Juegos Olímpicos de Tokio: igualdad sí, pero no mucha
Sí, hay muchas mejoras. Pero eso no significa que haya Igualdad en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Igualdad, pero no mucho. Así se podrían describir los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, cuya ceremonia inaugural ha tenido lugar este viernes en la capital de Japón. “Un hito en la igualdad de género dentro y fuera del terreno de juego”, dijo el pasado 8 de marzo el Comité Olímpico Internacional (COI) sobre la cita de este año. Y bueno, el intento está ahí.
El porcentaje de mujeres deportistas ha subido al 49% frente al 45% de 2016, habiendo una paridad casi total entre hombres y mujeres, un paso muy importante. Pero esta cifra no quiere decir que la igualdad haya calado del todo en Tokio, como tampoco caló en Río de Janeiro. Esta paridad se dará solo sobre la pista y será matemáticamente igual en los juegos de París de 2024.
Pero sí, aunque más lenta que en otros ámbitos, la igualdad de género se ha colado en la Villa Olímpica. Los 207 equipos que participan incluyen por primera vez a deportistas de ambos sexos y la mayoría ha aceptado la invitación del COI de desfilar en la ceremonia inaugural de este viernes con dos abanderados. Pero no todos. Emiratos Árabes Unidos, Yemen, Indonesia, Eritrea, Omán, Gabón, Camboya, Comoras, República Democrática del Congo, Samoa, Santo Tomé y Príncipe, Sierra Leona, Yibuti, Tayikistán, Bermudas, Mali, Mauricio o Libia han sido algunos de los equipos que solo tuvieron un abanderado masculino.
Algunas otras mejoras
Hay algunas otras mejoras, como no podía ser de otra manera ante el avance social en igualdad. Las pruebas mixtas son sólo 18, pero esto supone nueve más que en Río 2016, para animar a las delegaciones a incluir a más mujeres en sus delegaciones.
También se ha modificado el calendario de competición para que las grandes finales tengan la misma visibilidad (horario televisivo preferente, jornadas de fin de semana...) para los hombres y para las mujeres.
La presidenta del comité organizador de los juegos es una mujer por segunda vez en la historia una mujer: Seiko Hashimoto. La primera fue en Atenas 2004, con Gianna Angelopoulos. Tras la toma de posesión de Hashimoto se nombró a 12 nuevas dirigentes y se pasó de 7 a 19, entre un total de 45. Eso sí: la llegada de Hashimoto también tiene su aquél: sustituyó a Yoshiro Mori tras su cese por el escándalo que generó con unos comentarios misóginos que profirió precisamente en una reunión en la que se debatían medidas para aumentar la presencia femenina en la directiva del comité organizador.
Estos pequeños avances llegan también a los Juegos Paralímpicos, donde se prevé una participación femenina en Tokio del 40,5 %. Hay un amplio margen de mejora pero representa un incremento del 18,7 % en menos de una década, desde Londres 2012.
Primera participante trans
La cita también se recordará por la participación de Laurel Hubbard, una levantadora de pesas neozelandesa que se convierte en la primera mujer trans que forma parte de la cita olímpica. A sus 43 años, competirá en la categoría de +87 kg.
A pesar de que ha habido reticencias entre algunos colectivos por la admisión de la deportista trans, el presidente del COI, Thomas Bach, ha asegurado que Hubbard se ha clasificado según la normativa, aunque ha avisado de que esta se “revisará para esclarecer unas guías”.
Pero... no todo es tan bonito
Pero, a pesar de las mejoras, lo cierto es que, de momento, la familia olímpica tiene aún muchas lagunas. Una de ellas es en el grupo de las entrenadoras, que representan sólo en torno al 10% del cuerpo acreditado, como informa EFE.
Estos problemas también tienen lugar en los puestos del propio COI, en cuya asamblea sólo un 37,5% son mujeres. En la Comisión Ejecutiva son el 33,3%. Y en sus diferentes comisiones suponen el 47,8%, aunque muchas de ellas repiten en varios grupos.
