Cuando Casado despertó, los fondos europeos ya estaban allí
El presidente del PP nunca quiso que llegara dinero de la Unión Europea a España.
Pablo Casado nunca ha querido que lleguen fondos europeos a España. Intentó pararlos en Europa, después en el Congreso, más tarde en el Constitucional y ahora trata de hacerlo también en la Cámara Territorial, en el Senado.
Esta semana en la sesión de control del Senado, el PP volvió a cuestionar la transparencia de los fondos europeos. Aunque una vez más fueron a por lana y salieron trasquilados. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, les acusó de perjudicar a ciudadanos, comunidades autónomas y Ayuntamientos al sembrar dudas sobre la gestión de dichos fondos en el marco de la política de tierra quemada que practica Casado.
¿Cómo el PP, que ha sido un partido de gobierno, puede estar radicalmente en contra de que España reciba 80.000 millones de estos fondos que son esenciales para la reconstrucción de nuestro país tras esta dura pandemia? ¿Es que no quieren que salgamos de la crisis?
Nadie lo entiende, pero siguen erre que erre. Para el próximo pleno el PP ha incluido en la Cámara Alta una moción sobre cómo se deben repartir y controlar estos fondos según su criterio. Además acaban de pedir en el Senado la comparecencia del ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, para informar sobre los criterios de reparto de los fondos europeos a las entidades locales, porque ahora pretenden enfrentar a comunidades y Ayuntamientos por dicho reparto.
Es bueno recordar como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, peleó en Europa para que hubiese fondos europeos para la reconstrucción. Tras un trabajo serio y responsable consiguió que España fuese junto a Italia los dos países que más dinero recibieron de la UE.
Frente a ello, ¿qué hizo Casado? Pues el líder del PP en plenas negociaciones del Ejecutivo de Sánchez y el resto de dirigentes de la UE para la conformación de los fondos para la recuperación de la crisis de la covid-19, intentaba desprestigiar a nuestro país dentro de las instituciones europeas. Incluso llegó a calificar a España como “Estado fallido”.
Más tarde en el Congreso de los Diputados cuando llegó la convalidación del Decreto sobre estos fondos no los votó. Tras perder la votación, lo recurrió al Tribunal Constitucional. El argumento era más falso que una moneda de latón. Afirmaba que el Consejo de Estado emitió un informe negativo sobre el citado real decreto.
¿En qué página y en qué párrafo de este informe se dice que la evaluación es negativa? ¿Si fuese así Europa no hubiese reaccionado? Sabe perfectamente que si los proyectos no se pueden poner en marcha si van en contra de los reglamentos europeos. ¡Ya está bien de faltar a la verdad!
Ahora han dado una nueva vuelta de tuerca y han entrado en la confrontación por el reparto de los fondos. Quieren enfrentar a las comunidades a ver quién va a a recibir más y a estas con los Ayuntamientos y además hacen trampas.
Isabel Díaz Ayuso antes del lío de Madrid había pedido 22.000 millones y Juanma Moreno Bonilla en Andalucía reclamaba 23.000 millones. Si hay 80.000 millones de fondos europeos para el conjunto del país ¿cuánto va a dejar el PP para el resto de las comunidades y para los Ayuntamientos?
Casado conoce perfectamente que en las conferencias sectoriales, donde se reúnen Gobierno, comunidades y la FEMP es donde se van a decidir los criterios de reparto dependiendo de cada una de las políticas y por tanto, de aquí se derivarían los repartos a nivel territorial que correspondan en función de las competencias que cada uno tenga asignadas. También conoce que los criterios para repartir entre las regiones son los mismos que se han utilizado en Bruselas a la hora de dividirlos entre los países miembros. Por tanto, debería dejar de confrontar unos territorios con otros.
El Gobierno ha impulsado todos los mecanismos para proteger a familias y trabajadores, para que nadie se quede atrás, y ha trabajado para conseguir 80.000 millones de fondos europeos que serán esenciales para salir de la crisis.
Mientras el PP en la actual crisis solo ha puesto palos en las ruedas y en la anterior, con Mariano Rajoy en el Gobierno, dejó un reguero de desigualdad, de desempleo y de desconfianza en los ciudadanos.
Es una barbaridad que Casado siga empeñado en la teoría Montoro de hundir el país. De lo que se trata es de que todas las administraciones: Estado, comunidades autónomas y entidades locales, pero también sector privado y sociedad civil arrimen el hombro para mejorar la economía y el empleo. Esta es la prioridad de este país, esto es lo que le preocupa a la gente, y en ello trabaja cada día este Gobierno y su presidente.