El juez de la violación de San Fermín acepta un informe de detectives privados sobre la víctima días después del suceso
Incluye un dossier con sus publicaciones en redes sociales, que la defensa de La Manada dice que son "festivas".
El juicio por la supuesta violación grupal a una joven madrileña durante los Sanfermines de 2016 contó este martes con el testimonio de la denunciante, que en el momento del suceso tenía apenas 18 años. Su testimonio, junto a los siete vídeos grabados por los acusados con sus teléfonos móviles, son ahora las principales claves del proceso, que se extenderá hasta el 24 de noviembre. Su declaración alargó durante cuatro horas, con varias interrupciones para deliberaciones del tribunal.
Lo más polémico de la jornada, no obstante, ha sido que entre los aspectos que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha tomado en consideración está un informe de unos detectives privados contratados por una de las defensas, que siguieron a la joven las semanas posteriores al suceso, según han informado varios medios que han logrado la información de fuentes presentes en la sala.
El expediente ya había sido incorporado a la causa, pero ahora se ha añadido una publicación de carácter festivo que la víctima compartió en redes sociales y por la que, sostienen estas fuentes, la chica fue repetidamente interrogada. Su respuesta fue sosegada y coherente: tiene fotos de viajes o de fiesta porque es una chica veinteañera que quiere rehacer su vida, explicó.
Para elaborar el primer informe los detectives siguieron a la denunciante durante un fin de semana, además de aportar sus publicaciones en redes sociales y analizar las cámaras de seguridad de la zona en la que vive. El motivo esgrimido para encargar esta investigación es analizar el comportamiento de la víctima tras el suceso y tratar de poner en duda que esté traumatizada, es decir, insistir en la idea de que tuvo sexo consentido con La Manada.
La decisión ha creado una polémica notable en las redes sociales, ya que muchos ciudadanos ven en ella una vulneración de los derechos de la víctima.
A esto se suma la decisión de descartar algunos chats y vídeos del grupo de sevillanos, que el juez considera que tienen que no tienen que ver con el caso, por ser previos, pese a que daban cuenta de comentarios machistas y que podrían supuestamente dar pistas sobre abusos.