El Kremlin acusa a Ucrania de prolongar el conflicto por negarse a negociar
Sostiene que ayer "suspendió" el avance de sus tropas en vista de las “negociaciones previstas”, pero no hay entendimiento, dice, y por eso han vuelto los disparos.
El Kremlin ha asegurado que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó una “suspensión” del avance de las tropas rusas en Ucrania ayer, viernes, pero la ofensiva terminó reanudándose por el supuesto rechazo del Gobierno ucraniano a dialogar.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha afirmado que, en vista de las “negociaciones previstas”, Putin y el alto mando de las Fuerzas Armadas “ordenaron la suspensión del avance de las tropas rusas”, según la agencia de noticias Sputnik.
Moscú planteó el 25 de febrero la posibilidad de negociar e incluso propuso Minsk como foro, pero por ahora no hay ningún tipo de entendimiento con Kiev, a pesar de que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, también se ha mostrado abierto al diálogo.
“Ayer [25 de febrero] por la tarde, a la luz de las esperadas negociaciones con las autoridades ucranianas, el Comandante en Jefe Supremo, el Presidente de Rusia, ordenó la suspensión del avance de las principales fuerzas de las tropas rusas”. “Es verdad que las hostilidades continuaron en algunos lugares, hubo enfrentamientos con grupos móviles de nacionalistas y ultranacionalistas, que usaban autos y camiones para instalar allí armas de ataque, como en autos de Yihad, pero que ahora se llaman autos de Bandera”, añade el portavoz. Y remarca: ”Puesto que, de hecho, la parte ucraniana se negó a negociar, el avance de las principales fuerzas rusas se retomó esta tarde, según el plan de operación”.
Putin ha marcado entre sus objetivos “desnazificar” Ucrania e incluso ha instado a las fuerzas ucranianas a hacerse con el poder. Zelenski ha afirmado este sábado en un vídeo que por ahora ha fracasado el plan ruso de imponer políticos “marionetas” en Kiev. Ayer mismo, el presidente ruso llamó a su ejército a hacerse con Kiev, la capital, porque con ellos sería más sencillo negociar y llamó “drogadictos y neonazis”, de nuevo, a los de Zelenski.
Lukashenko se ofrece
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha reiterado a Ucrania y Rusia su disposición a que la capital del país, Minsk, se convierta en la sede de negociaciones para poner fin al conflicto armado y evitar que la situación degenere todavía más hasta convertirse en una “matanza”.
“Bielorrusia está abierta. Que vengan hoy. Les proporcionaremos de todo y ayudaremos en lo que haga falta para evitar una guerra y una matanza. Este conflicto está en la fase de ignición y hay que detenerlo. Esta ha sido nuestra postura desde el primer día”, ha recordado el mandatario en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias bielorrusa Belta.
Minsk fue el escenario principal de los intentos para solucionar por la vía diplomática el conflicto que enfrenta al Gobierno ucraniano con las autoproclamadas repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk, inoperantes desde hace años entre acusaciones mutuas de incumplimiento y rupturas constantes del alto el fuego hasta estallar finalmente en este conflicto abierto con la invasión rusa de Ucrania.
El presidente bielorruso ha explicado que, de hecho, estaba prevista una reunión entre Rusia y Ucrania a las pocas horas de la invasión, pero su homólogo ruso dudaba en ese momento entre varias sedes ofrecidas como la capital de Polonia, Varsovia. “Y yo le dije: ’Escucha, Kiev está virtualmente rodeada mientras ellos siguen parloteando. ¡La gente se está muriendo mientras siguen parloteando!”, lamentó el mandatario.
Lukashenko, férreo aliado de Putin, ha pedido a Ucrania que acepte cualquier tipo de negociación que Rusia ofrezca porque “mañana será una guerra y pasado mañana será una matanza” y las autoridades de Kiev están actuando bajo la falsa promesa de refuerzos.
“Hay fuerzas que están alentando a luchar a este régimen y les han prometido que algunos bandidos de Afganistán y Oriente Próximo vendrán pronto a ayudarles, sin contar los grupos privados, asesinos profesionales”, ha declarado el mandatario, sin dar más detalles.
Por último, Lukashenko ha insistido que su país no tiene nada que ver en el conflicto. “Todos, desde Japón hasta Estados Unidos, están tratando de vincularnos a esta guerra. Ya se están anunciando sanciones contra nosotros. Pero aguantaremos. Lo importante es evitar que la gente muera”, ha indicado.
Los movimientos de Turquía
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y su ministro de Exteriores, Mevut Cavusoglu, han contactado este sábado con las autoridades de Ucrania y de Rusia para ofrecerse a mediar y tender puentes hacia un posible alto el fuego. Erdogan ha hablado con el presidente Zelenski, con quien ha tratado la evolución de la situación tras la invasión rusa lanzada el jueves. Según la Presidencia turca, Erdogan ha confirmado esfuerzos para evitar más daños.
Zelenski ha dado las gracias a su “amigo” a través de Twitter por el “puerto apoyo” recibido del lado turco y ha considerado “extremadamente importante” seguir avanzando en medidas como la prohibición del paso de buques ruso en el mar Negro, algo que por ahora Ankara ha evitado confirmar.
Por su parte, Cavusoglu ha hablado con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, al que le ha pedido el fin de la ofensiva militar, según una fuente diplomática citada por la agencia de noticias turca Anatolia. Para Ankara, la invasión es “inaceptable”. El ministro de Exteriores incluso ha ofrecido Turquía como sede de las posibles negociaciones entre Kiev y Moscú, sobre las que por ahora no ha habido ningún tipo de avance.