naranjo / EFE

Pese a que temió tener que hacer frente a una cadena perpetua, el periodista y escritor sueco-turco Hamza Yalçin ya es libre después de que el Gobierno español haya rechazado extraditarlo a Turquía, donde se le acusaba de tener vínculos terroristas y de insultar al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

"Empecé a intentar prepararme para encarar una vida en prisión, para pasar el resto de mis días en la cárcel (...) No he podido dormir hoy, no esperaba que me liberaran, aunque mis abogados sí estaban convencidos de que lo harían", ha asegurado hoy en rueda de prensa.

Después de pasar 56 días en la cárcel de Brians (Barcelona), adonde llegó tras ser detenido en el aeropuerto de El Prat el 3 de agosto por una orden de Interpol cursada por Turquía, la Audiencia Nacional decretó ayer su libertad provisional.

Un día después, el Consejo de Ministros ha rechazado extraditar a Turquía al periodista e interrumpir el procedimiento judicial debido a que Yalçin recibió asilo en dos ocasiones (en 1987 y 1998) por parte de Suecia antes de que se le concediera en 2006 la nacionalidad sueca.

La Ley de extradición pasiva determina entre las causas en las que no se concederán las extradiciones que la persona reclamada tenga reconocida la condición de asilada, como es el caso.

En rueda de prensa, el abogado defensor de Yalçin, Baltasar Garzón, ha reiterado que "hay un componente político evidente y una imputación absolutamente sin base y por razón de opinión" detrás de la persecución del periodista.

Hay un componente político evidente y una imputación absolutamente sin base y por razón de opinión detrás de la persecución de YalçinBaltasar Garzón, abogado defensor del periodista turco

Ha criticado que Yalçin haya tenido que estar privado de libertad durante 56 días y que no se hubiera parado la demanda de extradición nada más comprobar que el periodista era un refugiado por motivos políticos.

"PURGAS"

El periodista ha lamentado el trato recibido en prisión, donde los funcionarios tuvieron comportamientos "dictatoriales" con él. Afectado psicológicamente, el periodista, de 59 años, temió no recuperar su libertad.

Ha narrado que "Erdogan y sus generales" se enfadaron mucho con él por escribir un artículo en el que relacionaba al presidente turco con el intento de golpe de Estado del verano de 2016, que supuso "una purga de la oposición".

"En la situación actual que tiene Turquía sería una locura, aparte de una gravísima irresponsabilidad, entregar a personas que han criticado públicamente los excesos del régimen actual", porque serían objeto de persecución, de tortura y de otros malos tratos, ha alertado el abogado.

En este sentido, Garzón ha instado a Interpol a examinar las órdenes de extradición de países como Turquía donde "la violación de derechos humanos es una realidad" y estudie si detrás de esas órdenes hay un "planteamiento político oculto".

Durante los casi dos meses que el periodista ha permanecido en prisión, tanto el Defensor del Pueblo como numerosas organizaciones políticas, periodísticas y legales han denunciado reiteradamente que Turquía lo persigue por ser crítico con el régimen de Erdogan y han exigido su liberación.

Aunque Yalçin por fin vuelve a ser libre, el periodista germanoturco Dogan Akhanli, en libertad provisional en España, está a la espera de que la Audiencia Nacional curse su procedimiento de extradición.

Akhanli ha querido acompañar a Yalçin esta mañana en Madrid: "No he podido disfrutar de mi libertad aquí sabiendo que él seguía en prisión. Soy consciente de lo difícil que ha tenido que ser para él todo este tiempo (...) Ahora quizá pueda enseñarle la ciudad y disfrutarla juntos", ha dicho.

Garzón ha recordado que en Turquía otros 160 periodistas están siendo perseguidos y juzgados sin garantías.

Desde la Federación Internacional de Periodistas, han calificado de "escandaloso" el trato que Turquía está dando a los informadores, tanto por perseguir a los turcos críticos que se encuentran en el extranjero, como por privar de libertad a periodistas europeos que realizan su trabajo en el país.