Dos guardias civiles sancionados por acoso: "Me he pajeado pensando en ella, mientras la arrastro del pelo"
Agentes del instituto armado han sido expedientados por acosar a una compañera durante un servicio nocturno, según 'El País'.
Dos agentes de la Guardia Civil han sido expedientados como autores de una falta muy grave por acosar a una compañera durante una guardia nocturna, según ha publicado El País este viernes. Ambos integrantes del instituto armado, destinados en el puesto de Oliva-Gandia (Valencia), han sido suspendidos de empleo durante tres meses, la sanción mínima de las posibles recoge el citado medio.
Tal como recoge la sentencia del Tribunal Militar Central por la que se ha desestimado el recurso de uno de los agentes, la víctima del acoso pidió a sus compañeros que desistieran de realizar comentarios ofensivos y sexistas en más de una veintena de ocasiones.
Con todo, y según recoge El País, la agente de la Benemérita tuvo que enfrentarse a afirmaciones de esta magnitud: “No te preocupes, que si esta noche hay alguna pelea, [el otro agente] te protege los pechos, no te pasará nada” o “tranquila, aún queda mucho tiempo hasta que te cambies de destino, vas a caer seguro”.
No se quedaron solo ahí. También hubo más comentarios duros sobre ella: “Y tú qué crees, ¿que es tranquilita o que luego es una guarra y no quiere parar?” o “claro que me he pajeado pensando en ella, mientras la arrastro del pelo por el suelo o escupiendo en una botella y haciéndoselo beber”. Cuando le espetaron “bueno, sabes que quien va de copiloto tiene que permitir que el piloto le toque las tetas, no?”, ella respondió con un “obviamente no”.
El servicio nocturno
Tal y como ha publicado El País, los hechos mencionados tuvieron lugar en la madrugada del 2 al 3 de abril, cuando al inicio del turno los dos agentes sancionados y su compañera acudieron a un bar de la localidad de Oliva para tomar café. Allí acudió otra patrulla de la Guardia Civil, y según el relato de la mujer, “durante el camino hacia el lugar, comenzarían a hacer, lo que ellos califican de broma”.
En la denuncia, ella deja claro que los otros dos agentes no participaron en la conversación, “sino que más bien parecieron avergonzados de lo que estaba hablando”.
En este sentido, recoge el mencionado diario que “toda actuación que suponga discriminación o acoso por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad, orientación sexual, sexo, lengua, opinión, lugar de nacimiento o vecindad, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”, lo que conllevaría desde tres meses y un día hasta un máximo de seis años de suspensión de empleo a la separación del servicio o la pérdida de puestos en el escalafón.