El abogado personal de Trump llevará a partir de ahora todas las preguntas sobre el nexo con Rusia
Así lo ha dejado claro el jefe de Prensa de la Casa Blanca.
El jefe de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha dejado claro a los medios que todas las preguntas sobre la relación de Donald Trump con Rusia a partir de ahora deben dirigirse al abogado personal del magnate, Mark Kasowitz.
"Nuestro trabajo ahora mismo está centrado en la agenda del presidente", ha señalado Spicer en una charla con los medios este miércoles recogida por CBS.
El jefe de Prensa ha calificado al abogado como "consejero de la Casa Blanca", aunque Kasowitz se ha sumado a un equipo de expertos legales que está preparando la defensa de Trump en la investigación de sus lazos con Rusia.
La relación entre el millonario de Kasowitz se remonta a principios de los 2000. El abogado le ha representado en casos complicados, como sus divorcios, grandes transacciones de bienes y en el caso de fraude por los cursos sobre negocios inmobiliarios de su extinta universidad, que abrió en 2005.
Kasowitz cuenta con otro gran cliente en su cartera, la cadena ultraconservadora Fox News.
Y EL TUIT LOCO DE TRUMP SE REFERÍA A...
Spicer ha aprovechado la ocasión también para referirse al "covfefe" de Trump, el críptico tuit nocturno de la noche del martes, con falta de ortografía incluida, que enloqueció las redes.
"Creo que el presidente y un pequeño grupo de gente saben perfectamente a lo que se refería", ha señalado ambiguamente el jefe de Prensa.
KASOWITZ ES UNA RESPUESTA AL NOMBRAMIENTO DE MUELLER
La elección de Marc Kasowitz como abogado privado ha sido vista por algunos medios como una respuesta a la designación de Robert Mueller como fiscal especial, un puesto que le confiere un presupuesto ilimitado para hacer las investigaciones que considere oportunas.
La investigación en marcha contra el presidente de EEUU trata de determinar si Rusia influyó en el resultado de las pasadas elecciones y si se coordinó para ello con la campaña del mandatario.
Las agencias de inteligencia americanas concluyeron en enero que Rusia intentó inclinar la campaña electoral a favor de Trump, y para ello piratearon y filtraron los correos electrónicos de los principales cargos demócratas, una acusación que el Kremlin ha negado.