Dormir en la calle en Madrid con el alumbrado navideño y la fanfarria de la COP
La capital dedicará más de cinco millones de euros a fines lúdicos en estas fechas.
La noche del sábado cientos de personas durmieron al raso en Madrid, al igual que lo hicieron otras tantas en ciudades como Chicago, Nueva York, Londres, Bruselas, Nueva Delhi o Hong Kong -y así hasta casi 60- dentro de la iniciativa de The World’s Big Sleep Out. Esta campaña, promovida por UNICEF Estados Unidos y tres organizaciones solidarias más, quiso hacer una llamada de atención sobre una situación habitual para millones de personas en el mundo.
De acuerdo con los organizadores de este evento en Madrid, 31.000 personas no tienen hogar en España, el 44% de quienes viven en la calle lleva más de tres años en esa situación, el 74% de las plazas en albergues están previstas para estancias temporales y 8.000 españoles viven en la calle cada día.
La organización benéfica Cáritas asegura en su Memoria 2018 que en España hay hoy 8,5 millones de personas en exclusión social -un 14% más que en 2007- y estima en 40.000 las personas sin hogar. Pero eso no es todo, pues el Informe FOESSA 2019 señala que más de dos millones de personas de 800.000 hogares sufren situaciones de gran precariedad en la vivienda.
En estas fechas, 650 de las 2.200 personas sin hogar que hay en Madrid duermen al raso, porque ni hay sitio para todos en los albergues públicos de la capital, ni algunos de ellos desean alojarse en estos establecimientos (que todo hay que decirlo). Cajeros, pasos subterráneos y quizás algunas estaciones de metro serán sus techos estas noches.
Ahora demos un salto al otro de la acera y veamos cuánto dinero público va a salir de nuestros bolsillos estos días. La iluminación navideña ha costado tres millones de euros, un 27% más que el año anterior, cantidad a la que habrá que sumar el coste de la Cabalgata de Reyes, el Fin de Año en la Puerta del Sol y -no podía ser de otra forma- la limpieza de las calles de la capital tras tanta fiesta y jolgorio.
Por si fuera poco, al Ayuntamiento de Madrid le costará 700.000€ la COP25 en concepto de transporte, pues Naciones Unidas exige que la ciudad que acoge la cumbre del clima permita que los asistentes se movilicen de manera gratuita. Como lo oyes. Los madrileños no sólo verán sobresaturados los medios que emplean para desplazarse a sus respectivos trabajos o centros de estudio (empeorado por las huelgas que suelen acompañar casi cualquier festividad), sino que además lo harán con gusto: rascándose el bolsillo.
En fin. Esto es lo que hay. Y sí, es muy cierto que la campaña navideña genera empleo y riqueza, y que la visita de cerca de 20.000 ecoturistas dejará millones de euros en la economía local. No tengo la menor duda. Pero me gustaría pensar que la sensibilidad social y el respeto a las economías de los ciudadanos deberían estar siempre por delante.
Los comercios seguirían vendiendo igualmente sin luces, ni cabalgata, ni bajada de bola en Nochevieja, y las personas interesadas en el futuro del planeta no dejarían de acudir a Madrid aun cuando tuvieran que pagarse el metro o el autobús con sus dietas.
A lo mejor con algo del dinero que se ahorrara el consistorio podríamos encontrar una solución para que quienes duermen en la calle reciban algo de la bondad y los buenos deseos que nos mueven a todos en estas fechas. Sólo a lo mejor.
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