Bajamos a la cancha
Otros (no tan) detalles que hay que mencionar son a nivel de la competición: la gimnasia rítmica y la natación artística son los dos únicas disciplinas del programa olímpico exclusivamente femeninas. Y la lucha grecorromana es la única solo para hombres.
En vela hay una clase masculina más que femenina, en boxeo hay ocho pesos para hombres y solo cinco para mujeres, en atletismo ganan las pruebas masculinas solo por los 50 km marcha y en fútbol el torneo masculino admite a 16 selecciones y el femenino únicamente a 12.
La cobertura sexista en los medios
En las últimas citas olímpicas se ha criticado duramente la cobertura existas que se hace desde algunos medios de comunicación. Habrá que esperar al final de los juegos para ver si esto ha cambiado. Pero de momento, el COI y ONU Mujeres han lanzado una guía para promover una “información deportiva libre de estereotipos”.
“Tiene como principal objetivo contribuir con el desarrollo de la cobertura periodista de deportes con una mirada de género e integrar esta mirada para realizar coberturas más justas, más igualitarias y más equitativas con respecto a las mujeres”, ha explicado Lisa Solmirano, coordinadora del programa de ONU Mujeres que confeccionó la guía. Según ella, un error muy común a la hora de cubrir deportes practicados por mujeres es “mencionar aspectos que escapan a lo deportivo”.
“Hay comentarios relacionados con la orientación sexual o con el físico. También se las infantiliza y se las representa como “las chicas”, ha asegurado. “Una clásica es, a una mujer que se destaca en algún deporte, mencionarla como: ‘La Messi de...’. La definen en relación a un hombre, un varón”, añade.“Es importante empezar a equilibrar el espacio que se le da tanto al deporte de mujeres como de varones, no es cierto que el deporte femenino no venda. Y por otro lado contar con más mujeres en los planteles de periodistas como una manera de equilibrar la balanza y la representación”, ha aseverado.
Sin embargo, Solmirano no ha dejado de reconocer que hay un proceso de “transformación” y cada vez más periodistas mujeres cubriendo deportes. “También hay cada vez más medios interesados en incluir una perspectiva de género, en tener editoras o en revisar ciertas prácticas habituales que eran sexistas o celebraban expresiones machistas o misóginas”.
Una base desigual: ellas combinan deporte y cuidados
Para esta experta en comunicación, es importante que quienes ejercen el periodismo y quienes consumen información deportiva sepan que las mujeres parten de “una base que ya es desigual con relación a sus posibilidades de participación en el deporte, de entrenamiento y de dedicación”.
Ha mencionado, por ejemplo, que muchas mujeres deben combinar la práctica deportiva con tareas de cuidado. “En proporción a las posibilidades y las oportunidades, las mujeres ya empiezan con inferioridad de condiciones, sin tener en cuenta que muchas tienen menor acceso a premios, a becas y menores posibilidades de alcanzar los estándares de entrenamiento que tienen los hombres porque los equipamientos suelen ir para los deportes de varones”, sostiene. En este sentido hizo una crítica muy dura hace unos días la nadadora española Ona Carbonell, que ha visto imposibles sus posibilidades de conciliar con su hijo de casi un año.
“Hay que intentar contextualizar mejor la noticia. Intentar evitar los comentarios sexistas o los comentarios extradeportivos. A una atleta hay que valorarla por sus posibilidades o por sus logros deportivos, no en relación al varón”, ha indicado Solmirano, que señala también que muchas chicas dejan de practicar deportes cuando llegan a la adolescencia y que eso “las limita en un montón de aspectos”.
“Fundamentalmente limita sus posibilidades de empoderarse y de poder ser más autónomas, de conectarse con sus condiciones de liderazgo y defender también sus derechos”, ha concluido. Por eso, cada cuatro años, la concienciación se cuela un poco más en esta cita que, históricamente, ha estado dominada por los hombres.