Denuncian a Burger King por repartir publicidad en el campo de concentración de Dachau
La fundación que dirige el museo del campo de exterminio alemán lo califica de "acto irrespetuoso" con la memoria de los crímenes.
La fundación que dirige el museo del campo de concentración de Dachau —en Alemania— y la cadena de comida rápida Burger King han terminado en los tribunales por una disputa sobre la distribución de folletos promocionales en el estacionamiento utilizado por los visitantes a la zona —según informa The Post Internazionale—.
La fundación argumenta que es un "acto irrespetuoso" con la memoria de los crímenes cometidos en ese campo distribuir material publicitario en un lugar dedicado al duelo y la oración.
"El monumento es un lugar de luto y un cementerio para muchos visitantes. La publicidad no es compatible con la dignidad del lugar", argumenta el director de la Fundación, Gabriele Hammermann, al diario Die Welt.
Según Hammermann, algunos empleados de la cadena de comida rápida se presenta con sus uniformes para distribuir panfletos en la puerta con la inscripción "Arbeit Macht Frei" (el trabajo os hará libres), recientemente restaurada y colocada de nuevo en su lugar de origen.
"Hemos intentado varias veces contactar con la dirección del restaurante, pero nunca nos han atendido", ha lamentado Hammermann, quien ha afirmado que ha sido esta negativa a atenderles lo que les ha llevado a los tribunales.
LLUEVE SOBRE MOJADO
Por su parte, Burger King ha reconocido que repartir publicidad en un campo de concentración es un error, por lo que ya ha dado orden a sus trabajadores para que dejen de hacerlo.
Sin embargo, y pese a estas palabras, la actividad no ha cesado.
No es la primera vez que Dachau tiene problemas con restaurantes de comida rápida que se promocionan con publicidad en esas áreas: en 1996, el rival Burger King, la cadena McDonald, fue acusado de entregar folletos de sus restaurantes bajo los limpiaparabrisas de los coches estacionados en el antiguo campo de concentración.
La diferencia fue que, cuando Hammermann se puso en contacto con la cadena para que dejaran de entregar publicidad, el gerente de McDonald respondió inmediatamente con una carta de disculpa.