El laborismo aprieta a Johnson para que se marche ya y presentará hoy una moción de censura
No hay visos de que la estrategia de Starmer funcione, los aspirantes a suceder al 'premier' serán fieles en esta transición, pero la presión es mucha y hay versos sueltos.
Keir Starmer, el líder del Partido Laborista británico, presentará hoy mismo una moción de confianza contra el primer ministro, Boris Johnson, en un intento de expulsarlo antes de la conclusión de la carrera por el liderazgo de los conservadores, previsto para el 5 de septiembre. Lo han anunciado la agencia Reuters y medios locales como The Independent. La votación sería mañana, miércoles.
Con el primer ministro ahora listo para permanecer en el número 10 de Downing Street durante los próximos ocho meses, los progresistas presionarán a los parlamentarios conservadores y a los 11 aspirantes a líder de la formación tory que se han presentado a la pugna para que voten y se señalen, para ver si apoyan o no a la Administración de Johnson.
Es la primera vez que se lleva a cabo este tipo de votación desde que Jeremy Corbyn presentó un voto de confianza de la administración de Theresa May en enero de 2019, tras de una derrota histórica en sus planes de Brexit.
A pesar de la ira de los parlamentarios conservadores y las renuncias masivas de las filas ministeriales de la semana pasada, es muy poco probable que se apruebe la moción de los laboristas, muchos parlamentarios ahora aceptan la posición de interino de Johnson. No obstante, supone un incremento de la presión importante contra el premier. Y hay versos sueltos en esta carrera, de los que no se pueden descartar sorpresas.
Si la votación prospera, quedaría abierta la puerta a unas nuevas elecciones generales, o la reina Isabel II podría invitar a otra persona a formar Gobierno. Algunos diputados conservadores temen que oponerse ahora al Gobierno en funciones de Johnson podría derivar en unos comicios generales en un momento en que los tories están tratando de encontrar nuevo dirigente, y se arriesgarían a perder la amplia mayoría que lograron en las elecciones de 2019.
La moción de confianza laborista, que requeriría de una mayoría simple para progresar, servirá de baremo para evaluar dónde recaen ahora los apoyos en la Cámara de los Comunes en cuanto a la permanencia de Johnson en Downing Street durante los próximos dos meses.
Keir Starmer, líder laborista, ayer lunes en Gateshead, Inglaterra. Ian Forsyth via Getty Images
No puede “aferrarse”
El líder laborista había pedido estos días a los parlamentarios conservadores que no permitieran que Johnson se “aferrara” a Downing Street durante la contienda por el poder, a la que le quedan dos meses casi por delante.
El lunes por la noche, una fuente laborista le dijo a la edición británica del HuffPost: “Se hará una presión sobre los tories para que voten por él y sean hipócritas o nuevamente se apueste por los laboristas, admitiendo que somos apropiados. Todos los candidatos a la dirección tory realmente tienen que responder a esa pregunta en las próximas horas”.
Al revelar el calendario para la carrera en la derecha, el presidente del Comité 1922 de los tories, Graham Brady, dijo que las nominaciones se abrirán y cerrarán este martes, y la votación inicial se realizará el miércoles.
Los candidatos deberán tener 30 votos para pasar a la segunda votación, para asegurarse de que se reduzcan a solo dos contendientes antes del 21 de julio, con la última preferencia hecha por los asociados.
Graham dijo que el nuevo primer ministro se instalará el 5 de septiembre y reveló conversaciones con el Palacio de Buckingham para asegurarse de que el día no “cause inconvenientes evitables”.
Cuando estaba a un paso de ser el primer ministro británico, parecía haberse vuelto más "formalito". Aunque con Boris nunca se sabe.
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Visitó la India y esta foto era absolutamente inevitable
Las mil caras (y gestos) de Boris Johnson. Un personaje popular y populista que ha dejado no pocas imágenes 'sui géneris'. Y es que jugando a la cuerda con traje, corbata y zapatos la cosa pintaba fea.
En su etapa de alcalde de Londres se implicó mucho en promocionar deportes como el rugby de cara a los Juegos Olímpicos. Quizá demasiado. Pobre niño...
Pero en un plano más "serio", fue uno de los grandes referentes de la campaña por el "Sí al Brexit". Por supuesto, su campaña fue "a lo Boris Johnson".
En cualquier lugar y con cualquier objeto: a la salida del bus promocional para el "Vote Leave" contra la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.