El Gobierno dice que el plante al rey puede pone en riesgo el Mobile World Congress
Fuentes del Ejecutivo tachan de "mezquina", "irresponsable" y "sectaria" la actitud de Colau y Torrent.
El Gobierno "deplora" la actitud "irresponsable y sectaria" por parte de "determinados cargos institucionales" que han anunciado que no participarán en el recibimiento oficial al rey durante su estancia en Barcelona para la inauguración del Mobile World Congress (MWC).
"Los desplantes institucionales" anunciados por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el presidente del Parlament, Roger Torrent, entre otros, "además de injustos y mezquinos, ponen en riesgo que Barcelona pueda seguir albergando en el futuro un evento global de tanta importancia", han indicado a EFE fuentes del Gobierno.
En este sentido destacan que la presencia del rey en Barcelona "simboliza el apoyo de la Corona y del conjunto de España" al Congreso Mundial de Móviles, "y por extensión, al desarrollo y pujanza de la economía catalana".
"Barcelona se juega mucho estos días. Todo los ojos estarán puestos desde mañana en el Mobile World Congress de cuyo éxito dependerá la permanencia en Barcelona de la mayor feria de tecnología móvil del mundo, algo en lo que debiéramos estar todos unidos y trabajando juntos", insisten las fuentes.
Como prueba de ello recuerdan que en la edición de 2017 visitaron la feria 108.000 personas de 208 países y participaron más de 2.300 empresas expositoras, lo que se tradujo en un "impacto económico" cifrado en 465 millones de euros, que generó más de 13.000 empleos durante los días del congreso, así como en las jornadas previas.
Además, el MWC "deja un importante impacto tecnológico y de generación de nuevos proyectos de negocio en Barcelona, Cataluña y en todo España que debemos apoyar e impulsar desde todas las instituciones".
Los representantes del Gobierno que han anunciado acompañarán al rey son la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, así como el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo.