Un diputado saca una tableta en la tribuna y lo que dice lleva a todos a pensar en Rufián
La aclaración de Ferran Bel, directa a la 'esquerra' del PDeCat.
El diputado del PDeCat Ferran Bel ha protagonizado un momento curioso durante su segundo turno de intervención en el debate sobre el estado de la nación que se celebra este miércoles en el Congreso. El político catalán ha querido ejemplificar algunos de los datos sobre inversiones en la comunidad sacando una tableta, lo que le ha llevado a dejar una aclaración cargada de ironía. Y que, inevitablemente, ha llevado a todo el Hemiciclo a pensar en el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.
Bel ha reprochado una ejecución presupuestaria en Cataluña lejos de la media nacional, y mucho más a la registrada en la Comunidad de Madrid, que en empresas públicas se quedan en un 27% de lo presupuestado -frente al 48% de media nacional y 103% en Madrid, sin el rescate a las autopistas-, en las inversiones de Renfe es del 34% -frente al 75%% de media nacional y 229% en Madrid- y en alta velocidad es de apenas un 4%-37% de media nacional y 105% en Madrid-.
Y, en su réplica, el presidente del Gobierno ha justificado que la ejecución de infraestructuras “ha descendido en toda España” por la situación económica y el encarecimiento de las materias primas, pero que en todo caso la ejecución en Cataluña alcanza los 1.641 millones de euros, “la mayor cifra de ejecución en once años”, tan solo superada por la Comunidad de Madrid, donde se han ejecutado inversiones por 1.711 millones.
El mensaje velado a Rufián
Tras este cruce, ha sido cuando Bel ha protagonizado una segunda intervención marcada por la frase tras sacar la tableta. “Gracias presidenta, no se preocupe”. ha comenzado nada más subir la tribuna.
Así, Bel ha concretado que el dispositivo electrónico en el que iba a mostrar datos del Estado “no son balas”, en una clara referencia a la intervención de Rufián del día anterior. En este sentido, el republicano había mostrado dos balas “recogidas de la valla de Melilla”, de las que el diputado catalán ha apuntado que “son como las utilizadas para matar a 37 migrantes”.
Ante el gesto severo y la protesta de Sánchez, el portavoz de ERC ha matizado sus palabras: “Ustedes no, ustedes no, fue la gendarmería marroquí, pero usted dijo que ’no estaba tan mal’”, en referencia a su primera valoración sobre cómo Marruecos solventó el intento de salto masivo.
Sánchez llega al Congreso, sonriente y dispuesto a inaugurar el debate: es su primer debate de la Nación como presidente del Gobierno.
Más 'novatos': el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (c), llega como un niño observando todo: es su primer debate del Estado de la Nación como presidente de los populares.
Antes de su estreno en el debate, Sánchez recibe los aplausos de su grupo parlamentario a su llegada. Pleno apoyo al 'presi'.
Los populares, como locos con la presencia de su líder. En la fila inferior están a otra cosa: algunos ya han saludado a Feijóo y otros, simplemente, se han hecho los locos...
Ojo, que en el debate de hoy ha habido espacio para los 'grafiquitos'... Seguro que Albert Rivera aprueba esto.
La bancada popular, seria; la bancada socialista, aplaude: ¿a que no hace falta decir quién estaba hablando en ese momento?
Las presidentas de Navarra, María Chivite, y de La Rioja, Concha Andreu (i), bastante serias durante la intervención de Sánchez.
Aplausos y más aplausos tras el discurso sobre el estado de la nación de Sánchez.
Muy atentos han estado la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas (i), y el portavoz del partido, Edmundo Bal.
Cuca Gamarra, haciendo de Feijóo, inaugura el turno de tarde: inicia con un minuto de silencio por Miguel Ángel Blanco y utiliza otros 29 para su intervención.
Abascal toma la palabra y no hace falta decir cómo ha sido su tono cuando mencionaba temas como: ETA, el Valle de los Caídos o migración.
Ojo qué mirada de Pablo Echenique hacia el escaño donde está sentado Alberto Núñez Feijóo y que hasta hace unos meses ocupaba Pablo Casado.
Sánchez se olvida de mencionar al ministro de Universidades, Joan Subirats, pero ha rectificado pronto.
Gabriel Rufián es duro en su intervención y protagoniza uno de los momentos más tensos tras sacar cartuchos de bala de la valla de Melilla.
