Johnson plantea echar el cierre a las playas británicas tras las impactantes imágenes de las costas
Miles de personas acudieran a tomar el sol pero sin respetar la distancia física exigida para evitar los contagios del coronavirus.
El Gobierno británico ha avisado de que está dispuesto a cerrar las playas del Reino Unido, después de que miles de personas acudieran a tomar el sol pero sin respetar la distancia física exigida para evitar los contagios del coronavirus.
Las playas de Bournemouth, Christchurch y Poole estuvieron ayer repletas de gente a raíz del buen tiempo reinante en el Reino Unido, donde las temperaturas superan los 30 grados, y después de que el Gobierno anunciase la continua desescalada del país.
El ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha dicho hoy a la emisora TalkRadio que tiene el poder para cerrar las playas si la gente no respeta la regla de la distancia social -de más de un metro-.
“Tenemos el poder. Soy renuente a utilizarlo porque hemos tenido un confinamiento bastante duro y quiero que todo el mundo pueda disfrutar del sol. Pero la clave para hacerlo es respetando las reglas”, ha añadido el titular de Sanidad.
“Pero tenemos esos poderes -ha afirmado- y, si vemos un pico en el número de casos, entonces tomaremos medidas”.
El director médico del Gobierno, Chris Whitty, también ha tuiteado para alertar a la población sobre el riesgo de contagios y de un nuevo incremento de brotes si no hay distancia física.
“Si no seguimos las guías sobre distancia social, entonces los casos van a volver a aumentar. Es natural que la gente quiera disfrutar del sol y tenemos que hacerlo de una manera que sea segura para todos”, ha subrayado Whitty en su cuenta de Twitter.
Los medios británicos publican este viernes amplias fotografías de playas británicas a rebosar de gente tumbada al sol o metida en el mar, pero sin distancia social.
El diputado conservador Tobías Ellwood, cuya circunscripción, la de Bournemouth, es famosa por su playa, ha dicho a los medios que mucha gente ha optado por ser “no solo irresponsable, sino peligrosa”. “Hemos hecho muchos progresos para atajar la pandemia. No me gustaría ver a Bournemouth como el lugar del Reino Unido donde se produce un segundo pico del coronavirus”, ha expresado.
Según las últimas cifras oficiales, el número de muertes confirmadas por test de COVID-19 en el Reino Unido se eleva ya a 43.230, tras sumar ayer 149 más.
El Gobierno anunció esta semana la reapertura de comercios que no sean de primera necesidad, así como hoteles, bares y restaurantes, entre otros establecimientos, a partir del 4 de julio, después de que se registrase una fuerte caída de los casos del coronavirus.