El cadáver de la mujer aparecido en un pantano de Asturias tiene contusiones y un golpe en la cabeza
El cuerpo de María Paz Fernández Borrego pudo ser identificado por el cabello, la ropa y el tatuaje que tenía grabado en un hombro.
El cadáver de la mujer hallado ayer por la tarde en el embalse de Arbón, perteneciente a la gijonesa de 43 años que llevaba desaparecida desde el pasado 13 de febrero, presenta múltiples contusiones y un golpe en la cabeza. Así lo han señalado a Efe fuentes cercanas al caso, que han añadido que, según las primeras impresiones de la inspección ocular, el cuerpo de la mujer fue lastrado hasta el pantano desde el lugar donde se habría sido atacada.
La autopsia realizada esta mañana en el Instituto de Medicina Legal de Oviedo ha determinado que la mujer, María Paz Fernández Borrego, tuvo una "muerte violenta", han señalado fuentes de la Guardia Civil. El cadáver fue encontrado sobre las 15:50 horas de ayer en una zona de difícil acceso en una orilla del embalse, en las proximidades de un camping.
El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas del Instituto Armado pudo rescatar el cuerpo horas después, tras lo cual fue trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, para su estudio radiográfico y posteriormente al instituto anatómico forense para la realización de la correspondiente autopsia.
El cuerpo pudo ser identificado por el cabello, la ropa y el tatuaje que tenía grabado en un hombro.
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María Paz Fernández Borrego estaba siendo buscada por la Guardia Civil desde que desapareciera el pasado 13 de febrero en la localidad de Navia, adonde había ido a pasar unos días.
Su vehículo había sido localizado junto al hospital de Jarrio, en el vecino municipio de Coaña, a unos 12 kilómetros del embalse en los que fue encontrado el cuerpo.
Dos desaparecidas más
Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional siguen trabajando en la búsqueda de otras dos mujeres desaparecidas en Asturias en los últimos días en Avilés y Gijón, aunque ambos cuerpos descartan que las desapariciones estén relacionadas. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha insistido hoy en este extremo, al afirmar que las desapariciones "no tienen nada que ver una con otra".
Lorena Torre, de 40 años, desapareció el pasado jueves por la noche en Gijón y su coche apareció aparcado en las proximidades de la playa de El Rinconín y, según la Policía Nacional, vestía un plumífero verde, pantalón vaquero y botas.
Un día después se produjo en Avilés la desaparición de Concepción Barbeira, de 1,60 y complexión delgada, tras salir de su casa en San Adriano (Castrillón) para dirigirse a su trabajo en el hospital San Agustín de Avilés, al que no llegó a incorporarse.