El independentismo se pelea y acerca a Cataluña a un adelanto electoral
Torra reta a Torrent a revertir la revocación de su escaño y le acusa de validar la decisión del Estado de "usurpar ilegalmente" su acta.
El pacto que sostiene el Govern catalán hace aguas. Los partidos independentistas que lo firmaron, ERC y Junts per Catalunya (JxCat), se han enfrentado este lunes en el Parlament por la retirada del acta de diputado a Quim Torra, que ha avalado la mesa de la Cámara encabezada por el republicano Roger Torrent.
JxCat ha condicionado la continuidad del Ejecutivo autonómico a que Torra siga siendo diputado. Pero ya no lo es y el president ha retado a Torrent a revertir la revocación de su escaño. Además, le ha acusado de validar la decisión del Estado de “usurpar ilegalmente” su acta.
La imagen de la fractura independentista, que acerca a Cataluña a un más que probable adelanto electoral, la han protagonizado los diputados de ERC al no aplaudir al presidente catalán. Y la ha confirmado el tuit amenazante del vicepresidente de la Cámara, Josep Costa (JxCat): “Os dimos a escoger entre conflicto y deshonor. Escogisteis deshonor y también tendréis conflicto”.
Mientras, en las afueras del parlamento, decenas de manifestantes se han concentrado llamados por la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) para protestar contra la decisión de apartar a Torra. Algunos se han enfrentado con la policía. El conflicto es esto. “Están primando más los cálculos electorales que la unidad estratégica para hacer la independencia”, ha lamentado la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie.
La sesión en el pleno se ha interrumpido dos veces: cuando los diputados de Ciudadanos han llamado “delincuente” a Torra y cuando Torrent ha convocado al resto de portavoces para consultarles su postura ante una suspensión del pleno, como quería Junts.
Torra está condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña a 18 meses de inhabilitación por desobediencia al negarse a retirar los lazos amarillos y la pancarta de apoyo a los presos del procés del Palau de la Generalitat. Y, aunque la sentencia no es firme, el Tribunal Supremo, que tiene la última palabra, avaló la semana pasada la decisión de la Junta Electoral de apartarle del Parlament. El organismo electoral ha adjudicado este lunes a María Senserrich el asiento de Torra.
El president solo ha recibido el respaldo de su grupo. Los representantes de Junts se han negado a votar las cuentas de la Cámara para 2020, que finalmente no han sido aprobadas, en solidaridad con su jefe de filas. El president ha advertido de las consecuencias a ERC: “Confío que este Parlament rectifique esta irregularidad de forma inmediata. Si no, pondrán en riesgo la continuidad de las instituciones”.
El pleno, que se ha aplazado sobre las 18.00, ha sido un combate entre republicanos y posconvergentes. Torrent ha cargado contra la Junta Electoral Central y el Tribunal Supremo por “secuestrar” el voto de Torra y quitarle su escaño. “Algo inaceptable que el Parlament tratará de revertir”, ha dicho.
El portavoz de los republicanos, Sergi Sabrià, ha advertido sin embargo al president de que sería “estéril” que no acatara la decisión. Y le ha señalado dos alternativas: “acabar la legislatura con una desobediencia simbólica o blindar las instituciones” que ERC no quiere poner “en riesgo”.
Los republicanos han defendido la decisión del Parlament “para no entregar la Cámara a la injusticia de la Junta Electoral”. “Hay tantas cosa en juego: la aprobación de los presupuestos, las ayudas por la borrasca Gloria... La prioridad es que este país tenga un presupuesto”, ha asegurado Sabrià.
En caso de que Torra hubiera votado, Torrent se hubiera enfrentado a una querella por desobediencia y hubiera dejado sin efecto las votaciones de la Cámara, ya que se habrían recurrido ante la justicia. Por eso, Sabrià ha añadido que Torra debía elegir. El independentismo se ha fracturado entre la vía legal, encarnada por ERC, y la desobediencia que pretende Junts.
JxCat ha espetado a sus socios que “defender las instituciones es defender el acta”. Así, el grupo del president ha conseguido que se pare el pleno y se consulte a los portavoces la posibilidad de suspender la sesión para encontrar una solución y garantizar los derechos Torra como diputado, es decir, que pueda votar. “Tiene la oportunidad de recuperar la unidad del independentismo”, ha interpelado el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, a Torrent.
El desafío del president amenaza, si decide convocar elecciones, con tirar por la borda los éxitos de legislatura que se han anotado sus socios de ERC, entre ellos, el pacto con los Comunes para sacar adelante los primeros presupuestos en Cataluña tras tres años de prórrogas. Y es que JxCat llega por detrás de los republicanos en los sondeos. Y con más de un 60% de catalanes sosteniendo que el Govern no resuelve sus problemas.
El último barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat, de diciembre, apunta que ERC ganaría las elecciones catalanas si se celebrasen ahora con entre 38 y 39 escaños, seguido por JxCat con entre 29 y 31 diputados, y el PSC (24-25). En la mente de una parte de los republicanos está la opción de pactar un tripartito con socialistas y comunes tras los próximos comicios.
El vicepresidente catalán y consejero de Economía, el republicano Pere Aragonés, ha liderado el acuerdo con los Comunes. Por eso, ERC tiene interés en que el Gobierno no decaiga. No obstante, quien tiene la potestad de convocar a los catalanes a las urnas es del propio Torra.
El terremoto dificulta el encuentro de Torra y Sánchez
La pérdida del acta de diputado del president dificulta también el encuentro que el jefe del Gobierno central, Pedro Sánchez, se había comprometido a mantener con Torra la primera semana de febrero en el marco de la mesa de diálogo entre Madrid y Barcelona para resolver “el conflicto político” catalán. Otro tanto que se han apuntado los republicanos tras su pacto con el PSOE y que sus socios de Junts han menospreciado desde que se anunció.
La Moncloa mantiene la prudencia, pero la postura de JxCat torpedea el acuerdo entre PSOE y ERC que alumbró el Gobierno de Sánchez. No obstante, este lunes la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha asegurado que por el momento Torra sigue siendo el presidente y el Gobierno le tratará como tal. “Hay que tener una actitud de respeto a cada una de las instituciones”, ha dicho en TVE.
Mientras, la oposición a Sánchez ataca. El líder del PP, Pablo Casado, ha recalcado que la Cámara catalana debe sustituir a Torra como presidente de la Generalitat y que, en caso de que eso no ocurra, el PP tomará más medidas legales. Justicia por política.
La división del independentismo no ha pasado por alto al resto de partidos catalanes, que también vislumbran el final del acuerdo entre ERC y Junts. El PP ha lamentado que la sesión haya sido una “lucha descarnada a navajazo limpio por el poder”. “El procés era esto”, ha dicho el popular Alejandro Fernández. El PSC de Iceta ha anunciado el fin de la legislatura.
Los Comunes, por su parte, han pedido que se aprueben los presupuestos que han pactado con el Govern y luego se convoquen elecciones al Parlament de Catalunya. “Esta legislatura está claro que está agonizando. Desde el primer minuto, pero ahora va a más”, ha dicho la portavoz Jéssica Albiach.
La política catalana sigue enmarañada por el procés siete años después y la próxima partida será días 5,6 y 7 de febrero, cuando los diputados se reúnan para terminar el pleno previsto para este lunes.