Diego Torres ingresa en la prisión de Brians 2 (Barcelona) y pide el indulto
La cárcel está a 40 kilómetros de Barcelona.
El exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, ha ingresado este lunes en la cárcel Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), tras ser condenado por el Tribunal Supremo a cinco años y ocho meses de cárcel por su implicación en el caso Nóos.
Torres, que tiene su residencia en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), podía ingresar en prisión hasta este lunes a las 20.30 horas, cuando terminaba el horario de ingresos, y lo ha hecho a las 17.05 horas, acompañado de su abogado, Manuel González Peeters.
La representación procesal de Diego Torres ha solicitado un indulto y ha pedido a la Audiencia de Palma la suspensión de la ejecución de la condena mientras se tramita, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB).
Brians 2, situada a unos 40 kilómetros de Barcelona, se inauguró en 2007 y tiene 14 módulos residenciales, cada uno con tres plantes y 72 celdas, con un total de 1.008 celdas con capacidad para 1.500 personas.
Se somete primero a un examen médico
Torres será trasladado al módulo de ingresos, donde se le hará un examen médico y se entrevistará con profesionales del equipo de tratamiento para conocer su situación, establecer sus necesidades y determinar el módulo que se le asignará.
En la selección de un módulo intervendrá el hecho de que es su primer ingreso, y el periodo de atribución del módulo puede durar entre dos y cinco días, han precisado fuentes penitenciarias.
El reglamento penitenciario establece que los centros tienen un máximo de dos meses para hacer una propuesta de clasificación --primero, segundo o tercer grado-- y la junta de tratamiento la eleva a la Dirección General, que toma la decisión definitiva.
Diego Torres ha sido condenado a cinco años y ocho meses de prisión tras presentar recurso ante el Tribunal Supremo, que le rebajó la pena impuesta por la Audiencia de Palma, y el miércoles recogió el mandamiento de su entrada en prisión, que fijaba un plazo de cinco días para que se personara en una cárcel, el cual expiraba este lunes.